También el orden se puede buscar en los niveles mentales. Para conseguir avanzar en el camino espiritual es necesario tener nuestras ideas y prioridades perfectamente estructuradas, una buena manera de hacer esto es confeccionar dos listas, en una se reflejarían aquellos objetivos y cualidades que creemos son importantes para nuestro desarrollo, tanto espiritual como el material; en la otra lista podríamos apuntar todas las situaciones y rasgos de nuestra personalidad que sentimos como limitantes para conseguir los objetivos marcados en la anterior lista.
Si, por ejemplo, en nuestra primera lista hemos anotado como cualidad deseable el optimismo, en la segunda lista podemos apuntar todas aquellas acciones y pensamientos que creemos nos impiden desarrollar esa característica, quizás la propensión a desanimarnos ante el primer contratiempo, la fijación en los pensamientos negativos, la costumbre de buscar en todo el defecto antes que la virtud, etc. Y ¿qué papel cumple aquí el Emperador? Pues, muy sencillo, meditar sobre él nos ayudará a tener las ideas más claras a la hora de confeccionar ambas listas.
Una de las más interesantes aportaciones del Emperador consiste en ayudarnos a asentar los pies en la tierra, nos recuerda que, si estamos en el plano material, es por alguna buena razón, por lo tanto no debemos descuidar los asuntos más terrenales. Aquellas personas que tienen tendencia al “escapismo” hacia otros planos y otras realidades, pueden servirse de la carta del Emperador para recordar que coexistimos en varios planos y lo deseable es armonizar la influencia de cada uno de ellos y no el refugiarnos en uno para huir de los otros.
La figura del Emperador nos retrotrae a personajes que luchaban para conquistar y proteger lo conquistado. En cierto modo, trabajar con esta carta nos puede ayudar también para afianzarnos en nuestras propias conquistas concretando en lo material, por decirlo de algún modo, nos ayuda a “mandar en lo nuestro”, cuando sintamos que nos invade la indecisión o la inseguridad, trabajemos con el Emperador para reafirmarnos en nuestro propio territorio.
Sintetizando, el trabajo con la carta del Emperador nos va a ayudar en distintos ámbitos: primero para desarrollar la lógica y el razonamiento, así como la iniciativa y la resolución activa de los problemas. Además favorece el orden en todos los planos de nuestra existencia. Nos sirve para asentarnos cuando tenemos deseos de huir de la realidad.
El Emperador se relaciona con la letra hebrea Heh, cuyo significado es ventana. Para algunos la asociación es con la letra Daleth.
En Alquimia se relaciona con el azufre.
En el Árbol de la Vida se sitúa en el sendero entre Chockmah y Tipheret
La relación astrológica es con el signo Aries.
Color: Rojo.
Orden y razón son dos características que definen a la perfección las fuerzas que representa este Arcano. Curiosamente, el hombre tiene dos tendencias contrapuestas para enfrentarse a las características antes nombradas. En primer lugar el orden, desde que el ser humano puebla la tierra, ha intentado ordenar y clasificar. Asignar un nombre a todo lo existente ya es un intento de clasificación, como cantaba Bob Dylan, “El hombre puso nombre a los animales”, todo lo etiquetamos y ordenamos por categorías, en un intento de que los objetos no escapen a nuestro control. En el otro extremo, está la tendencia, también natural del hombre, al caos, al desorden, a regular las vivencias con leyes y normas, para después saltárselas e incumplirlas.
La misma dicotomía se da en la razón, el ejemplo más representativo es el constante enfrentamiento entre ciencia y creencia, lógica y fe, casi se diría que no pueden existir la una sin la otra pues se necesitan ambas para después contraponerse, es muy difícil e infrecuente que ambos términos se armonicen y complementen (que sería lo deseable). Nos movemos constantemente entre los pares de opuestos, el Emperador no es una excepción.
