De nuevo vemos en esta carta las dos torres que ya conocemos y que nos remiten a los dos pares de opuestos, las dos polaridades, aunque no lo olvidemos, las torres son construcciones humanas; por eso no debemos quedarnos en ellas sino ir más allá. Están flanqueando el camino que se debe recorrer para evolucionar y llegar a la altura de la verdadera sabiduría representada por las montañas.
La Luna carece de luz propia, se limita a reflejar la luz que proviene del Sol, por eso desconcierta y es fácil que lo que parece claro cuando es iluminado por ella, sea poco menos que un espejismo. La Luna es la representación del psiquismo, pero también de lo femenino Las distintas fases de la Luna nos reflejan el arquetipo femenino: el Cuarto Creciente la Doncella, la Luna Llena la Madre, la Luna Menguante la Mujer Madura al empezar a declinar y la Luna Nueva la Bruja.