miércoles, 11 de septiembre de 2019

LOS SETENTA Y OCHO GRADOS DE SABIDURÍA DEL TAROT. RACHEL POLLACK


Ya iba siendo hora de hacer la reseña de uno de los libros de Tarot más utilizados y apreciados por buena parte de los amantes de este Arte. “Los setenta y ocho grados de sabiduría del Tarot” es una ambiciosa obra de la autora estadounidense Rachel Pollack (1.945), dividida en dos tomos, el primero fue publicado el año 1.980 y se centra especialmente en el estudio de los Arcanos Mayores, la segunda en 1.983 y repasa los Arcanos Menores, además de contener un interesante apartado de lecturas y recomendaciones práctica. Aquí, en España, fueron los dos volúmenes publicados por la editorial Urano, desconozco si existe alguna traducción anterior. La de Urano es la que yo conozco.

Desconozco casi todo de la autora, lo que se puede leer en su biografía en Wikipedia y poca cosa más. Sorprende ver que es una mujer muy prolífica a la vez que variada en cuestiones temáticas, desde luego, su bibliografía sobre Tarot es bastante extensa. Yo solo tengo dos de sus libros, “Los setenta y ocho grados de sabiduría del Tarot” y “Tarot. Laberinto abierto” (un interesante manual muy práctico de uso del Tarot).


El primer volumen de esta obra se centra en especial en los Arcanos Mayores. Comienza con una breve pero jugosa introducción. Lo primero es un repaso, muy somero, por los orígenes del Tarot. A mucha gente le cansa que la mayoría de los libros que hablan de Tarot, arranquen con el habitual apartado dedicado a sus posibles orígenes. Pero a mí me parece que es necesario e inevitable. Hay que tener en cuenta que cuando se habla de cualquier materia, lo lógico es ponerla en contexto, explicar lo que es el Tarot (o lo que se cree que es el Tarot) sin hacer una mención a su posible origen es demasiado vago e impreciso.

Además, aunque las personas que llevan muchos años de estudio y trabajo con el Tarot, suelen, o mejor dicho, solemos, acumular muchos libros sobre este bello arte, por lo que puede parecernos un tanto reiterativo el capítulo de los orígenes, otras muchas personas hacen ese primer acercamiento al Tarot a través de ese libro en concreto, por lo que es una información que les resulta muy interesante para entender el mundo en el que se está introduciendo. Pensemos, por tanto, que estos libros se escriben para mucha gente, no para un pequeño grupo “de élite”.

Siguiendo con la introducción de este libro, Pollack nos explica por qué utiliza en concreto la baraja de Rider – Waite – Colman para basar sus explicaciones, aunque no descarta hacer referencia a otros mazos, porque considera que todas las versiones aportan gran riqueza al estudio del Tarot. Y esta postura me gusta, pues sintonizo por completo con ella, no se trata de posicionarse a favor o en contra de una u otra baraja, como es el caso del eterno y artificial enfrentamiento entre Rider y Marsella. El Tarot se va alimentando con cada nueva aportación, constituyendo un ente vivo y que se va actualizando a cada momento; puede que haya revisiones más interesantes como también las habrá más pobres (hay gustos para todo el mundo), pero está bien reconocer el valor de estas puestas al día constantes del Tarot. Os comparto este breve extracto, en el que la autora nos lo explica de forma muy clara:

