Todas aquellas personas que en sus tiempos de estudiantes tuvieron como una de sus asignaturas la Filosofía, recordarán este nombre. Era una parte, o mejor dicho una rama, de la Filosofía que estudiaba la realidad, su estructura y composición. La Metafísica se planteaba interrogantes tales como: ¿Existe Dios? ¿Qué sentido tiene la existencia? ¿Por qué existimos? ¿Por qué existen las cosas?...
Pero hoy yo me voy a ocupar de otra Metafísica, quizás menos académica, tal vez menos conocida, pero que, sinceramente, a mí me resulta bastante más interesante. Durante el siglo XX, surgió un movimiento que basaba sus principios en la aplicación de las Leyes Herméticas y que adoptó el nombre de Metafísica, aunque no hay que perder de vista que este movimiento bebió de las fuentes de la Teosofía.