Hace unos días, cuando escribía la entrada sobre el Tarot de Oswald Wirth, hacía mención a este acrónimo al comentar el Arcano de la Torre. Generalmente, casi todas las personas que hemos sido educadas en el cristianismo, conocemos el significado de I.N.R.I. que nos enseña el Nuevo Testamento; en el Evangelio de San Juan (19,19) se explica que Poncio Pilatos colocó en la cruz, sobre la cabeza de Jesús, la inscripción: “Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum" Jesús de Nazaret Rey de los Judíos.
Pero el ocultismo nos desvela otros significados además del arriba mencionado para estas cuatro letras. Esta palabra se ha utilizado especialmente en la Alquimia. Entre sus muchos significados hay algunos más conocidos y otros que lo son menos. En cualquier caso es bueno tener materia para la reflexión, así que expondré unos cuantos.
Sinceramente yo siempre he conocido la primera traducción, así que a ella me atengo, reconozco que mi relación con el latín, en mis años de estudiante, fue un tanto “dramática”, así que no me siento capacitada para defender una u otra versión. Lo importante es el significado que encierra la frase y no es más que la energía del elemento Fuego como el gran purificador y transmutador de la existencia. Es la renovación espiritual. Hay que pensar que no se está hablando del fuego de forma literal, no se quiere decir que para renovar algo o a alguien, haya que prenderle fuego. En ocultismo siempre se lee entre líneas.
Para dar una pista de la función del Fuego, podría decir que el calor en sus distintos grados de actividad, facilita las operaciones, físicas y químicas, en todos los estados: sólido, líquido y gaseoso. Ahora bien, apliquemos este principio al terreno espiritual; no es difícil sacar conclusiones.
Otra aproximación que podemos hacer al término I.N.R.I. es desde el punto de vista cabalístico, tomando para ello el alfabeto hebreo: la I (Yod) es Iamaim (Agua), N (Nun) es Nour (Fuego), R (Resch) es Ruasch (Aire) y la última I (Yod) es Iabeshah (Tierra). Es decir, sería la representación de los cuatro elementos, presentes en todos los niveles de la Creación.
Existía una antiguo ritual Rosacruz para las iniciaciones de determinado grado, en que se llevaba a cabo un diálogo con una inmensa carga cabalística; se planteaban en él las cuatro cuestiones siguientes:
“¿De dónde venís?” de I-udea
¿Hacia dónde vais? a N-azaret.
¿Quién es vuestro guía? (el Arcángel) R-afael
¿De qué tribu sois? de I-udá”
Según nos dice Denys Roman en su libro: “René Guénon y los destinos de la Franc-masonería”: “Las dos primeras respuestas, tienen evidentemente un carácter cristiano pronunciado. La tercera, comporta un sentido hermético, pues Rafael (“Remedio de Dios”) hace alusión al elixir de larga vida, es decir, a la “verdadera medicina” (la veram medicinam del acróstico Vitriolum). En cuanto a Iudá, era la tribu real de los Judíos”.
Para dar una pista de la función del Fuego, podría decir que el calor en sus distintos grados de actividad, facilita las operaciones, físicas y químicas, en todos los estados: sólido, líquido y gaseoso. Ahora bien, apliquemos este principio al terreno espiritual; no es difícil sacar conclusiones.
Otra aproximación que podemos hacer al término I.N.R.I. es desde el punto de vista cabalístico, tomando para ello el alfabeto hebreo: la I (Yod) es Iamaim (Agua), N (Nun) es Nour (Fuego), R (Resch) es Ruasch (Aire) y la última I (Yod) es Iabeshah (Tierra). Es decir, sería la representación de los cuatro elementos, presentes en todos los niveles de la Creación.
Existía una antiguo ritual Rosacruz para las iniciaciones de determinado grado, en que se llevaba a cabo un diálogo con una inmensa carga cabalística; se planteaban en él las cuatro cuestiones siguientes:
“¿De dónde venís?” de I-udea
¿Hacia dónde vais? a N-azaret.