“La mayor parte de los libros sobre el Tarot usan solamente un mazo para las ilustraciones; se trata de una autolimitación derivada quizá del deseo de representar el “verdadero” Tarot. Al escoger un mazo en vez de otro, en realidad estamos declarando que uno de ellos es correcto y el otro falso. Tal declaración es muy importante para aquellos autores, como Aleister Crowley o Paul Foster Case, que consideran que el Tarot es un sistema simbólico de conocimiento objetivo. Sin embargo, este libro ve en las cartas, más bien, un arquetipo de la experiencia, y a partir de esta visión ningún mazo es correcto ni falso, sino simplemente un complemento adicional del arquetipo. El Tarot es a la vez el total de todas las versiones diferentes a lo largo de los años, y una entidad aparte de cualquiera de ellas. En los casos en que una versión distinta de la de Waite permita profundizar en el significado de una carta específica, tendremos en cuenta ambas imágenes. En algunos casos –el Juicio, por ejemplo, o la Luna-, las diferencias son sutiles; en otros, como los Enamorados o el Loco, la diferencia es tajante. Al considerar varias versiones de la misma experiencia intensificamos la percepción que de ella tenemos”.

Tras la introducción interesante y necesaria, hay un apartado titulado “La pauta de cuatro cartas” que me parece vital para entender cómo enfoca la autora el verdadero sentido de los Arcanos Mayores. Es imprescindible leerlo y merece la pena una reflexión para poner en contexto la posterior explicación de los veintidós Arcanos. No voy a desgranar el contenido, sería tema para una entrada del blog completa, pero sí puedo adelantar que las cuatro cartas a las que hace referencia son: el Loco, el Mago, la Papisa y el Mundo. Rachel Pollack parte de un premisa: la disgregación psicológica del ser humano; el Tarot sería una de las muchas disciplinas o herramientas de las que nos podemos valer para conseguir la unificación psicológica que nos completaría como seres humanos. Leamos un párrafo que nos explica de forma impecable esta función del Tarot:

Rachel Pollack
“Las disciplinas que llamamos “ciencias ocultas” se inician con una profunda conciencia de todas estas dualidades y limitaciones. De allí pasan, sin embargo, a otra idea, la de que existe una clave o un plan que nos permitirá llegar a la unión de todo, unificar nuestra vida con nuestras esperanzas, y a la vez liberar la fuerza y la sabiduría latentes dentro de nosotros. La gente confunde con frecuencia los propósitos de las disciplinas espirituales. Muchos piensan que el Tarot es para decir la buenaventura, que los alquimistas quieren enriquecerse convirtiendo el plomo en oro, que para hacer sus conjuros los cabalistas pronuncian palabras secretas, y otras cosas semejantes. En realidad, estas disciplinas apuntan a la unificación psicológica. El “metal bajo” que el alquimista desea transformar en oro no es otro que él mismo. Al aceptar la doctrina de que hemos caído de un estado perfecto a otro limitado, el ocultista no cree que debamos simplemente esperar en forma pasiva una redención futura, operada en nosotros por un agente externo. Por el contrario, considera que es responsabilidad nuestra alcanzar esa redención, y que para ello hemos de encontrar la clave de la unidad.

El Tarot representa una versión de esa “clave”. No es la clave, de la misma manera que no es realmente una doctrina secreta. Representa un proceso, y una de las cosas que nos enseña es que cometemos un error cuando suponemos que la unificación adviene por mediación de alguna clave o fórmula sencilla. Nos llega, más bien, mediante un proceso de crecimiento e incremento de la conciencia, a medida que recorremos paso a paso las veintiuna etapas de los Arcanos Mayores”.

Después de este análisis con las cuatro cartas, comienza la radiografía de los Arcanos Mayores. Rachel Pollack los agrupa en tres líneas de siete cartas cada una, ordenadas numéricamente, constituyendo la carta del Loco una unidad por sí misma y, por lo tanto, no entra en ninguna de las tres categorías. Estas son:
Primera línea: Los Arcanos del I al VII. Es la línea de la conciencia, las preocupaciones exteriores más materiales que se derivan de la vida en sociedad.
Segunda línea: Los Arcanos del VIII al XIV. Se refiere a la subconsciencia, es la búsqueda interior que debemos realizar si queremos descubrir quiénes somos.
Tercera línea: Los Arcanos del XV al XXI. Es la superconsciencia, se trata del desarrollo de la conciencia espiritual y la liberación de la energía arquetípica.

