Una vez realizado el ejercicio, queda la segunda parte que, a veces, es más complicada. Se trata de entender y asimilar la información que hemos recibido a través del trabajo meditativo realizado. Salvo en aquellas ocasiones en los que no suceden grandes cosas y no sentimos que la carta nos quiera dar ningún mensaje específico, el segundo paso debe consistir en la extracción de la enseñanza que se nos ha ofrecido en el ejercicio. Por eso, hemos de establecer, en primer lugar, una relación entre los significados de la carta con el mensaje recibido, también pensar si lo que hemos recibido es una imagen o una idea que se asocia con dicha carta o incluso si aparece en su iconografía.
Si, por ejemplo, la carta de la meditación era la del Loco y hemos recibido como mensaje la imagen de un perro, es evidente la relación. Pensemos entonces: qué simboliza en general un perro y qué significa en concreto en la carta del Loco, por último y más importante, meditemos sobre las implicaciones que tiene para mí personalmente esta relación. Estos mensajes son absolutamente personales e individualizados, puesto que están destinados a nuestra situación personal, nos dicen lo que necesitamos saber en este momento determinado de nuestra evolución.