domingo, 29 de abril de 2018

EL AMANECER DE LOS MUERTOS (2004)


En el año 2004, Zack Snyder dirigió el “remake” de una de las películas de la exitosa saga zombi de George A. Romero “El amanecer de los muertos”. No se complicó demasiado la existencia y utilizó el mismo título y base argumental, que se podría resumir en: Invasión zombi, grupo de supervivientes que se atrinchera en un centro comercial para sobrevivir, la fortaleza se desmorona y los supervivientes deben huir para buscar un nuevo refugio seguro. El argumento es similar, pero el desarrollo es bastante distinto.



Dentro de mi pasión cinéfila por el cine de terror, creo que el género zombi es uno de mis favoritos y, sin dudarlo, si me preguntan cuál es mi película preferida dentro de este género, la respuesta es “El amanecer de los muertos” de 2004. Para mi no es una película de zombies, es “la película” de zombies. Las habrá mejores, más entretenidas, con mejores efectos especiales y maquillajes, argumentos más sólidos, mejores diálogos… vale, lo admito, pero para mi tiene el cóctel perfecto de historia, personajes, acción, vísceras y humor.

Ana (Sarah Polley), trabaja como enfermera en un hospital de Milwaukee. Acaba de terminar un turno especialmente largo y regresa a su casa, en un tranquilo y acomodado barrio residencial. Por la mañana, Ana y su marido Louis (Justin Louis) son atacados por una niña del vecindario en su propio dormitorio. Louis es mordido por la niña ante la incredulidad de Ana, que logra a duras penas, echarla y encerrarse en el dormitorio. Pero el mordisco ha sido mortal y Louis fallece desangrándose. Sin embargo, pocos segundos después revive e intenta atacar a Ana, que huye de la casa por una ventana y logra escapar en coche.

Conduciendo sin saber muy bien que rumbo tomar, Ana es testigo de cómo la gente se ha vuelto agresiva y se atacan entre sí sin control. Tras un accidente, se encuentra con un policía, Kenneth, (Ving Rhames) y con un grupo de gente que trata de refugiarse en un centro comercial. El grupo está liderado por Michael (Jake Weber) un vendedor de electrodomésticos, André (Mekhi Phifer) un raterillo de poca monta y su pareja Luda (Inna Korobkina) que se encuentra en un avanzado estado de gestación.

Una vez logran entrar en el centro comercial, se encuentran con un nuevo problema, tres guardias de seguridad se han atrincherado en él y no les van a poner las cosas fáciles. Liderados por el más mayor C.J. (Michael Kelly), Bart (Michael Barry) y el novato Terry (Kevin Zegers), les permiten quedarse a cambio de que entreguen sus armas y son encerrados en una tienda de muebles. Pero la llegada de un nuevo grupo de supervivientes hará que cambien las tornas y serán dos de los guardias de seguridad los encerrados, mientras el resto del grupo intenta adquirir una normalidad que no durará demasiado.

Hasta aquí el resumen, no quiero descubrir más de la cuenta. Y ahora la crítica, como es mi estilo, absolutamente subjetiva y parcial.
Si bien la película es claramente deudora de la homónima de George A. Romero, es solo en la base argumental, porque cada una deriva por distintos derroteros. En la versión 2004, los zombies han evolucionado mucho. Son del prototipo rápido y ágil, y no del lento y torpe. Por supuesto, en pleno siglo XXI, tanto los efectos especiales como las caracterizaciones han evolucionado mucho desde el año 1.978, y esto hace que los zombies sean más terroríficos y te los puedes tomar en serio.

Además, el mayor número de personajes, hace que se puedan entrelazar distintas historias paralelas dentro de la historia común, algo que se agradece porque la película se hace más entretenida y variada.
Cuando veo una película, o serie, una de las principales razones que me hace decidir si me gusta o no es el carácter de los personajes. Necesito que haya variedad de personalidades que me lleven a ponerme del lado de unos, aborrecer a otros, dar rienda suelta a mis fobias y filias, en fin, que durante el tiempo que dure la película me tengo que creer a los personajes, si me resultan indiferentes o poco creíbles, entonces ya sé que no la voy a soportar. Y ese es uno de los puntos fuertes que encuentro en “El amanecer de los muertos”.

Al haber tanta variedad, tengo dónde elegir y mis simpatías y antipatías están muy claras casi desde el principio. Por ejemplo, no soporto a la protagonista principal, Ana, me resulta ciertamente antipática, en cuanto a la parejita joven me hace desear por momentos que los zombies logren entrar y los fulminen ipso facto, algo similar me sucede con la pareja de André y Luda.

En cambio, Michael me parece adorable, me recuerda mucho al papel que protagonizó en la serie Medium (y al que, por cierto, dieron un final lamentable). No se puede ser más bueno sin caer en lo repelente. Y, por supuesto, mi personaje favorito con diferencia es el de C.J., el guardia de seguridad que sufre una transmutación de carácter tan sorprendente como inverosímil, de villano a héroe. Y luego hay otros como el policía Kenneth, interpretado por Ving Rhames, que va camino de convertirse en un especialista en películas zombies, o el cobarde, caradura y divertidísimo Steve (Ty Burrell), o Norma (Jayne Eastwood) que tiene un papel breve, pero resulta encantadora.

Y mención aparte merece Andy (Bruce Bohne), que es el dueño de una armería cercana al centro comercial y con el que los supervivientes establecen una relación de azotea a azotea por medio de pizarras y prismáticos. Por cierto, si alguien adquiere el DVD de la película, en los extras se incluye un cortometraje, de unos 15 minutos, en el que nos explican la historia de lo que sucede con Andy.


Otra de las cualidades reseñables que encuentro en esta película, es la banda sonora, en ella destacan un puñado de canciones que van perfectas para las escenas que acompañan, especialmente “The man comes around” de Johnny Cash, en los títulos iniciales.

Y por último, las apariciones breves, pero que sirven de homenaje a la película original de Romero, con algunos de sus participantes. Por un lado podemos ver una fugaz y divertida intervención de Tom Savini, el “culpable” de las infumables caracterizaciones de los zombis del 78, como el sheriff del reportaje de televisión que ven los protagonistas al llegar al centro comercial.
Después, también a través de la televisión, a uno de los protagonistas de la película del 78, Scott Reiniger, como un militar de alto rango dando instrucciones a la población. Y ya, como colofón, la interpretación de un rapado Ken Foree (el otro protagonista masculino) como apocalíptico pastor televisivo que sermonea a la audiencia sobre la perversión del mundo actual como causa de la tremenda plaga, evocando el lema de la película original:
“…¿Cómo creeis que os juzgará vuestro Dios? Bien, amigos, ahora lo sabemos, cuando ya no quede sitio en el infierno, los muertos caminarán por la tierra”


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