Recordando el ejercicio que propuse en el post anterior vamos a ir un paso más allá. En esta ocasión la idea es no quedarnos en el papel de meros observadores, ahora se trata de actuar y participar, estableceremos contacto directo con los Arcanos y el entorno en el que se mueven. No sólo vamos a entrar en su terreno, también vamos a interactuar en él.
Hay muchas formas de contactar a nivel de meditación con los Arcanos, las hay más pasivas y las hay más activas. En unas ocasiones observaremos y escucharemos pero nos mantendremos al margen. En otras tomaremos parte de la acción, provocaremos conversaciones, encuentros,… Todas las meditaciones son importantes y resultan beneficiosas, cambia la forma de abordar el trabajo, pero el fin es el mismo: conocer y entender lo que los Arcanos están dispuestos a enseñarnos.