Llegamos al palo más temido del Tarot: las Espadas. Si los Oros inciden especialmente en el mundo físico y las Copas en el emocional, las Espadas se centran en lo mental. Por eso las cartas de este elemento tienen significados que a veces son bastante duros y difíciles de asimilar, porque hacen especial referencia a aquellos aspectos mentales que predominan en la persona o situación a tratar y, como ya sabemos, muchas veces los peores enemigos que suelen acecharnos son nuestros propios pensamientos.
Como ya hemos visto en los Ases precedentes, la imagen está dominada por una inmensa mano que, surgiendo de una nube. Porta el elemento que caracteriza su palo, en este caso es una espada que está coronada en su punta. El fondo es completamente gris, un color neutro resultado de la unión de los dos pares de opuestos, representados por el blanco y el negro. También es gris la nube de la que surge la inmensa mano de un blanco radiante, como las de los otros ases. Podemos observar que la mano es de un blanco luminiscente, para destacar del fondo gris mate de la carta.