Podríamos definir la Astrología como el estudio del carácter de una persona así como la predicción de los acontecimientos que vivirá, por medio de la observación de las posiciones y movimientos de determinados cuerpos celestes, así como de las combinaciones que se producen entre ellos. Para realizar estos estudios, la Astrología maneja una serie de elementos como son los signos zodiacales y los planetas y cómo interactúan entre sí. La Astrología no es una moda pasajera, por el contrario, desde hace siglos el hombre la ha estudiado y ha ampliado sus conocimientos sobre la misma incorporando los hallazgos que en materia celeste se han ido dando.
Los planetas son elementos básicos en el estudio y la aplicación de la Astrología. En la antigüedad sólo se utilizaban los 7 planetas que se conocían: Sol, Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus y Saturno, a los que se fueron añadiendo los descubiertos con posteridad: Urano, Plutón y Neptuno. Hoy me gustaría hacer un breve acercamiento a los 7 planetas principales, puesto que su conocimiento resulta muy útil tanto para la simbología como para complementar el estudio de algunas disciplinas esotéricas, como por ejemplo el Tarot.
Conocer, aunque sólo sean unos principios básicos de los 7 planetas principales, nos servirá para comprender mejor el funcionamiento de los ciclos semanales en el ser humano, un apasionante tema que veremos en una próxima entrada y cuya aplicación práctica puede sernos de gran provecho.
Como ya sabemos, el sistema solar al que pertenecemos está regido por una estrella mediana, a la que llamamos Sol. En torno al Sol giran una serie de planetas que son, del más cercano al más lejano, los siguientes: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Parece ser que en la actualidad Plutón, que es el más alejado del Sol, ha sido descartado como planeta pues no reúne las condiciones necesarias para ser considerado como tal y ha pasado a denominarse planeta enano.
En cualquier caso, los astrólogos antiguos estudiaban los planetas que se conocían en aquel momento: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno para la Astrología (obviamente la Tierra quedaba fuera) y a esos cinco planetas añadían los dos cuerpos celestes más importantes para la vida en nuestro planeta: el Sol y la Luna. Evidentemente la denominación de 7 planetas no es correcta, puesto que el Sol es una estrella y la Luna un satélite, el único que posee la Tierra, pero como se suele conocer así, haré uso del término.
Como ya sabemos, el sistema solar al que pertenecemos está regido por una estrella mediana, a la que llamamos Sol. En torno al Sol giran una serie de planetas que son, del más cercano al más lejano, los siguientes: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Parece ser que en la actualidad Plutón, que es el más alejado del Sol, ha sido descartado como planeta pues no reúne las condiciones necesarias para ser considerado como tal y ha pasado a denominarse planeta enano.
En cualquier caso, los astrólogos antiguos estudiaban los planetas que se conocían en aquel momento: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno para la Astrología (obviamente la Tierra quedaba fuera) y a esos cinco planetas añadían los dos cuerpos celestes más importantes para la vida en nuestro planeta: el Sol y la Luna. Evidentemente la denominación de 7 planetas no es correcta, puesto que el Sol es una estrella y la Luna un satélite, el único que posee la Tierra, pero como se suele conocer así, haré uso del término.
El Sol es el astro rey, es el mantenedor de la vida en nuestro mundo. Su distancia con respecto a la tierra es la idónea para que la existencia sea posible. Si estuviera un poco más cerca nuestro planeta se abrasaría, y si estuviera un poco más lejos, se helaría. Por lo tanto su importancia es capital para la vida tal como la conocemos. Al levantar una carta natal, la ubicación del Sol en determinado signo nos marca las características básicas de la personalidad del sujeto. El signo solar es el que marca la fecha de nuestro nacimiento, por ejemplo yo he nacido el 10 de enero, por lo tanto mi signo solar es Capricornio y los rasgos básicos de mi personalidad vienen determinados por este signo (algo que puedo certificar sin ninguna duda).
En líneas generales el Sol define la vitalidad y la personalidad del individuo. El Yo interno, la capacidad de liderazgo. El Sol marca el lugar en el que nos encontramos, desde dónde brillamos y dónde somos fuertes. Del mismo modo que el Sol está en el centro del sistema solar, también está en el centro de nuestra conciencia (como es arriba, es abajo). Es el principio de vida, de luz, de calor.
La Luna es el satélite de la Tierra. Carece de luz propia, solamente refleja la que le llega del Sol, por eso simboliza la parte interna de la persona. Es la intuición, el psiquismo, el inconsciente, la memoria. Representa la vida más interior del individuo: sentimientos, emociones, sueños, quimeras, etc. La Luna incita a la reflexión, la meditación, el trabajo interno incluso la mediumnidad.
Marte es conocido como el planeta rojo, toma su nombre del dios mitológico de la guerra, por lo tanto sus cualidades son absolutamente activas. Es el principio de la fuerza, la impulsividad, la acción, la conquista e incluso la dominación. En realidad se podría decir que Marte encarna aquellas cualidades que son necesarias para la supervivencia: es impulsivo, enérgico y valiente, aunque puede llegar a ser cruel y violento, puesto que es defensivo y si necesita atacar, sin dudarlo lo hará.
Mercurio es el planeta más cercano al Sol. El dios Mercurio era el mensajero de los dioses y este planeta representa precisamente eso: la comunicación. Simboliza los intercambios, los viajes, las comunicaciones en todas sus formas conocidas y la investigación. Es un planeta que opera especialmente en la esfera mental, por lo tanto también abarca los estudios, el intelecto, la lógica, la crítica, la literatura etc. Se caracteriza por su adaptabilidad, su ductilidad, su ingenio y humor, a veces sarcástico.
Júpiter es el planeta de mayor tamaño del sistema solar. Representa el optimismo, la extroversión, la jovialidad, el disfrute, el ocio. Es conocido como el “gran benéfico”, pues se relaciona con la suerte, con el éxito, las oportunidades, la abundancia, el crecimiento y también con la justicia como elemento equilibrante.
Venus, el planeta conocido como la estrella vespertina, es, del mismo modo que la diosa que le da nombre (la Afrodita griega o la Isthar babilónica), el planeta del amor, la armonía, la belleza, la estética, la elegancia, el lujo, los placeres más mundanos. También se sitúa en el ámbito de las artes: música, poesía, pintura, etc. pues es sensible a la vez que creativa.
Saturno es conocido como “infortunio mayor”, con este nombre ya nos podemos imaginar sus características. Es el planeta de la cristalización, la conservación, la inercia, la concentración. Representa el tiempo, más concretamente el paso del tiempo, por eso puede simbolizar la vejez. También se asocia con la introversión, la inhibición, la represión, el pesimismo, los obstáculos y las leyes y reglas, por lo que se relaciona con el pago de las deudas kármicas.
Esta no es más que una aproximación muy escueta de lo que representa cada planeta, pero es suficiente para entender sus características básicas. Como todo en esta vida, cada planeta tiene un aspecto benéfico y otro más oscuro, pero eso ya será materia para otra entrada.
http://alquimia-en-el-kaos.blogspot.com.ar/2012/02/la-astrologia-el-tarot-como-interprete.html
ResponderEliminarEl Tarot y la Astrología son herramientas que nos ayudan a interpretar nuestra Memoria Celular, siendo posible acceder a nuestra cronología Genética como forma de sanación. Repetimos patrones que fueron heredados por generaciones pasadas que ratifican nuestra existencia, generando dificultades para desarrollarnos de manera física, mental, emocional y espiritual.
Hola, Le Bateleur
ResponderEliminarInteresante enfoque. Te deseo mucha suerte con tu blog.
Saludos