Lo primero que se debe hacer al hablar de esta historia, es agradecer la terquedad y decisión del Abate Pourcher, párroco de la abadía de Saint Martir de Bouchaux, en la región de Gevaudan. Su entusiasmo por este relato que formaba parte de la historia viva de la región, llevó al abate a recopilar datos sobre un caso que ocurrió casi siglo y medio atrás. Ningún editor quiso publicar su obra “Historia de la bestia del Gevaudan, auténtico azote de Dios”.
Pero él no se arredró, y decidió imprimirlo por su cuenta y riesgo el año 1.889. Gracias a él conocemos esta historia, que está perfectamente documentada y contrastada. El origen de estos hechos se remonta al año 1.764, se sitúa en la región francesa del Gevaudan, en la comarca de Auvernia. El verano acaba de comenzar y una campesina que regresa con sus bueyes de sus campos, en la localidad de Langogne, es sorprendida por el ataque de una inmensa “Bestia”, tal como ella describió; afortunadamente los bueyes ponen en fuga al monstruoso atacante.