¿Quién es vuestro guía? (el Arcángel) R-afael
¿De qué tribu sois? de I-udá”
Según nos dice Denys Roman en su libro: “René Guénon y los destinos de la Franc-masonería”: “Las dos primeras respuestas, tienen evidentemente un carácter cristiano pronunciado. La tercera, comporta un sentido hermético, pues Rafael (“Remedio de Dios”) hace alusión al elixir de larga vida, es decir, a la “verdadera medicina” (la veram medicinam del acróstico Vitriolum). En cuanto a Iudá, era la tribu real de los Judíos”.
Existen muchas más versiones, por ejemplo la conocida: “Igne Nitrium Roris Invenitur” que podría traducirse como: Por medio del fuego se descubre el nitro del rocío. Según Wirth, “el rocío es el agua celestial que se condensa en la superficie de los cuerpos. Es el depósito del espíritu universal de la naturaleza, que se concentra en el nitro, que se nos presenta así como una sustancia esencialmente activa, vehículo de las energías más activas. En la entidad humana, es lo que podría llamarse el Alma Motriz, que estimula todos los impulsos irresistibles”.
Pero hay muchas más interpretaciones, conozcamos alguna más. “Intra Nobis Regnum Iehova” que significa: Dentro de nosotros está el Reino de Jehová. Otra sería “In Nobis Regnat Ille” que podría traducirse como Él triunfa en nosotros. También tenemos la versión “Ineffabile Nomen Rerum Initium” que significaría El Nombre inefable es el inicio de todas las cosas, en este último caso estaríamos ante una clara alusión al uso de la Palabra Creadora.
Propongo meditar sobre estas frases y, también tratar de inventar nuevas. Sí, lo habéis leído bien. Partiendo de estas cuatro letras: I.N.R.I., se puede hacer un trabajo de creación de frases. Es un ejercicio que bien conocen los estudiantes de la Cábala más ortodoxa. En el fondo, algunas de las frases anteriormente mencionadas, y otras que no he creído oportuno apuntar, son producto de la reflexión de alguien. Sólo pido que hagáis un intento serio, en estado de relajación… seguro que os sorprenderán los resultados.
Me ha gustado mucho esta entrada y me ha parecido muy interesante el ejercicio que propone, me gustaria hacerlo, pero no acabo de entender como habria que formar la frase. podria darme algun ejemplo o indicación.
ResponderEliminarMuchas gracias y disculpe las molestias. Nube
Hola, Nube. Esto es lo que se llama Notarikón, consiste en formar una palabra con las iniciales de una frase, que tenga sentido, lógicamente. Lo que yo propongo es exactamente los contrario, formar frases tomando como inicial de cada una de las palabras las letras de I.N.R.I.
ResponderEliminarEn este caso no se tienen en cuenta preposiciones ni artículos, puesto que sería muy complicado formar una frase sin ellos. Si se tiene un nivel de latín alto, se podría intentar en esa lengua, yo desde luego, no me siento capacitada, así que te voy a proponer un ejemplo en la mía:
"las Ideas Nacen de los Recuerdos del Inconsciente".
Como ves, es una frase que tiene sentido, tanto lógico como espiritual, he añadido preposiciones y artículos según he necesitado, pero he respetado las cuatro letras de la palabra I.N.R.I. y el orden de las mismas.
Te animo a que intentes algo parecido y ya me cuentas, si hay algo que no te ha quedado claro no dudes en decirmelo
Saludos
Infante Nacido Rey Inmortal
ResponderEliminarHola, Anónimo, se puede crear cualquier frase a partir de las siglas: I.N.R.I., por supuesto, otra cosa es que tenga sentido, especialmente teniendo en cuenta que la inscripción no está escrita pensando en el idioma castellano contemporáneo, pero bueno, ¿por qué no? Cada cuál que capte el mensaje que más resuene en su interior.
EliminarSaludos y gracias por comentar