EL JUICIO. MEDITACIÓN

Tarot B.O.T.A.

El Juicio es el paso previo a la plenitud que anuncia el Arcano XXI, el Mundo. Es el despertar renovado, dejando el pasado atrás de forma definitiva. El necesario morir para después renacer. Esta carta nos habla de regeneración, en el más amplio sentido de la palabra. Yo siempre he percibido en ella la idea de sanación, no tanto en el ámbito físico, sino en un concepto más espiritual de la existencia. El Juicio nos ofrece una nueva oportunidad, un renacer, siempre y cuando abandonemos definitivamente lo anterior. Mucha gente ve en sus imágenes la proyección del Juicio Final apocalíptico.

Las figuras humanas que aparecen en esta carta no llevan ningún ropaje. No lo necesitan, se despojaron de sus vestimentas en el Arcano XIX. Han dejado todo lo material atrás, todo adorno y artificio, se nos muestran tal y cómo son; emergen desnudas de los ataúdes, representación del mundo físico ilusorio que nos restringe y esclaviza en este plano tridimensional tan limitado. Han logrado despertar al sonido de la trompeta de un Ángel, se cree que el Arcángel Gabriel. Sorprende el tono gris de su piel. El color gris, por un lado representa la unión de las dos polaridades: blanco y negro. Por otro lado es el color de la sabiduría, especialmente la espiritual. La unión de los pares de opuestos nos lleva al equilibrio; en este caso vemos como las figuras que aparecen en primer plano son un hombre a la izquierda y una mujer a la derecha. Las fuerzas masculina y femenina, activa y pasiva, positiva y negativa.

Ambas energías, lejos de repelerse, se complementan. Son las mismas fuerzas que crean la base del triángulo de la creación. Es una hermosa alegoría pictórica de uno de los principios Herméticos: La Ley de la Polaridad. Aquí tenemos una de las aplicaciones prácticas de esta carta: meditemos sobre ella cuando necesitemos hallar el equilibrio, ya sea en nuestra vida en general, como en algún aspecto más concreto y específico.

Por supuesto, la armonización de estos dos aspectos en nuestro ser, tiene como consecuencia la creación, ya sea de un nuevo Yo, o de cualquier tema sobre el que estemos trabajando, es el vértice superior del triángulo de la creación, que en esta carta está representado por la figura infantil en el centro, es la inocencia, el verdadero Ser que realmente somos, una vez se ha desprendido de condicionamientos sociales e influencias externas.

En este punto, encontramos otro de los usos meditativos del Juicio: el resurgimiento que nos lleva a la liberación. En su fundamental obra “Introducción al Tarot”, Paul Foster Case (B.O.T.A.) nos habla sobre la simbología de la letra hebrea que se suele asociar a esta carta: Shin, y que viene a colación por el concepto de renacimiento que representa el Arcano del Juicio:

Tarot el Bosco

“Shin significa “diente” o “colmillo”. La sugestión inmediata del sustantivo “colmillo”, es la del colmillo de una serpiente, por donde es inyectado el veneno mortal en las venas de la víctima. Una y otra vez en Ocultismo, el poder por el cual se logra la liberación y se realiza la consciencia humana suprema, es comparado con una serpiente venenosa.

¿Por qué? Simplemente porque el viejo hombre debe “morir”, antes de que el hombre nuevo pueda “nacer”. Nadie puede ejercer los poderes ocultos superiores y continuar siendo un ser humano ordinario.

La Materia Prima, en la cual efectuamos la operación alquímica de sublimación, es nuestra propia consciencia. Debemos perder nuestras vidas para encontrarlas”.

Tras leer este texto, pienso en la serpiente, dejando atrás la piel una vez la ha mudado, pues ya no la necesita. ¿No es este un ejemplo maravilloso que nos ofrece la Naturaleza? Cuánto avanzaríamos en nuestro camino si fuésemos capaces de actuar como la serpiente, abandonando aquello que ya no necesitamos y no tiene cabida en nuestra vida, siguiendo adelante, sin volver la vista a la “muda”, sin retenerla, conservarla, aferrarse a ella. Está bien que analicemos los hechos del pasado para recapitular y extraer una enseñanza, tanto de lo positivo como de lo negativo. Ese sería el Juicio, pero una vez que hemos sacado las conclusiones oportunas, llega el momento de dejar esos recuerdos en el sitio que les corresponde, el ayer, y seguir la senda presente en dirección al futuro.

