sábado, 24 de abril de 2010

VISITANDO LOS ARCANOS DE FORMA ACTIVA

Recordando el ejercicio que propuse en el post anterior vamos a ir un paso más allá. En esta ocasión la idea es no quedarnos en el papel de meros observadores, ahora se trata de actuar y participar, estableceremos contacto directo con los Arcanos y el entorno en el que se mueven. No sólo vamos a entrar en su terreno, también vamos a interactuar en él.

Hay muchas formas de contactar a nivel de meditación con los Arcanos, las hay más pasivas y las hay más activas. En unas ocasiones observaremos y escucharemos pero nos mantendremos al margen. En otras tomaremos parte de la acción, provocaremos conversaciones, encuentros,… Todas las meditaciones son importantes y resultan beneficiosas, cambia la forma de abordar el trabajo, pero el fin es el mismo: conocer y entender lo que los Arcanos están dispuestos a enseñarnos.


Los pasos previos son los ya conocidos. Ambiente agradable y tranquilo, acomodado a nuestro gusto, si preferimos música suave que nos inspire bien, si preferimos el silencio también está bien; el lugar tenuemente iluminado o a oscuras,… Lo importante es que esté acogedor para realizar nuestro ejercicio con comodidad y sin interrupciones inoportunas. Dedicaremos el tiempo que sea necesario a relajarnos física y mentalmente.

Una vez conseguido ese estado deseable de relajación, observaremos la carta con la que vamos a trabajar, hoy pondré como ejemplo el Papa. Durante unos minutos mantendremos la atención fija en la imagen, observaremos el dibujo en general, pero también los detalles. Es importante al observar las cartas no forzar la vista, es mejor posar suavemente la mirada y lentamente ir recorriendo la imagen; no necesitamos que se nos salgan los ojos de las cuencas, ni que nos caigan lágrimas por el esfuerzo; no se trata de “taladrar” la imagen, tan sólo se trata de mirar.

Cuando llevemos unos minutos de observación, haremos como en la ocasión anterior, cerraremos los ojos procuraremos mantener la imagen de la carta ante nuestra mirada interna. Es importante tratar de ver la imagen fuera, no dentro de nuestra mente; la idea es sentir que es algo que ocurre fuera de nosotros y que, durante un determinado tiempo vamos a participar de ello, pero no está en nuestra mente. Vamos a salir a tener una experiencia, ya tendremos ocasión de introducir en nuestra mente experiencias del mismo tenor.

Cuando ya hemos conseguido sostener la imagen mental, la carta empieza crecer hasta alcanzar un tamaño natural. Veremos que la imagen del Papa y de sus dos acompañantes han adquirido el tamaño de personas normales y comunes. Haciendo un pequeño esfuerzo imaginativo, veremos como las imágenes tienen volumen, formas, relieves. Porque ya no es un dibujo, es un cuadro real.



Es en ese momento, cuando la imagen ya ha adquirido la tercera dimensión, cuando podemos introducirnos dentro de ella. En esta ocasión vamos a visitar al Papa, así que vamos a sentir el cuadro como algo completamente real. Tal vez podemos sentir que el lugar es un tanto húmedo y frío, pensemos en esas iglesias un tanto umbrías, ese olor a siglos acumulados en la piedra, oigamos nuestros pasos al caminar por la piedra, si nos atrevemos podemos emitir algún sonido para oír el eco de nuestra propia voz retumbando en las paredes, tal vez nos invada un penetrante olor a incienso… cada uno puede recurrir a aquellas imágenes y recuerdos que su subconsciente archivó hace tiempo, las sensaciones que la carta evoca en nosotros. Es algo íntimo y totalmente subjetivo; aquí cada uno acude a su archivo personal.

