En Alemania el interés por el Tarot durante los siglos XVIII y XIX fue notable, con el añadido de una fértil imaginación que nos ha dejado algunas barajas realmente deliciosas. La temática era tremendamente variada; cualquier género podía utilizarse, los únicos límites los marcaba la imaginación del editor.
Uno de los temas que se utilizaron con mucha asiduidad fue lo que podríamos denominar los de tipo turístico, es decir, se trataba de una serie de barajas en las que se mostraban estampas de la vida cotidiana de distintas ciudades y/o muestras de su folclore, con especial hincapié en los trajes típicos de las distintas zonas.
Pero hay más. Se hicieron barajas con escenas chinas, uniformes turcos, animales, representaciones operísticas, temas literarios, oficios, momentos históricos, etc. Y estos son sólo algunos ejemplos. Lamentablemente han llegado hasta nuestros días muy pocos juegos completos.
Sería a finales del siglo XVIII cuando Johann Arnold, editó una baraja con los temas de animales tan del gusto alemán, pero introdujo una novedad que causó verdadero furor durante todo el siglo siguiente, y no es otra cosa que las barajas divididas en dos mitades presentando dos figuras, lo que se conoce como carta de dos cabezas. Recordemos que ya se había utilizado esta técnica anteriormente en otros países. Pero en esta ocasión los dibujos eran mitológicos.
Una de las barajas que se ha conservado razonablemente completa, es la reedición que el editor Theodor Otto Sutor realizó aproximadamente en 1.855 de un editor berlinés unos treinta años anterior, llamado Christian August Muller. El argumento central es el mundo animal y es una auténtica gozada ver como distintos animales llevan a cabo actividades humanas, con el traje y los complementos adecuados para llevar a cabo sus variadas tareas.
Por ejemplo nos vamos a encontrar en la carta III con un gato ataviado con levita y gafas tocando el violín ante una partitura. En la carta número X se retrata a un perro con delantal ajetreado entre pucheros. La ironía se hace presente cuando vemos en la carta XVI a un lobo como pastor de ovejas y en la XIX a la liebre, convertida en cazadora, acompañada de su lebrel y su escopeta. Merece la pena dedicar un tiempo a recrearse en cada una de las imágenes, es una increíble muestra de imaginación creativa. Más abajo podéis encontrar el enlace para ver varias cartas de este juego. Por desgracia es un mazo que está incompleto, faltan bastantes piezas, pero las que han llegado a nuestro tiempo nos dan una idea de cómo eran estas cartas.
Estas barajas se completan con las cartas numerales y de corte que son de doble cara y que utilizan los palos de la baraja francesa. Realmente estas cartas se utilizan para el juego que se llama Cego, lo realmente importante es que se vean los números que, como puede observarse, tienen un tamaño descomunal. Esto deja una libertad total para reflejar en la carta cualquier imagen, pues no interfiere en el juego ni la temática ni el colorido.
Otro enlace que incluyo es uno que reproduce motivos chinos. He tenido que tomar una edición de Viena de principios de siglo puesto que no he encontrado una alemana de la época, eran similares así que supongo que sirve para hacerse una idea de cómo eran.
En esta ocasión vemos una baraja de dos cabezas con una peculiaridad que se repite comúnmente y es que en cada una de las mitades de la carta, aparecen dos escenas que no guardan ninguna relación entre sí, salvo en la carta que hace la función del Jocker. En esta baraja también observamos que las cartas de corte son con los palos de la francesa y además vemos figuras occidentales que, al igual que el Jocker, sí se repiten en ambas mitades.
Este mazo es el de Theodor Otto Sutor:
Estas barajas se completan con las cartas numerales y de corte que son de doble cara y que utilizan los palos de la baraja francesa. Realmente estas cartas se utilizan para el juego que se llama Cego, lo realmente importante es que se vean los números que, como puede observarse, tienen un tamaño descomunal. Esto deja una libertad total para reflejar en la carta cualquier imagen, pues no interfiere en el juego ni la temática ni el colorido.
