SEIS DE ESPADAS

La imagen central del Seis de Espadas es una barca surcando lo que podría ser un río, lago o mar. El cielo, de un gris uniforme, se alza sobre la orilla en la que podemos ver unos pocos árboles diseminados. En la barca viajan tres personas: De pie un hombre manejando una pértiga, las otras dos figuras están sentadas, una de ellas, cubierta por un manto, parece ser una mujer, la otra un niño. La proa de la barca está presidida por 6 espadas con la empuñadura hacia arriba.

Esta carta transmite una sensación de tranquilidad, casi me atrevería a decir que de recogimiento. En el cielo no se aprecian turbulencias, no hay nubes, pero tampoco vemos algún cuerpo celeste que nos pueda servir como referente del rumbo o la trayectoria. El Seis de Espadas se ubica en mundo del intelecto, por lo que su esfera de acción es la mental y en apariencia se halla en un punto de no retorno, en el que sólo queda avanzar, sea cuál sea la dirección. Por eso no hay referencias físicas ni geográficas.

La barca, símbolo de nuestro tránsito por la vida, está descubierta, no hay velas, ni remos, ni timón; del mismo modo nosotros llegamos a este mundo: sin saber cuál es la ruta, sin un apoyo que nos dirija, es un viaje que realizamos utilizando nuestros recursos, sólo contamos con nuestra voluntad (la pértiga) para navegar en la dirección que creamos correcta. Las aguas por las que navega la barca muestran una apariencia engañosa. Si bien la mayor parte está en calma (babor), una mirada atenta nos indica que existe cierta agitación en la parte derecha de la barca (estribor). Podríamos establecer una interesante comparación entre las dos zonas de agua con los hemisferios cerebrales, de tal modo que el hemisferio izquierdo, el que domina la lógica y lo concreto, está en calma, mientras el derecho, que conecta con lo creativo y lo abstracto, presentaría un suave oleaje. Esto nos recuerda que el ser humano, aún cuando se encuentra en un periodo de tranquilidad, siempre tiene inquietudes, anhelos que le hacen moverse y buscar nuevos horizontes, nuevas metas.

En esta carta vemos representada la constante búsqueda humana. Simboliza el viaje, interior o exterior, que realiza el buscador. Pudiendo referirse a aquella persona que deja atrás su vida anterior físicamente: el emigrante, el emprendedor, etc. pero también podría tratarse de la que inicia una búsqueda interior.

El barquero recuerda a Caronte, el anciano del mito griego que trasladaba en su barca a los fallecidos atravesando los ríos infernales en dirección al Hades. También representa la fuerza activa del ser humano, es quien lleva la barca hacia un nuevo horizonte que en la carta vemos como difuso e inconcreto, pues es un viaje sin una meta fija, aún no sabemos lo que vamos a encontrar. El barquero se vale de una pértiga, que ya vimos que es la fuerza activa de la voluntad, para moverse por las aguas; que llegue a un nuevo destino dependerá exclusivamente de su trabajo.

Por otro lado, sentada en una de las baldas de la barca, vemos la figura de una mujer que parece replegarse sobre sí misma. Es la fuerza femenina que es capaz de olvidarse de todo para reconcentrarse en lo que está haciendo: el viaje no es producto de un impulso espontáneo, es la consecuencia de una decisión madurada y sopesada. La figura del niño que apenas podemos vislumbrar es la suma de la unión de las dos fuerzas, masculina y femenina, operando. Cuando la idea es llevada a la acción, se produce el fruto, tiene que darse un equilibrio justo de ambas fuerzas para que se obtenga un resultado.

En el Seis de Espadas las figuras humanas no muestran sus rostros, son impersonales, carecen de expresión. No sabemos si están tristes o felices, preocupadas o aliviadas, solo podemos intuir que, independientemente de los sentimientos que alberguen, están decididas a realizar su recorrido hasta el final, dando la espalda al pasado, sin mirar lo que dejan detrás. Por último, las 6 espadas clavadas en la barca, tres a babor y tres a estribor, inciden en el equilibrio de fuerzas.

Significados generales: Como ya hemos visto, los significados principales de esta carta son: el inicio de un viaje de búsqueda que puede ser exterior o interior (las cartas circundantes nos ayudarán a dilucidar la naturaleza de dicha búsqueda) y el alejamiento de algo o de alguien. Mudanzas, traslado en el trabajo. Viaje, especialmente por agua. Traslado, partida imprevista. Representa a los inmigrantes, a los emprendedores, a los que inician una nueva aventura. El buscador espiritual, viaje iniciático. Alejamiento del pasado, dejar atrás problemas, situaciones o personas. Obstáculos vencidos, éxito tras los problemas. Nos habla de una persona que es capaz y competente para llevar a cabo cualquier empresa.

Invertida: En esta ocasión la partida se convierte en huida: alejarse de los problemas y conflictos sin resolverlos, salir de un problema para entrar en otro, huir de las responsabilidades. Conflictos en el hogar. Viaje problemático o en contra de la voluntad. Estancamiento. En temas legales puede hacer referencia a multas, letras protestadas o impuestos.