Los seguidores de Harry Potter reconocerán el nombre de Nicolás Flamel, pues es mencionado en varios momentos de la saga. Pero no se trata de un personaje de ficción, Nicolás Flamel existió, fue un alquimista francés del siglo XIV. En su biografía se entremezclan realidad y leyenda, hasta tal punto que resulta sumamente difícil distinguir dónde empieza una y acaba la otra.
Se sabe que nació en Pontoise (Francia) hacia el año 1.330. Fue escribano público, copista y librero jurado en el Cementerio de los Inocentes, en París. Según él contó, un Ángel se le apareció en sueños mostrándole un libro misterioso y extraordinario del que pudo solamente ver la cubierta, más no el contenido. Ese sueño marcó a Flamel que deseaba encontrar, esta vez en el mundo real ese libro. Sabía que su contenido era vital para él y pasó a ser su prioridad más absoluta.