En una versión más moderna, acorde con la época actual, podríamos ver la carta del Juicio como el cambio de nivel de un vídeo juego. Aunque no soy muy aficionada a ese tipo de entretenimientos, he jugado a alguno y reconozco ciertas similitudes con el Juicio en el mecanismo del juego (nunca insistiré lo suficiente para que intentemos ver las cartas del Tarot en la vida cotidiana). En muchos vídeo juegos se dota al personaje de una serie de herramientas para que se enfrente a un reto, si logra superarlo, pasará al nivel inmediatamente superior, en el que obtendrá alguna o algunas nuevas herramientas, ya que las anteriores desaparecen, para encarar de nuevo otro reto, y así sucesivamente hasta que llegue al nivel más alto. Básicamente, el Juicio consiste en esto: tienes una serie de herramientas (aptitudes, conocimientos, experiencias, etc.) con las que te desenvuelves en una determinada época, de ti depende el uso que hagas de ellas, pero llega un momento en el que has de cambiar de nivel, por lo que esas herramientas ya no sirven y has de adquirir otras distintas para transitar por la nueva etapa que se abre. Reflexionar sobre este paralelismo nos puede llevar a interesantes y prácticas conclusiones.

Muchas veces me he preguntado por qué Waite en su baraja incluyó, en el fondo de la carta, otro trío de personas, como si fueran un reflejo de las tres figuras que vemos en primer plano. La conclusión a la que llegué es que el grupo del fondo ya fue despertado por el Ángel, por eso celebran de forma jubilosa la resurrección por la que ya han pasado, el momento que se plasmaría en la carta sería aquel en el que está despertando el nuevo grupo, es como si se nos mostrase la fotografía instantánea de ese momento. Por supuesto, estas no son más que elucubraciones mías.

Indudablemente, al pensar en el concepto de resurrección, viene a la mente la imagen del Arcano XIII. Para renacer, primero hemos de morir. En el Juicio no se produce un giro brusco y sorpresivo de los acontecimientos como sucede con la Torre, por el contrario, tenemos una serie de conocimientos acumulados, una reserva de herramientas para afrontar el cambio, solo hace falta que nos atrevamos a dar ese salto (recordemos el ejemplo del vídeo juego). Por eso, esta carta guarda mucha relación con el concepto de Reencarnación, nacemos a una nueva vida cargando con la mochila de nuestras anteriores existencias a la espalda.

Tarot D'Epinal

Es una llamada a enfrentarte a tu pasado antes de ponerte en marcha. En el Juicio está muy presente la frase que decretó el Maestro Jesús a Lázaro: “Levántate y anda”. Este es un llamado a liberarse de la prisión del ataúd, que representa todas aquellos condicionamientos que nos retienen impidiéndonos avanzar; pueden ser asuntos materiales, emocionales, recuerdos a los que nos aferramos, miedos o cualquier cosa que nos retenga en una situación no deseada. Los apegos no nos dejan progresar. Tengamos siempre presente esto. De otro modo, no seremos más que esa pareja patética que se nos muestra en el Arcano XV, encadenada a sus particulares vínculos, patrones de conducta, adicciones, etc.

Al meditar con esta carta, podemos dar un paso más allá. Propongo ver la imagen del Arcángel no como un ser divino exterior y ajeno, sino como nuestra parte más elevada. Esa llamada al despertar viene de nuestro propio ser, nuestro yo Superior o como queramos denominarlo, por lo tanto, se trataría de sustituir al cara del Ángel, sea cual sea el tipo de baraja que utilicemos para nuestras meditaciones, por la nuestra, de este modo nos incorporamos al mensaje que la carta está emitiendo. Al comienzo de esta sección de Tarot Espiritual, presenté algunas propuestas de meditación con las cartas, sería bueno repasarlas y trabajar con aquella que más nos atraiga. También se puede personalizar la meditación introduciendo aquellos elementos que se consideren más adecuados. Ninguna meditación será tan real y auténtica como aquella que sale de nuestro propio interior.

El Juicio se asocia con la letra hebrea Shin que significa diente. En algunas versiones se relaciona con la letra Resh.

En Alquimia, se relaciona con la Resurrección o el Mercurio Renovado.

En el Árbol de la Vida se sitúa en el sendero entre Hod y Malkuth.

La relación astrológica es con Plutón.

Color: Rojo.