“El amanecer de los muertos” o “Zombie”, es la continuación que dio George A. Romero a “La noche de los muertos vivientes”, aunque haya una separación entre ambas de diez años. El listón había quedado muy alto y Romero parecía no cumplir las expectativas que tanto público como crítica tenían sobre sus siguientes trabajos.
Cuando Romero se decidió a dar una secuela a su primera obra, rápidamente contactó con el director y productor italiano Darío Argento, que por aquel entonces estaba en lo más alto. Aunque se dice que no se acabaron de entender demasiado bien, puesto que ambos poseen personalidades muy fuertes, y que Romero optó por dirigir solo la película, se nota en algunos puntos la mano de Argento.
La película arranca con el país (Estados Unidos) asolado por una auténtica riada de zombies. Fran (Gaylen Ross) es productora de un canal de televisión que, a pesar de la terrible situación, sigue en el aire, emitiendo noticias y debates sobre el apocalipsis zombie que se extiende por todas partes, sin que el ejército pueda hacer nada por evitarlo. Stephen (David Emge), su novio, trata de convencerla para ponerse a salvo lo más lejos posible, él es piloto y su plan es huir de la ciudad en un helicóptero.
Por otro lado, Peter (Ken Foree) y Roger (Scott H. Reiniger), dos miembros del equipo especial SWAT; han participado en el asalto a un bloque de pisos donde varios puertorriqueños se han atrincherado ya que se niegan a entregar los cuerpos de sus muertos; evidentemente, los muertos se transforman en zombies y, tras la carnicería, Roger decide huir junto con su amigo Stephen, no necesita grandes argumentos que convenzan a Peter para que le acompañe.
Haciendo uso de el helicóptero del canal de Fran, llegan hasta un centro comercial, en un principio, con la idea de hacer acopio de provisiones, pero no tardan en ver que sería una buena opción atrincherarse en su interior: tienen provisiones, armas, todo tipo de comodidades… tal como se presenta la situación en el exterior, optan por quedarse en el centro comercial.
El planteamiento de esta película es muy interesante: ¿qué mejor sitio que un centro comercial, que tiene todo lo que podamos imaginar? Bueno, todo no. Aquí en España tendríamos problemas para defendernos, no hay armerías en estos centros, así que habría que defenderse con imaginación, no con munición convencional. Además hay otro punto que no tendríamos a nuestro favor, necesitaríamos un personaje tipo Peter, que siempre tiene ideas y nunca le faltan recursos.
Se puede ver que la idea central de “La noche de los muertos” se vuelve a repetir aquí: grupo de personas que se encierran en un recinto para defenderse de una amenaza de zombies caníbales, liderados por un hombre negro valiente e imaginativo. Quizás en esta nueva entrega de Romero, vemos una cierta evolución de la idea. En primer lugar el grupo es más reducido y las relaciones entre ellos son buenas, se entienden, cooperan y ninguno de ellos perjudica a otro por su propio beneficio, todo lo contrario. Si bien es verdad que alguno de ellos comete verdaderas torpezas, completamente entendibles por las circunstancias que están viviendo (habría que ver qué hacíamos nosotros en su misma situación). Además, poseen más medios, tanto para subsistir como para defenderse, incluso para entretenerse.
Es inevitable no seguir estableciendo comparaciones entre una película y otra. La primera era en blanco y negro, la inmensa mayoría de la trama se desarrolla en noche cerrada. En cambio, en la segunda, salvo las escenas del asalto de los SWAT y la de los atracadores, siempre transcurre la acción a la luz del día o bien con suficiente iluminación. El paso del blanco y negó al color es terriblemente cruel con la caracterización de los zombies. En esta película descubrimos que los zombies pueden ser… ¡azules!
Así podemos enlazar con la sección de críticas. Para empezar, la banda sonora (o como quiera que se pueda llamar) y el maquillaje son absolutamente deleznables… y precisamente ahí radica su mayor encanto. Los zombies son la versión torpe y lenta, aún así, incomprensiblemente, logran atrapar a los vivos. No perdáis de vista a la zombie-enfermera, es completamente inasequible al desaliento. En general, a mi me parece que la primera película era más sobrecogedora que esta, los zombies me dan más miedo, me resultan más creíbles.
Hay algo que se ha criticado mucho de Romero y era su obsesión por hacer una crítica social, con el paralelismo entre los habituales visitantes a los centros comerciales y los zombies. Bueno, supongo que es su película y con ella hizo lo que quiso, a mí lo que realmente me interesa es la historia en sí.
Los actores no son muy conocidos, Gaylen Ross prácticamente se dedica a producir y dirigir, David Emge hace de vez en cuando algún papel y Scott H. Reiniger es profesor de actores. El único que ha tenido una carrera regular ha sido Ken Foree, que tuvo un papel interesante aunque completamente simbólico, en la versión de “El amanecer de los muertos” de 2.004 y al que hace no mucho vi en “Apocalipsis de los muertos”… se ve que le ha gustado el tema.
Como anécdota, uno de los atracadores motorizados es Tom Savini, un habitual de las películas de terror al que podéis recordar de “Abierto hasta el amanecer”, en el papel de Sex Machine. Es maquillador, experto en efectos especiales, doble de artistas y actor, no se puede pedir más. Es relajante comprobar cómo su estilo de maquillar mejoró bastante con los años, puesto que en “El amanecer de los muertos” se ocupó de esas labores con bastante poca fortuna. Aún así es un tipo admirable.
