lunes, 21 de septiembre de 2020

LO QUE HACEMOS EN LAS SOMBRAS

Vivimos tiempos oscuros, al menos esa es mi percepción. El miedo y la incertidumbre, son emociones desagradables de experimentar, por eso hoy me apetece comentar una película que me ha proporcionado una buena dosis de carcajadas, la mejor medicina que podemos tomar para disipar sombras y malas energías. Esta película, cuyo título original es “What we do in the shadows”, no tiene mayor pretensión que entretener de forma ligera y efectiva.



Se estrenó en 2.014 en el festival de Sundance, como una producción independiente, muy modesta, fruto de la colaboración de un grupo de entusiastas con altos niveles de creatividad, de Nueva Zelanda y Estados Unidos. Está basada en un corto que se estrenó en 2.005, escrito y dirigido por el dúo Jemaine Clement y Taika Waititi, que en la versión que hoy nos ocupa, realizaron las funciones de directores y actores protagonistas, además de productor el segundo. 

Un grupo indefinido de documentalistas ( a quienes no llegamos a conocer), está realizando un documental grabando el día a día de un grupo de cuatro vampiros que comparte casa en una zona residencial de Wellington (Nueva Zelanda). Los habitantes de la casa son un variopinta mezcolanza de vampiros europeos de diferentes épocas: Viago (Taika Waititi), un amanerado dandi ingles de más de 300 años, Vladislav (Jemaine Clement), un agresivo y algo pervertido guerrero de la Edad Media, Deacon (Jonathan Brugh), un hosco buhonero del siglo XIX; y, por último, Petyr (Ben Fransham), un antiguo y voraz vampiro de 8.000 años, que ni siquiera habla, pero es respetado y muy querido (y algo temido) por sus compañeros.

La vida cotidiana de estos vampiros transcurre rutinariamente: las peleas domésticas por el reparto de tareas, sus salidas nocturnas intentando entrar en locales de ocio (no es fácil, necesitan invitación expresa para poder acceder al interior) a la caza de víctimas y, de paso, de algo de diversión… Un día, Jackie (Jackie van Beek), sirvienta de Deacon, lleva a la casa a un antiguo novio, Nick (Cori González-Macuer), para que sirva de alimento a los vampiros; la intención de Jackie es, a la vez que se venga de su ex, ganar méritos ante los ojos de su amo, pues este lleva años reteniéndola a su servicio con la promesa de convertirla en vampira. Pero, Petyr se adelanta a los demás y muerde a Nick quien, en vez de morir, se transforma en vampiro. 

Ahora el grupo ha aumentado con Nick, quien a su vez introduce en la vida de sus nuevos compañeros a su mejor amigo, Stu (Stuart Rutherford), un retraído y dulce informático, que se gana el respeto y afecto de los vampiros y al que terminan aceptando como uno miembro más de la extraña familia, con la promesa de no atacarle nunca. Pero la imprudencia de Nick introduce grandes amenazas en la pacífica vida vampírica, pues, despreocupadamente, cuenta a cualquiera que se encuentra su nueva condición, lo que traerá consecuencias insospechadas. Por otro lado, los enfrentamientos con una manada de educadísimos licántropos de la zona, van en aumento. 

No es fácil resumir en unas líneas “Lo que hacemos en las sombras”, porque no dejan de pasar cosas. Es de esa clase de películas que me gustan especialmente: ágiles, diálogos ingeniosos, absurdos que se suceden de tal manera que llegan a verse como normales y, sin que te des cuenta, te implican en la historia… nada de secuencias con miradas profundas que se prolongan hasta el tedio, ni vistas de paisajes impactantes que duran minutos; todo sucede rápido, casi sin darnos tregua. Los posibles momentos que amenazan con ser sensibleros, se resuelven de forma cómica. Si tuviera que resumir con una palabra esta película sería: “Gamberra”. 


Me parece un acierto la elección de los personajes (y la de los actores que les dan vida). La contraposición de caracteres, hace que sea más divertida la trama. Te preguntas ¿cómo puede convivir un ser tan relamido como Viago con alguien tan tosco como Deacon? Pues en ese sinsentido reside la magia, en combinar elementos dispares y unirlos, como si agitásemos una coctelera y dijésemos: “A ver qué sucede”. Aunque todos los personajes me gustan, hay dos que especialmente me han impactado (en el buen sentido). Por un lado, Viago, no solo su forma de actuar me parece especialmente graciosa, lo que más me divierte, es esa cara entre ingenua y alelada, que combina a la perfección con su amaneramiento desfasado. Verdaderamente es todo un descubrimiento. 

Por otro lado, está el bueno de Stu, cuya absoluta inexpresividad es de lo más expresivo. Esa forma de ser a la vez simple y bonachona, conquista a los vampiros y a la vez a quien está presenciando su historia. Según se cuenta, no sé si será cierto, el actor que encarna a Stu, Stu Rutherford, es en realidad un amigo de Taika Waititi en la vida real, además de informático como en la película, al que Waititi convenció para que apareciera en algunas escenas, más de relleno que otra cosa, con la intención de que no se sintiese intimidado por la cámara, ya que no es un actor profesional; pero el resultado final es el que vemos, logró construir un personaje que va adquiriendo bastante protagonismo según se desarrolla la trama. 

Hay algunos momentos de la película que encuentro antológicos: la elección de vestuario para salir de marcha, la absurda historia de amor de Viago y su amada nonagenaria, la visita de los policías a la casa por las quejas de los vecinos… Y hay unas cuantas más, lo mejor es irlas descubriendo al ver la película. Y, una de las cosas que más me gustan es que los actores se lo pasaron en grande durante el rodaje y eso es algo que se transmite a través de la pantalla. Debe ser maravilloso crear esta pequeña joyita cinematográfica disfrutando desde el principio hasta el final. 

Si queréis pasar un buen rato, sin pretensiones, no dejéis de verla, para mí ha sido un auténtico descubrimiento y, ojalá disfrutéis de ella como lo he hecho yo. Por último, una buena noticia: basada en esta película, han hecho una serie con el mismo título, los personajes son otros, pero respeta el espíritu de la original. Y en su producción y elaboración, participan varios de los protagonistas de la película, incluso interpretan algún pequeño papel. En otro momento la comentaré, sin duda.

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5 comentarios:

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      Saludos

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