En cada una de las cartas, encontramos una breve descripción del simbolismo pictórico, con interesantes asociaciones con asuntos de la vida cotidiana tanto a nivel más mundano como psicológico, como no podría ser de otro modo, también aprenderemos sus significados de carácter predictivo. Además, las cartas se analizan tanto derechas como invertidas.

En resumen, es un libro interesante, uno de mis favoritos sobre el Tarot. Como ya he dicho en diversas ocasiones, este libro, como cualquier otro, debemos tomarlo como una herramienta que alimenta nuestro aprendizaje; pero no representa la verdad absoluta del Tarot, es el fruto de las investigaciones, estudios y experiencias de su autora, que generosamente comparte con cualquiera que quiera sumergirse en sus páginas. Pero cada persona ha de encontrar su propia verdad del Tarot y este proceso es un camino de por vida.

En una próxima entrega, revisaré la segunda parte de esta gran obra.

4 comentarios:

  1. muchas gracias por la informacion desconocia cierta informacion

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    1. Hola, Tarot del amor. Me alegra saberlo. Es un libro muy recomendable que aconsejo sin reservas
      Saludos

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  2. hola,no conecto con esta autora.estoy leyendo justamente este libro.siento cierto resentimiento de ella hacia el catolicismo y religiones monoteistas q no me agrada,y yo no soy catolica,pero no me gusta q pierda tanto el tiempo tirando para alla las cosas en vez de centrarse en el arcano.entiendo q muchas de las ilustraciones tienen simbolos catolicos o cristianos pq pamela colman lo era,solo digo q es mucho el tiempo q gasta en centrarse en eso y de manera un poco negativa,nada mas.se q es como LA maestra de tarot,pero yo no conecto con su vision.me quedo eso si con algunas cosas por supuesto.
    el libro de los mayores q tengo es la primera revision,medio mal traducida al parecer pq algunas partes no se entienden mucho,y los significados invertidos los pasa muy por encima.esto es asi en las revisiones siguientes o da un poco mas de info sobre las invertidas?

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    1. Hola, JC. Si me permites de voy a dar mi opinión sobre lo que comentas, pero es solo una opinión. Nadie tiene la maestría sobre el Tarot, probablemente solo la tenían quien o quienes crearon este arte. Rachel Pollack es una más de las muchas personas que estudian el Tarot y en sus libros comparten su visión, que no es ni mejor ni peor, simplemente es su visión. Si que es verdad que, por los motivos que sean, los libros de Rachel Pollack durante años han tenido mucha repercusión, quizás por la sencillez de su lenguaje, por un marketing certero... por lo que sea. Pero no es más que una persona compartiendo su forma de entender el Tarot. Tal vez no conectes con ella, no pasa nada, hay muchos libros sobre Tarot, si sientes que lo que ella te cuenta no te convence o no te gusta, déjalo, investiga en otras fuentes.
      El tema de tu resentimiento hacia el catolicismo es ya una cuestión personal tuya, no pasa nada, hay otros libros que tienen enfoques muy distintos. Una parte del trabajo con de Tarot consiste en investigar entre diversas fuentes, desechar lo que no nos parece oportuno y quedarnos con lo que nos aporta información que sentimos útil. Te animo a que busques otras vías, hay cientos, miles diría yo. Aquí, en la sección de fuentes y biografías, he reseñado unas cuantas obras de distinta autoría que te pueden interesar, y hay muchas más, hoy en día con internet lo tenemos mucho más fácil que hace unos años.
      En cuanto a lo que comentas de las cartas invertidas, Rachel Pollack, como pasa con bastantes tarotistas, no les da tanta importancia, incluso hay quien no las utiliza nunca. Como te comentaba anteriormente, cada persona tiene su criterio personal a la hora de trabajar con el Tarot, ninguno es mejor ni peor, son solo formas de ver y entender la misma cosa.
      Recibe un saludo

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