Una de las cuestiones que más preocupan a las
personas que leen el Tarot, bien sea de forma esporádica, bien de forma
profesional, es el temor a que su energía se vea afectada negativamente.
Y esto tiene su lógica. No porque vayas a
abrir una puerta “dimensional” que pueda atravesar cualquier entidad oscura, o
incluso maligna. Sinceramente, yo no creo que esto pueda llegar a suceder. A no
ser que inicies la lectura de Tarot con invocaciones raras o que realices
sofisticados y arriesgados rituales, no hay ningún peligro.
Yo entiendo una lectura de Tarot como un
intercambio de energías entre la persona que lee y la que consulta, emisor y
receptor, y ahí, en ese intercambio es donde sí puede haber algún problema.
Cuando lees el Tarot, entras en un estado
receptivo y pasivo para, de ese modo, dejar que la intuición actúe sin
restricciones ni obstáculos. Por lo tanto, es más fácil que la energía
circundante te afecte de manera especial. Por otro lado, tu consultante, por lo
general, acude a ti con sus miedos, problemas, dudas, iras, tristezas,
angustias, resentimientos…., en fin, que es una fuente de energía de baja
vibración en ebullición. Así que, es muy fácil que te impregnes de parte de esa
negatividad.
Hay formas de protegerse y limpiarse para que
toda esa negatividad no nos afecte y, si llega a afectarnos, poder deshacernos
de ella de forma eficaz.