lunes, 11 de febrero de 2019

OCHO DE BASTOS

Puede que sea una de las láminas más simples del Tarot, al menos en apariencia; pero el Ocho de Bastos nos presenta una imagen visualmente tan impactante que su significado principal salta a la vista de forma súbita, con solo una ojeada: Rapidez. Eso es lo que nos está indicando. Son ocho varas que atraviesan el cielo sin que nada ni nadie entorpezca su camino.

Un detalle muy interesante es que las varas se desplazan desde el lado izquierdo hasta el derecho, es decir, desde el pasado hacia el futuro; entonces, lo que estamos viendo es el presente, el aquí y el ahora, lo que nos están diciendo es que aquello que hicimos está ahora mismo en movimiento, de forma imparable, como si se propulsara hacia el mañana. Atrás quedaron las luchas y conflictos que vimos en el Siete de Bastos, en este instante el camino hacia nuestro objetivo está despejado.


Además, si nos fijamos, la trayectoria indica que las varas van hacia abajo, lo que quiere decir que están en el último tramo del trayecto, en breve van a “aterrizar”, esto nos da una idea de la inmediatez que representa el Ocho de Bastos: los acontecimientos se precipitan, son inminentes. Esta es una carta de aceleración de procesos, por lo tanto, el resto de las cartas que la acompañan en la tirada, nos dirá en qué ámbito de la vida o asunto concreto se producirá esa rápida acción y/o resolución.

Las ocho varas que observamos están salpicadas de hojas, es la naturaleza que sigue su curso, no es un esfuerzo estéril, sino constructivo y, probablemente, esos brotes que ahora vemos, crecerán y se fortalecerán. Quiero llamar la atención sobre un detalle que tal vez ya habréis observado, esta es de las pocas cartas del Tarot en las que no aparecen figuras humanas, no hace falta puesto que el esfuerzo ya está hecho y las energías siguen su curso, van como flechas hacia su objetivo. Son imparables.

No sé si habéis notado una particularidad de este palo, y es que las cartas de Bastos muestran escenas que transcurren siempre en el exterior; este hecho refuerza el simbolismo del palo, el Fuego, tan unido a la Naturaleza. El cielo es totalmente azul. Se ve tranquilo, no hay nubes, nada altera el recorrido de las varas. Es un elemento más que hace hincapié en la idea de que no hay obstáculos, ya sea humanos o imprevistos de naturaleza inesperada, que puedan desviar o frenar su recorrido. Así que podemos decir que nuestro camino está despejado.

Las ocho varas ocupan la mayor parte de la carta. Vemos que el suelo es un paisaje de campiña verde, salpicado a lo lejos por algunos árboles, un río de aguas muy azules y calmadas, atraviesa el verdor. Todo es tranquilidad, parece que absolutamente todo el conjunto pictórico se pone a favor para que las varas vayan a lo suyo. Apenas se puede apreciar una construcción sobre una pequeña colina; en esta carta la actividad humana queda lejos, no interfiere. Se dice que este Arcano es una representación del Karma, lo que ha de pasar, pasará sin que nada ni nadie pueda evitarlo.

Significados generales: Puesta en marcha de cosas: trabajo, proyectos... Cambios en marcha hacia mejor. Acción rápida. Noticias, comunicaciones, llamadas, etc. Camino despejado para nuestros objetivos. Movimiento, movilidad, acción. Flechazos. Desplazamientos, traslados, viajes.

Invertida: Retrasos. Gestiones que se dilatan. Obstinación, disputa, conflictos entre aliados, socios o compañeros. Discusiones de compañeros, pareja, padres-hijos, etc. Celos. Acción alocada. Viajes cancelados. Pereza. Huelga. Inacción.


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