Tarot Morgan Greer |
A fecha de hoy es casi impensable, al menos en el mundo occidental, que una persona abandone todas sus posesiones y relaciones mundanas, para embarcarse en la búsqueda solitaria de su propia esencia. Pero siglos atrás no era tan extraño. Queda constancia documentada de eremitas, hombres y también mujeres, que renunciaban al mundo para rencontrarse con Dios, por medio de la oración, el aislamiento y la frugalidad, vivían en pleno contacto con la naturaleza, alejados del ruido y de las exigencias propias de la época en que les había tocado vivir.
El Ermitaño no es un desterrado, un paria; es una persona que ha optado de forma libre y consciente por la soledad para poder focalizarse en el mundo interior y encontrar allí las respuestas que no halla en el mundo exterior. En su solitario caminar, va acumulando conocimientos que brotan de su interior, nada hay fuera que no exista dentro, pero no se los guarda para sí, sino que pacientemente espera a aquellos que hayan optado por seguir sus huellas. Con su candil iluminará el camino de los que vienen detrás y sólo con los que quieren saber compartirá su conocimiento.