En los tiempos en los que el paganismo era la creencia espiritual más habitual, a lo largo del año se daban una serie de fechas muy señaladas que representaban festividades estrechamente ligadas a las cosechas. Más adelante, las religiones institucionalizadas, tomaron “prestadas” estas fechas asimilándolas a sus propios sistemas de creencias. Los principales hitos del año eran los que se denominan Sabbats, ocho fechas que están repartidas de forma equitativa a lo largo de los doce meses.
Por otro lado están los llamados Esbats, Son celebraciones que se realizan cada Luna llena, por lo tanto se dan 13 a lo largo del año y cada una de ellas tiene una potencia especial. Hay que diferenciar, por tanto, los Sabbats de los Esbats.