Siguiendo con las figuras de la Corte, llegamos al Caballo o Caballero de Copas. Recuerdo que esta figura, en todos los palos en general, abarca la juventud y primera etapa de la madurez masculina. En este caso vemos al Caballero vestido con una reluciente armadura y portando una copa, a lomos de un caballo blanco. El cielo está completamente azul y podemos ver la silueta de unas montañas y a sus pies, en lo que parece ser un valle, serpentea un río de tranquilas aguas azules.
Como no podía ser de otro modo, el cielo en esta carta es azul. Estamos hablando del palo de Copas, que representa el elemento Agua: las emociones, los sentimientos, el inconsciente… Ninguna nube amenaza la tranquilidad del cielo. Del mismo modo, vemos que el río que recorre el valle, transcurre mansamente siguiendo su cauce normal, no hay remolinos, ni saltos, ni cascadas, simplemente fluye, se deja llevar lo que nos da una pista de una cierta pasividad, de un acomodamiento a las circunstancias y a los sucesos.