Una vez dentro del cuadro, cuando ya lo sentimos como real y vivo, será el momento de ponerse en acción; hoy no estamos de simples mirones, muy al contrario, vamos a ser quienes dirijan la acción. De nuevo aquí hay libertad para actuar de acuerdo a nuestra forma de ser y a lo que queramos obtener de la experiencia, realmente en este ejercicio se abre un campo de posibilidades prácticamente ilimitado. Tal vez queramos preguntar a los personajes por significados de la carta, o pedirles que nos expliquen como enfocar la interpretación de esta carta cuando aparece en una tirada. Puede que prefiramos que nos ilustren sobre la simbología de la carta en sí, por qué esos colores y no otros, por qué ese número concreto de personajes y no otro, o tal vez si es una carta en la que sólo aparece un individuo, por ejemplo el Mago, podemos pedirle que nos explique por qué no aparecen más figuras junto a él. Todas aquellas preguntas que se nos ocurren cuando miramos las imágenes del mazo pueden tener contestación directa de los Arcanos.

Intentemos indagar en los significados más ocultos de la carta. Preguntemos al Papa, o a cualquiera de los otros dos personajes, cómo podemos utilizar la carta de cara a nuestro crecimiento personal, qué enseñanzas nos tiene reservadas de forma individual, esto es, qué nos quiere decir a nosotros en concreto, qué es lo que en ese momento necesitamos saber. Tal vez queramos pedirles consejo sobre un problema concreto que tenemos en nuestra vida actual, no hablo ya de problemas de carácter espiritual, sino de temas más mundanos.


Cuando ya hemos visitado varias veces una carta y hemos adquirido cierta confianza con los personajes que la habitan, podemos proponerles hacer cosas juntos: ¿qué tal dar un paseito en el Carro? O puede que nos apetezca chapotear junto al cangrejo de la Luna, tal vez la Muerte quiera llevarnos a la grupa de su caballo… Los Arcanos no tienen que limitarse a darnos mensajes transcendentales y de hondo calado, también pueden ser divertidos y ofrecernos un entretenimiento. Hay momentos en los que nos aporta más una meditación de carácter lúdico que una sesión de filosofía sesuda. Estrechar lazos con los Arcanos es una forma estupenda, a mi entender, de establecer un contacto más profundo a todos los niveles con ellos.

Cuando decidamos que ya debe terminar la sesión, haremos como en las otras ocasiones. Lentamente iremos retrocediendo hasta sentir claramente que abandonamos la carta, esto es muy importante, debemos sentir sin lugar a dudas que salimos del escenario de la carta para volver a nuestro mundo habitual. Una vez fuera, iremos poco a poco volviendo al estado de consciencia, pero siempre de forma suave y lenta. Una vez estemos de vuelta, si hay algo interesante que queramos anotar sobre la experiencia es el momento de hacerlo, cuando aún tenemos el recuerdo fresco, ya que tardamos muy poco en olvidar los detalles en cuanto hemos regresado al mundo cotidiano. Por supuesto, como digo siempre, no es bueno interrumpir un ejercicio para escribir lo que está sucediéndonos; dejémoslo para el final.


En general, hay unas normas muy sencillas para llevar a cabo este trabajo. Al igual que cuando conoces a una persona, lo lógico es presentarse cuando visitas por primera vez una carta, es una simple norma de cortesía elemental que se emplea en las relaciones personales y que bien podemos utilizar en el mundo del “Tarot”. Y no nos extrañe que, más tarde o más pronto, si no todos, si alguno de los personajes se presente dándonos su nombre e incluso apellido, hay que estar muy atentos a estos detalles. Conviene ser correctos y sobre todo en las primeras visitas, pedir permiso cuando queramos hacer algo (por ejemplo mirar detrás del velo de la Papisa), preguntar si no le importa al personaje de turno contestar a unas preguntas, etc. Es importante entender que, en cierto modo, estamos invadiendo su terreno y les debemos un cierto respeto.

Por supuesto, cuando decidamos dar por terminada la sesión, qué menos que despedirnos de los componentes de la carta que hayamos visitado en esa ocasión, y tampoco está de más preguntar si podríamos volver en otra ocasión. Seamos cordiales y ellos lo serán también con nosotros.

