Me gustaría dar un salto hacia atrás en el tiempo para hablar de una preciosa baraja de Tarot que se hizo en Bolonia en el siglo XVII. Es obra de Giuseppe María Mitelli (1.634 – 1.718), un original artista que, si bien siguió la corriente artística de su época, decidió adaptarla a su propia idiosincrasia. Sus modelos pictóricos eran personas corrientes: vendedores, trabajadores,… gente de la calle, lo queda un valor añadido a su Tarot como auténtico testimonio en imágenes de su época.
También los personajes pertenecientes a los altos estamentos eran reflejados en sus cartas, aunque no salían muy bien parados, puesto que en realidad eran caricaturas más que retratos.
Su baraja fue editada el año 1.669, en realidad tenía forma de libro, se titulaba: “Juego de cartas con nueva forma de tarocchini”. En esta época estaba muy de moda reducir las 78 cartas del Tarot hasta 62, era una forma de hacer más rápido y ágil el juego. Normalmente las cartas sacrificadas eran las numerales de los cuatro palos entre el dos y el cinco, ambas incluidas.