domingo, 11 de abril de 2010

VISITANDO LOS ARCANOS COMO ESPECTADORES

Otro de los ejercicios que a mí me parece sumamente interesante para realizar con los Arcanos Mayores, es visitar la carta, tal como suena. Si nos damos cuenta, cada Arcano tiene un paisaje, un escenario, nos presenta una figura (o varias figuras) que se desenvuelven en un entorno determinado. Tenemos al Loco al borde del precipicio, el Mago en cambio está cómodamente operando en un hermoso jardín,… puede que el decorado sea más rico o más escueto, dependiendo de los casos, pero cada Arcano está en lo que podríamos denominar “sus dominios”.

Pues bien, este trabajo consiste, ni más ni menos, en visitar a cada uno de los Arcanos en su terreno. Podemos hacerlo de dos formas: activa o pasiva, es decir, como actores o como espectadores. Hoy veremos la más sencilla, que es la segunda. Visitaremos la carta sin intervenir, solamente nos limitaremos a estar, observar y aprender.


Para este ejercicio, partimos de la idea de que la carta es real, que muestra aspectos y condiciones de la naturaleza humana, cosas que pasan a gente normal y común, no son imágenes extravagantes que nada tienen que ver con lo humano, muy al contrario, son representaciones simbólicas de lo que es, para bien o para mal, el ser humano.

Damos también por sentado, que la iconografía de la carta oculta una serie de conocimientos, que no están tan visibles a simple vista. El Tarot tiene una parte más externa y accesible, y otra más oculta que se esconde al ojo físico y que sólo la visión interna es capaz de percibir. Este ejercicio, como otros que iremos viendo en esta sección, está destinado a eso precisamente, a tratar de desentrañar ese significado interno que más que ocultarse, se confunde entre las apariencias.

Precisamente ese saber interno que poseen las cartas es individual, es decir, a cada uno de nosotros nos va a decir algo distinto, lo que necesitemos saber o experimentar en ese momento concreto. Y es que estamos en escalones evolutivos distintos, y no todos estamos preparados para ser capaces de asimilar determinados conocimientos, por eso los Arcanos sólo nos mostrarán lo que nuestra evolución nos permita comprender e incorporar a nuestro ser.

Este trabajo, como todos los que se realizan a nivel interno con los Arcanos, es muy personal y subjetivo. Se nos mostrarán símbolos que sólo para uno mismo tienen un significado concreto, se pueden incluso rememorar vivencias que se han experimentado en otro tiempo, y que otras personas no pueden entender, por el simple hecho de que no las han vivido. Es decir, al visitar a los Arcanos, nos encontramos con experiencias que nos tienen reservadas de manera individual y que sólo nosotros entenderemos.

Vayamos con la parte práctica y voy a tomar como ejemplo la carta del Loco. En primer lugar, ya conocemos cuales son las normas básicas para llevar a cabo este tipo de trabajos. Un ambiente tranquilo, en el que estemos seguros de que no vamos a sufrir interrupciones. Un estado físico y mental relajado, cada cual tiene sus métodos: respiraciones, ejercicios de visualización, recitar mantrams, etc. Siempre es interesante que cada persona utilice aquellos pasos previos que le hagan sentir bien, lo importante es alcanzar un estado de relajación óptimo para que el ejercicio sea lo más provechoso posible.

Una vez que hemos conseguido ese estado de calma, tanto exterior como interior, pondremos ante nosotros la carta con la que vamos a trabajar, en el ejemplo, el Loco. Observaremos la imagen durante un tiempo fijamente (dos o tres minutos bastarán), después cerraremos los ojos y trataremos de retener la imagen ante nuestros ojos, como si fuese una pantalla de proyección, esto es muy importante, no la vemos en nuestra mente, la vemos fuera de nuestra mente, frente a nosotros, imaginemos que estamos en el cine y tenemos delante de nosotros la pantalla.

Lentamente veremos como la carta comienza a hacerse más y más grande, hasta que adquiera un tamaño natural, esto es, veremos como el Loco adquiere la figura de una persona corriente. Ahora que la imagen ha crecido, vamos a ir un paso más allá, vamos a ver como el contenido adquiere volumen y formas, es decir, la carta adquiere la tercera dimensión, ha dejado de ser un dibujo plano para ser una figura real.


Es en este preciso momento, al conseguir ver la imagen tridimensional, cuando nos introduciremos en la carta. Así, como suena, entramos en la carta, pasamos a formar parte del decorado y allí sentimos que la escena toma vida, el Loco realmente camina, el perro corretea a su alrededor, sentimos la brisa del aire en nuestro rostro, los olores de la naturaleza,… hemos de hacer un esfuerzo por vivir la escena, por sentirla, no se trata de observar figuras estáticas, como si de estatuas se tratasen, sino seres con vida y que interactúan entre sí.