Es una película altamente recomendable y, aunque yo prefiero la versión moderna mil veces, es una deuda que tenía pendiente desde hace tiempo con Isaac, un fiel y buen amigo del blog. Espero que la disfrutéis, y recordad la frase que es lema de la película: “Cuando no quede más sitio en el infierno, los muertos caminarán sobre la tierra".
http://www.peliculasyonkis.com/pelicula/zombi-dawn-of-the-dead-1978-wuapi/
La película arranca con el país (Estados Unidos) asolado por una auténtica riada de zombies. Fran (Gaylen Ross) es productora de un canal de televisión que, a pesar de la terrible situación, sigue en el aire, emitiendo noticias y debates sobre el apocalipsis zombie que se extiende por todas partes, sin que el ejército pueda hacer nada por evitarlo. Stephen (David Emge), su novio, trata de convencerla para ponerse a salvo lo más lejos posible, él es piloto y su plan es huir de la ciudad en un helicóptero.
Por otro lado, Peter (Ken Foree) y Roger (Scott H. Reiniger), dos miembros del equipo especial SWAT; han participado en el asalto a un bloque de pisos donde varios puertorriqueños se han atrincherado ya que se niegan a entregar los cuerpos de sus muertos; evidentemente, los muertos se transforman en zombies y, tras la carnicería, Roger decide huir junto con su amigo Stephen, no necesita grandes argumentos que convenzan a Peter para que le acompañe.
Haciendo uso de el helicóptero del canal de Fran, llegan hasta un centro comercial, en un principio, con la idea de hacer acopio de provisiones, pero no tardan en ver que sería una buena opción atrincherarse en su interior: tienen provisiones, armas, todo tipo de comodidades… tal como se presenta la situación en el exterior, optan por quedarse en el centro comercial.
El planteamiento de esta película es muy interesante: ¿qué mejor sitio que un centro comercial, que tiene todo lo que podamos imaginar? Bueno, todo no. Aquí en España tendríamos problemas para defendernos, no hay armerías en estos centros, así que habría que defenderse con imaginación, no con munición convencional. Además hay otro punto que no tendríamos a nuestro favor, necesitaríamos un personaje tipo Peter, que siempre tiene ideas y nunca le faltan recursos.
Se puede ver que la idea central de “La noche de los muertos” se vuelve a repetir aquí: grupo de personas que se encierran en un recinto para defenderse de una amenaza de zombies caníbales, liderados por un hombre negro valiente e imaginativo. Quizás en esta nueva entrega de Romero, vemos una cierta evolución de la idea. En primer lugar el grupo es más reducido y las relaciones entre ellos son buenas, se entienden, cooperan y ninguno de ellos perjudica a otro por su propio beneficio, todo lo contrario. Si bien es verdad que alguno de ellos comete verdaderas torpezas, completamente entendibles por las circunstancias que están viviendo (habría que ver qué hacíamos nosotros en su misma situación). Además, poseen más medios, tanto para subsistir como para defenderse, incluso para entretenerse.
Es inevitable no seguir estableciendo comparaciones entre una película y otra. La primera era en blanco y negro, la inmensa mayoría de la trama se desarrolla en noche cerrada. En cambio, en la segunda, salvo las escenas del asalto de los SWAT y la de los atracadores, siempre transcurre la acción a la luz del día o bien con suficiente iluminación. El paso del blanco y negó al color es terriblemente cruel con la caracterización de los zombies. En esta película descubrimos que los zombies pueden ser… ¡azules!
Así podemos enlazar con la sección de críticas. Para empezar, la banda sonora (o como quiera que se pueda llamar) y el maquillaje son absolutamente deleznables… y precisamente ahí radica su mayor encanto. Los zombies son la versión torpe y lenta, aún así, incomprensiblemente, logran atrapar a los vivos. No perdáis de vista a la zombie-enfermera, es completamente inasequible al desaliento. En general, a mi me parece que la primera película era más sobrecogedora que esta, los zombies me dan más miedo, me resultan más creíbles.
Hay algo que se ha criticado mucho de Romero y era su obsesión por hacer una crítica social, con el paralelismo entre los habituales visitantes a los centros comerciales y los zombies. Bueno, supongo que es su película y con ella hizo lo que quiso, a mí lo que realmente me interesa es la historia en sí.
Los actores no son muy conocidos, Gaylen Ross prácticamente se dedica a producir y dirigir, David Emge hace de vez en cuando algún papel y Scott H. Reiniger es profesor de actores. El único que ha tenido una carrera regular ha sido Ken Foree, que tuvo un papel interesante aunque completamente simbólico, en la versión de “El amanecer de los muertos” de 2.004 y al que hace no mucho vi en “Apocalipsis de los muertos”… se ve que le ha gustado el tema.
Como anécdota, uno de los atracadores motorizados es Tom Savini, un habitual de las películas de terror al que podéis recordar de “Abierto hasta el amanecer”, en el papel de Sex Machine. Es maquillador, experto en efectos especiales, doble de artistas y actor, no se puede pedir más. Es relajante comprobar cómo su estilo de maquillar mejoró bastante con los años, puesto que en “El amanecer de los muertos” se ocupó de esas labores con bastante poca fortuna. Aún así es un tipo admirable.
Es una película altamente recomendable y, aunque yo prefiero la versión moderna mil veces, es una deuda que tenía pendiente desde hace tiempo con Isaac, un fiel y buen amigo del blog. Espero que la disfrutéis, y recordad la frase que es lema de la película: “Cuando no quede más sitio en el infierno, los muertos caminarán sobre la tierra".
http://www.peliculasyonkis.com/pelicula/zombi-dawn-of-the-dead-1978-wuapi/
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