Más adelante veremos algún ejercicio sumamente interesante, en los que seremos nosotros quienes invitemos a los Arcanos a visitarnos a nosotros en nuestra casa o en algún lugar que nosotros elijamos, es decir, les pediremos que abandonen su mundo para visitar el nuestro, pero eso será más adelante. Ahora, por decirlo de algún modo, los forasteros somos nosotros y por lo tanto nos acoplaremos a lo que nuestros anfitriones quieran hacer.

Hay una pregunta que algunos estudiantes de Tarot se hacen a la hora de enfocar este tipo de relación con las figuras de los Arcanos, puesto que, si bien hay personas, en muchas cartas nos encontramos animales, objetos, incluso astros, no a todo el mundo le resulta cómodo hablar con ellos. Pues bien, yo doto de vida a todos los personajes de todas las cartas, sean lo que sean, puedo hablar sin problema con la Luna, del mismo modo que hablo con la Emperatriz, con la Torre igual que con el Loco. Puede que alguien se sienta incapaz de establecer ese contacto con objetos, eso es lo de menos, cada Arcano le tiene que decir cosas, no importa que medios emplee.

He conocido algún caso en el que la persona que hacía el ejercicio no tenía ningún problema para introducirse en la carta de turno, pero una vez dentro no era capaz de hablar con ninguno de los personajes. Lo que hacía que el ejercicio perdiera la mayor parte de su validez. Si hay alguien a quien le suceda algo parecido, le propongo que intente hacer lo que hizo esa persona. En vista de que tenía debilidad por una carta en especial y era la única con la que se sentía capaz de conversar sin sentir que estaba haciendo el tonto, decidió pedir a este personaje, que era el Ermitaño, que le acompañase en sus visitas a las otras cartas. De tal modo que el Ermitaño le explicaba lo que quería saber sobre las cartas que iba conociendo; se convirtió en una especie de guía y traductor. Puede ser una solución para quien sienta resistencia a conversar con los Arcanos.

Sea como sea, espero que disfrutéis con este ejercicio y estoy segura de que la relación que estableceréis con los Arcanos será provechosa y también divertida.

4 comentarios:

  1. ME ENCANTA EL ENFOQUE ,ES COMO A MI ME GUSTA Y ME SIGO NUTRIENDO DE EJERCICIOS COMO ESTE .
    GRACIAS

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  2. Hola, Francesca. No sabes cuanto agradezco tus palabras, puesto que para mí es la parte más importante del Tarot, el enfoque espiritual, mucho más que el adivinatorio. Si bien el Tarot presenta múltiples facetas, todas ellas interesantes, siempre hay una que atrae especialmente, tal vez porque sintoniza más con nuestra forma de ser o porque en este momento de nuestra evolución es la que necesitamos trabajar. En mi caso y, veo que en el tuyo también, es la faceta espiritual la que siento más cercana.
    Espero que sigas disfrutando con los siguientes ejercicios que iré proponiendo y, sobre todo, que te resulten útiles a nivel personal

    Saludos

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  3. ladayiromero@hotmail.com22 de diciembre de 2011, 16:45

    HOLA CRISTILOF,GRACIAS POR ENSEÑARNOS DE LO QUE HAS APRENDIDO,ESTA MARAVILLOSO ESTA FORMA DE MEDITAR CON LOS ARCANOS.

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  4. Celebro que te guste este enfoque de trabajo con los Arcanos, me parece fundamental conocer distintas formas de acercarse al Tarot y descubrir que es mucho más que un simple método adivinatorio. Espero que este y otros ejercicios que propongo en el blog, te sean de utilidad y que provoquen en tí el deseo de crear tus propios ejercicios. El Tarot tiene unas posibilidades casi ilimitadas.

    Recibe un saludo y gracias por tu comentario

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