jueves, 3 de diciembre de 2009

EL DIABLO

Sin duda es una imagen odiada, temida y también adorada por ser mal entendida. El Diablo del Tarot no representa la figura del Ángel Caído, no es el rival de Dios. Muy al contrario, representa algo mucho más terrenal y mundano: nuestro lado más oscuro. Es esa sombra que todos tenemos y que, en la mayoría de las ocasiones, no queremos reconocer en nosotros mismos pero si que detectamos rápidamente en los demás.

Esta figura un tanto desagradable se yergue sobre un remedo de la piedra cúbica, que es en realidad un rectángulo oscuro (el conocimiento incompleto) ante un fondo negro que representa nuestra ignorancia. Esta piedra está adornada en su parte frontal con una gruesa argolla de la que cuelgan las cadenas que aprisionan a dos personajes que recuerdan, de forma sospechosa, a las figuras que ya vimos en la carta de los Enamorados.


Efectivamente, aquí volvemos a encontrarnos con Adán y Eva, desnudos, pero en esta ocasión uno cuernos adornan sus cabezas, a la vez que vemos sendas colas asomando por detrás de ellos, en el caso de Eva se remata con un racimo de uvas y en el de Adán con una llama prendida por la antorcha que porta el Diablo, representan el materialismo y los placeres más carnales. La parte más baja y más instintiva del ser humano es lo que simbolizan.

Las cadenas que aparentemente les retienen aprisionados junto al Diablo son ficticias, están tan flojas que perfectamente podrían liberarse de ellas, no hay más que ver la holgura de las mismas en sus cuellos. Pero no se liberan porque este arcano el la ilusión del cautiverio, son las cadenas que nosotros mismos nos ponemos y, aunque podríamos hacerlo, nos negamos a quitar, pensamos que al no apretar nuestro cuello no nos hacen daño, sin darnos cuenta de que no dejan de ser cadenas en nuestro cuello.

La figura central de la carta es el Diablo visto en su forma más tradicional. Sobre su frente encontramos el pentagrama invertido, que simboliza el uso negativo de la Magia. Siempre conviene recordar que existe la Magia, el tono blanco o negro se lo ponemos nosotros según sean nuestras intenciones al utilizarla. El pentagrama invertido representaría la Magia negra. Su cabeza de macho cabrío nos recuerda esas representaciones medievales de los aquelarres y el Baphomet de los Templarios.

Una alas extendidas de murciélago surgen de su espalda, recordándonos que su reino es la noche, la oscuridad. Sus repulsivas patas peludas acaban en unas garras que recuerdan las de un águila, lo que reflejaría el elemento Agua presente en esta carta, y es que las emociones están en todo lo oculto, todo lo oscuro que hay en el ser humano, evidentemente, las emociones más turbias y densas.

El gesto de sus brazos nos recuerda levemente el que ya vimos en la carta del Mago. Su mano derecha alzada está extendida mostrándonos el símbolo astrológico de Saturno, recordemos que este planeta es el regente del signo Capricornio que representa esta carta. Saturno es el planeta que limita y restringe. Su mano izquierda porta una antorcha encendida pero hacia abajo, son los poderes de Marte cuando se usan de forma invertida. Su luz es escasa, pues la luz que procede de la ignorancia humana siempre es débil y falsa.

Como ya hemos visto, el signo astrológico asociado al Diablo es Capricornio.


SIGNIFICADOS GENERALES: Esta carta es una de las peor entendidas del Tarot, tiene un significado negativo, por supuesto, pues hace referencia a aquellas obsesiones y esclavitudes que nos atan a algo o a alguien, pero son dependencias que nosotros elegimos libremente, nadie nos obliga salvo nosotros mismos, por eso mismo la liberación de dichas sumisiones depende de nosotros mismos: elegimos atarnos así que también podríamos elegir liberarnos. Hay otro significado al que se le da menos importancia, un error, y es aquel que rompe con las reglas establecidas, cuando la persona se siente impulsada a hacer algo que probablemente no está bien visto, pero necesita hacerlo para su propia liberación.

DERECHA: Maldad, astucia, violencia, fatalidad. Vicios, obsesiones, adicciones. El ego. Éxito por procedimientos dudosos, el fin justifica los medios. Falsos amigos. Venganza, autodestrucción. La persona dominada por la materia.

INVERTIDA: Revolución, hacer algo a pesar de los demás. Liberación, alivio. Los demonios del pasado. Desorden, abuso, prostitución crimen, suicidio. Magia negra.


AMOR:

DERECHA: Relaciones pasajeras, promiscuidad, sexualidad.

INVERTIDA: Celos. Abusos, escándalos, prostitución.


TRABAJO:

DERECHA: Éxito abusando de los demás. Honestidad dudosa. Ambición desmedida. Aumento de sueldo, de ganancias, de beneficios en las inversiones.

INVERTIDA: Inversiones que no traen beneficios. Negocios turbios: tráfico armas, blancas, droga, etc. Traiciones. Timos, engaños.


SALUD:

DERECHA: Enfermedades venéreas hereditarias (hemofilia, etc.). SIDA, tumores.

INVERTIDA: ETS, accidentes, virus, suicidio.

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