El color es de un tono anaranjado suave, pero recibe el precioso nombre de Oro-Rubí, que es algo tremendamente poético y sonoro. Su día es el viernes y es la Llama que nos proporciona Paz, Gracia y Suministro. Esta Llama es la representación del Espíritu Santo.
A esta radiación pertenecen los sacerdotes y sanadores y, por supuesto, son todas aquellas personas que sienten un firme deseo de servir a Dios y a la humanidad a través de la maestría de Cristo. Los miembros de la Llama o Rayo Oro-Rubí que aún no han evolucionado, presentan las características más negativas de la religiosidad, es decir, el fanatismo religioso.