A partir de ese momento, nos limitaremos a presenciar lo que pasa, dejemos que sucedan cosas, pero sin intervenir en ellas. En esta ocasión se trata de un trabajo para ver y escuchar, pero no para intervenir, eso lo dejaremos para otros ejercicios. De momento nos vamos a conformar con ser unos espectadores privilegiados, puesto que podemos ver el desarrollo de la trama, pero con un único inconveniente, no podremos formar parte de la misma.

Así pues observemos qué hace, en este caso, el Loco; tal vez su imagen en la visualización difiera de la que aparece en nuestro mazo, ¿en qué se diferencia? Estemos atentos a sus gestos, sus movimientos, incluso sus palabras, ¿aparece alguien más en escena o sólo está él? Tomemos nota de los otros elementos habituales de la iconografía de este Arcano: fijemos nuestra atención en las montañas, el sol, el perro… cualquier elemento, por pequeño que pueda parecer, nos puede revelar datos interesantes; procuremos entrar en la carta sin ideas preconcebidas sobre lo que debe o no debe suceder, dejemos que las cosas pasen sin forzar nada.

Tal vez nuestras primeras incursiones no sean demasiado productivas, pero con el tiempo iremos viendo como dentro de la carta suceden cosas: tal vez recibamos alguna información interesante sobre el significado de la carta, puede que aparezcan símbolos ante nuestros ojos cuyo significado después tengamos que investigar… lo importante es que durante el tiempo que dure nuestra visita a la carta correspondiente, tengamos nuestros sentidos trabajando al cien por cien, puesto que nunca sabemos cuando puede llegarnos esa información interesante, ese dato clave que nos va a despejar dudas…

Por supuesto, resulta útil destinar un cuaderno para todo tipo de ejercicio que hagamos con el Tarot, sea de la naturaleza que sea, pero toda anotación se hará después del ejercicio. Esto ya lo he comentado anteriormente, pero no está de más repetirlo. Muchas veces recibimos en medio de una visualización alguna información que nos resulta especialmente esclarecedora, pero no es buena idea interrumpir el ejercicio para anotarla. Un poco de paciencia y esperemos a completar la visualización en la que estamos inmersos para registrar impresiones, mensajes, símbolos… o también para dar cuenta del nulo éxito al tratar de contactar con el Arcano. Todo es importante, cualquier cosa que pase durante el ejercicio, es significativa, por lo tanto, al analizar posteriormente lo sucedido, podremos sacar conclusiones, tal vez la incapacidad para poder establecer una relación con las cartas en general o con una en particular, nos está llamando la atención sobre algún bloqueo en el que debemos trabajar.
Una vez que sintamos que el ejercicio está concluido, simplemente retrocedamos hasta salir de la carta; lentamente, no hay ninguna prisa. Poco a poco iremos despejándonos, es importante no pasar de forma brusca de una visualización al estado habitual de conciencia, Hagamos esta transición poco a poco, suavemente. Es siempre importante cerrar un ejercicio, nunca se deben dejar abiertas las puertas a otras dimensiones o estados de conciencia. Tenemos la inmensa suerte de que podemos maniobrar en distintas dimensiones, así que pasemos de una a otra de forma escalonada, sin prisas. Es muy positivo hacer este ejercicio cuando no hay prisa, ni durante, ni después del mismo. Si no disponemos de demasiado tiempo, es mejor dejarlo para otra ocasión, antes que salir de la visualización precipitadamente o cortar a mitad de la misma.

No puedo decir durante cuanto tiempo se debe realizar este ejercicio, es algo muy personal. Cada persona tiene sus tiempos y sus ritmos, yo creo que es mejor que dediquemos el tiempo que creamos conveniente; como siempre digo: es mejor poco pero de calidad, que mucho sin concentrarse en lo que se hace y con distracciones continuas.

4 comentarios:

  1. Que buen ejercicio!y que didactica eres para explicarlo!
    Hay cartas que nos provocan cierta inquietud "entrar",en mi caso,la Luna,me fascina y me eriza a la vez....0.0
    A visitar los arcanos entonces!=)
    Un abrazo,Cris,un placer leerte!

    ResponderEliminar
  2. Me alegra que te resulte interesante. Tendrás que investigar esa relación que tienes con la Luna, seguro que alguna cosa encuentras. Yo me llevaba muy mal con la Templanza, aunque últimamente parece que nos vamos entendiendo.

    Muchos besos

    ResponderEliminar
  3. y que decir... buenaa!!!

    ResponderEliminar
  4. Gracias, Anónimo,celebro que te guste y espero que te resulte útil

    Saludos

    ResponderEliminar

Te informo que los datos personales que proporcionas al rellenar este formulario tienen como única finalidad gestionar los comentarios, por lo que no son recogidos ni guardados en ningún fichero.
Más información en la página de Aviso legal y Política de privacidad.