Otro enlace que incluyo es uno que reproduce motivos chinos. He tenido que tomar una edición de Viena de principios de siglo puesto que no he encontrado una alemana de la época, eran similares así que supongo que sirve para hacerse una idea de cómo eran.
En esta ocasión vemos una baraja de dos cabezas con una peculiaridad que se repite comúnmente y es que en cada una de las mitades de la carta, aparecen dos escenas que no guardan ninguna relación entre sí, salvo en la carta que hace la función del Jocker. En esta baraja también observamos que las cartas de corte son con los palos de la francesa y además vemos figuras occidentales que, al igual que el Jocker, sí se repiten en ambas mitades.
Este mazo es el de Theodor Otto Sutor:
http://a.trionfi.eu/WWPCM/decks02/d00554/d00554.htm
Este es el mazo del Cinneser-Tarocken, o Tarot de escenas chinas:
http://members.kabsi.at/alscher/chin.pdf
Este es el mazo del Cinneser-Tarocken, o Tarot de escenas chinas:
http://members.kabsi.at/alscher/chin.pdf
Que rareza!:O
ResponderEliminarPaso a dejarte saludos y desearte una buena semana ;-)
Cariños!
Hola guapísima
ResponderEliminar¿A que son alucinantes? También te deseo a tí buena semana, buen mes,... ¡¡¡¡buen todo!!!!
Besazos
Hola, Luna
ResponderEliminarMe alegra saber que te gusta el blog. Por supuesto que hay que visitar tu blog, siempre es un placer conocer nuevas páginas que aporten distintos puntos de vista sobre el Tarot, ya te comentaré mi impresión.
Un saludo y espero que nos leamos muchas veces más
hola, recien me estoy iniciando en el tema del tarot, a raiz de que una amiga me ha regalado un juego de Tarot aleman pero que tiene imagenes de Viena. Ahora bien, me gustaría saber mas de ellas si es posible. Un saludo y gracias.
ResponderEliminarHola Anónimo te doy la enhorabuena por tu “llegada” al Tarot, seguro que vas a disfrutar con ello. Me imagino que te refieres a una de las barajas de paisajes de ciudades que se hacían por el s. XIX. Realmente no puedo ampliarte mucha información sobre esta baraja en concreto. A finales del s. XVIII y durante gran parte del s. XIX, hubo una gran fiebre en Alemania por las cartas, fue una moda que tuvo una gran acogida por parte del público y por eso cada vez surgían nuevos diseños, lo mismo se basaban en la literatura, que en la música o en tipos de barcos, también en los trajes regionales, costumbres folclóricas, leyendas, mitología y sobre todo, como es el caso de tu baraja, ciudades y paisajes. Esta moda se traspasó al imperio Austrohúngaro y precisamente en Viena se crearon numerosas editoras de cartas.
ResponderEliminarEste tipo de cartas no guarda ningún valor simbólico o esotérico, son más bien retratos costumbristas de gente o paisajes, su valor es sobre todo artístico puesto que se reflejan monumentos y vistas de ciudades que en muchos casos ya han desaparecido. Veo un poco complicado utilizar esta baraja para temas meditativos o incluso adivinatorios.
Si te interesa la historia del Tarot hay algunos libros al respecto pero a mí el que más entretenido me resulta y a la vez me parece muy completo es “El arte del Tarot” de la editorial Orbis, en realidad es un coleccionable, pero la sección de historia es fantástica. Si sabes inglés, hay una página de un foro muy interesante que está compuesto por auténticos estudiosos del Tarot, sus aportaciones son muy brillantes, merece verdaderamente la pena conocerlo, se aprende mucho sobre distintos mazos de Tarot
http://www.tarotforum.net/forumdisplay.php?f=78
Un saludo y espero que te haya servido la información.