Paciente y metódicamente, un artesano trabaja unas piedras circulares. Graba pentáculos con precisión y según va terminando las piezas, las cuelga para su exhibición, como si nos quisiera decir:”¿Ves como el trabajo continuado acaba dando sus frutos?”
Este personaje recuerda a los artesanos masones que labran la piedra bruta, esculpiendo con su mazo y su cincel, hasta conseguir la piedra cúbica, es decir, la perfección y la excelencia. En este caso, está trabajando en pentáculos grabados dentro de círculos, la forma perfecta, sin aristas, ni lados. Además, el material utilizado es el oro, el más noble de los metales, el símbolo solar.