domingo, 18 de abril de 2010

METAFÍSICA

Todas aquellas personas que en sus tiempos de estudiantes tuvieron como una de sus asignaturas la Filosofía, recordarán este nombre. Era una parte, o mejor dicho una rama, de la Filosofía que estudiaba la realidad, su estructura y composición. La Metafísica se planteaba interrogantes tales como: ¿Existe Dios? ¿Qué sentido tiene la existencia? ¿Por qué existimos? ¿Por qué existen las cosas?...

Pero hoy yo me voy a ocupar de otra Metafísica, quizás menos académica, tal vez menos conocida, pero que, sinceramente, a mí me resulta bastante más interesante. Durante el siglo XX, surgió un movimiento que basaba sus principios en la aplicación de las Leyes Herméticas y que adoptó el nombre de Metafísica, aunque no hay que perder de vista que este movimiento bebió de las fuentes de la Teosofía.


Esta nueva Metafísica tiene dos fundamentos: uno es la aplicación de las Leyes Herméticas, especialmente la Primera, la Ley del Mentalismo a todas las áreas de la vida, absolutamente todas; el segundo es la creencia en la existencia de una jerarquía perfectamente estructurada de seres infinitamente superiores a nosotros que, en un momento, dado fueron similares al resto de los mortales, pero que habrían ascendido a un nivel superior gracias a la aplicación rigurosa de los principios herméticos.

Estaríamos hablando de los Maestros Ascendidos que constituirían una especie de “élite espiritual” cuyo cometido sería similar a aquel que se atribuye a la carta del Ermitaño, es decir, son aquellos que una vez que han llegado a la cima de la sabiduría, deciden quedarse para alumbrar el camino de los que vamos bastante retrasados con respecto a ellos, aunque en nuestra defensa podemos alegar que lo estamos intentando.

Este grupo de Maestros Ascendidos se conoce con el nombre de la Hermandad o Fraternidad Blanca, y estaría compuesto por seres de luz que un día fueron mortales y débiles como todos nosotros, pero que gracias a su esfuerzo y dedicación, ascendieron por la escala evolutiva y ahora tienen como misión propiciar y favorecer la ascensión de todos los seres humanos. De la estructura y fines de esta hermandad sabemos bastante gracias a los escritos de Madame Blavatsky. Uno de esos Maestros sería alguien de quien hablé hace tiempo: el Conde de Saint-Germain, que sería el director de la Llama Violeta.


Una de las personas que más hizo por difundir las ideas de la Metafísica en el siglo pasado fue la venezolana Conny Méndez (1.898 – 1.979), a quien dedicaré próximamente un post en el apartado de Fuentes y Biografías, puesto que, además de ser un personaje por el que tengo una enorme simpatía, fue una de las mayores precursoras del movimiento Metafísico especialmente en América, pero también por todo el mundo, movimiento que sigue vigente y con enorme fuerza por sus principios y valores, sencillos pero a un tiempo profundos. Por supuesto, los seres humanos somos como somos, y como en todo, en Metafísica hay también varias corrientes, escuelas, o como queramos llamarlo.

Pero bien mirado, cualquier persona que crea en los principios herméticos, tiene que creer por fuerza en los principios metafísicos. Estos se basan simplemente en la aplicación a la vida cotidiana de las Leyes Herméticas que ya hemos conocido; no hay normas extravagantes o pesados axiomas indescifrables; por el contrario, todo es simple y claro. Pueden variar algunos matices, pero son nimiedades, detallitos sin importancia. El grueso de su filosofía ya lo hemos conocido: “Todo es mente, aquello en lo que fijas tu atención es lo que obtienes en tu vida”.

Partiendo de este principio, se estructuran los demás. Así se argumenta que creamos cada segundo nuestra vida y nuestras circunstancias por medio de nuestras palabras, pensamientos, actos y también omisiones. Es lo que se denomina Decretos. Por medio de éstos dirigimos de forma inconsciente nuestra existencia; la Metafísica trata de dirigir esos Decretos de forma consciente para que dejemos de ser una especie de corcho flotando en el agua, a capricho de las corrientes, y seamos los auténticos arquitectos de nuestras propias vidas.

Pero a mí hay una práctica, que se da en algunas corrientes Metafísicas, en otras no, que es el trabajo con las Llamas que me ha entusiasmado desde que lo he conocido y a él dedicaré los próximos post de Ocultismo.
Para quien no haya oído jamás hablar de las Llamas (también se conocen como Rayos), podría decir, para hacer una descripción breve, que son líneas de energía especializadas, dirigidas por diversos seres de Luz y que trabajan en áreas concretas de la existencia. Cada una de las Siete Llamas vibra en un tono distinto y abarca una temática particular. Hay una Llama especializada en la Fe, la Fortaleza y la Valentía. Otra se ocupa de la Transmutación del Karma negativo y el Perdón. Son Siete colores representando Siete Fuerzas y que, siempre según la Metafísica, una vez que dominemos, nos pondrán directamente en los escalones más altos de la escala evolutiva.

Como preparación puedo decir, que cada Llama o Rayo, tiene un director en concreto, que a su vez comanda una hueste de seres luminosos que se encargan de llevar a cabo las acciones oportunas para cumplir las peticiones de aquellos quienes osen pedir; y es que en Metafísica nos recuerdan un axioma bíblico de forma constante: “Pedid y se os dará”. Vamos a ir viendo qué se puede pedir y a quién pediremos, para qué sirve cada Llama y qué podemos hacer con ellas. Luego, cada cual que decida si esto es una absurdez o sirve realmente para algo.

2 comentarios:

  1. Creo que no te sorprenderia saber que los 7 rayos tienen su correspondencia con el Tarot :)
    Durante esta semana trabajare para crear la animacion para una nueva entrada en mi blog. Saludos.

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  2. Hola Pablo, claro que no me sorprende, y por una razón muy sencilla y es que yo concibo el Tarot como una enciclopedia de tamaño reducido que engloba todo el saber y todas las posibilidades humanas. Por eso veo de lo más lógico que todos los conocimientos y herramientas que tiene el hombre a su disposición para su desarrollo evolutivo, entronquen directamente con el Tarot: sea Cábala, Astrología, Numerología, Alquimia, Metafísica... cualquier disciplina.
    Aunque, curiosamente, hace ya tiempo descubrí que una rama de la Metafísica desprecia este tipo de herramientas. Yo por mi parte pienso que todas se complementan y armonizan a la perfección entre sí.

    Estaré muy pendiente de tus animaciones, ya sabes que me he convertido en una auténtica fan, aunque para mí la del Colgado es la nº1, es hipnóptica. Aprovecho para poner aquí el enlace para que puedan visitar tus animaciones los amigos del blog:

    http://eltarot78-elwalich.blogspot.com/

    Un saludo, Pablo y nos seguimos leyendo

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