Leer el Tarot es un arte y como tal, la práctica se hace imprescindible. Podemos tener capacidades innatas, pero hay que trabajar para desarrollarlas. Te pueden regalar una planta, pero si no la colocas en un lugar apropiado para sus características, la riegas, abonas, podas cuando es necesario y en la época adecuada, vigilas las posibles plagas, en resumen, si no la dedicas un tiempo y un esfuerzo, la planta acabará enfermando o muriendo. Con el Tarot pasa lo mismo, si no se practica y se alimentan los conocimientos, estos se estancarán y acabarán cayendo en el olvido.
Por eso es muy importante practicar de forma regular; puede que no tengas ninguna consulta pendiente, o que no haya ninguna pregunta concreta que te interese hacer a las cartas, no importa, inventa, imagina situaciones ficticias y luego consulta a las cartas sobre ellas, este ejercicio te ayudará a adquirir soltura y, sobre todo, a estrechar tu relación con las cartas. Cada tirada, aunque no sea real, hace que conozcas un poco más el mecanismo del Tarot. Cuantas más tiradas hagas, más fácil te resulta relacionar unas cartas con otras, tu agudeza para leer entre líneas se afinará y serán más espontáneos tus destellos de intuición.