También las fuerzas masculinas están representadas por este Arcano a la perfección; no se trata aquí de hombres o mujeres, sino fuerzas positivas-activas y fuerzas negativas-pasivas. El Emperador necesita la fertilidad de la Emperatriz para poder concretar en el mundo material. Son complementarios, no opuestos, se necesitan para manifestarse. En algunos escritos que profundizan en las correspondencias entre el Tarot y la Alquimia, se relaciona a la Emperatriz con la Sal y al Emperador con el Azufre, dos principios básicos creadores. No lo olvidemos, el Emperador es el agente activo, así que posee una fuerza realizadora.
El Emperador nos ayuda a establecer el orden en todos los planos, lo mismo en el físico nos impele a colocar nuestros armarios o el escritorio, y en el mental nuestras ideas, pensamientos, conceptos. Es conveniente tener siempre presente la máxima hermética que nos dice “Como es arriba es abajo”, el desorden en uno de los planos se ve reflejado en los demás. La persona que es incapaz de organizarse, que vive en un continuo alboroto de cosas y objetos, está simplemente reflejando en el plano físico el absoluto caos existente en el resto de los planos de su existencia.
La meditación sobre la figura del Emperador nos ayudará a ordenar nuestros pensamientos, para que seamos capaces de priorizar y discernir entre lo que es importante y lo que no. Muchas veces nos perdemos en una nube de pensamientos improductivos que escapan a nuestro control, y ese alboroto se hace extensible a todas las áreas de nuestra vida. Está bien meditar con este Arcano para intentar reconducir esa anarquía mental y espiritual, pero ¿qué tal si damos un empujoncito a la meditación poniendo algo de nuestra parte? Empecemos por establecer un cierto orden en nuestra cartera, o en el cajón de la mesilla, o en aquel armarito en el que guardamos nuestros papeles y que siempre nos proponemos colocar, aunque acabamos posponiéndolo sine die.
Ordenar no es sólo colocar, es también limpiar, deshacerse de lo que ya no sirve; el ser humano es un acumulador nato de objetos inservibles por si algún día los puede necesitar. Aquello que no se utiliza desde hace años, no tiene sentido guardarlo. No me refiero a tirar esas fotos antiguas, ni aquella carta que tiene gran valor sentimental; hablo de deshacernos definitivamente de las instrucciones de aquel aparato que hace tiempo tiramos a la basura y que aún seguimos guardando, o de aquellos tickets de compra que no sabemos ni de qué son, o la caja de cerillas rota de aquel bar en el que conocimos a ese chico tan maravilloso hace diez o doce años, del que, por cierto, no recodamos ni la cara… Hablo de esas cosas que ni sabemos que tenemos, si ignorábamos que estaban ahí, no tienen demasiado valor para nosotros ¿no?, así que no estaría de más tirarlas a la basura. Es bueno recordar siempre la Ley de Correspondencia, lo que se da en un plano, tiene su reflejo en los otros. Empecemos por el más accesible, el material.
El Emperador nos ayuda a establecer el orden en todos los planos, lo mismo en el físico nos impele a colocar nuestros armarios o el escritorio, y en el mental nuestras ideas, pensamientos, conceptos. Es conveniente tener siempre presente la máxima hermética que nos dice “Como es arriba es abajo”, el desorden en uno de los planos se ve reflejado en los demás. La persona que es incapaz de organizarse, que vive en un continuo alboroto de cosas y objetos, está simplemente reflejando en el plano físico el absoluto caos existente en el resto de los planos de su existencia.
La meditación sobre la figura del Emperador nos ayudará a ordenar nuestros pensamientos, para que seamos capaces de priorizar y discernir entre lo que es importante y lo que no. Muchas veces nos perdemos en una nube de pensamientos improductivos que escapan a nuestro control, y ese alboroto se hace extensible a todas las áreas de nuestra vida. Está bien meditar con este Arcano para intentar reconducir esa anarquía mental y espiritual, pero ¿qué tal si damos un empujoncito a la meditación poniendo algo de nuestra parte? Empecemos por establecer un cierto orden en nuestra cartera, o en el cajón de la mesilla, o en aquel armarito en el que guardamos nuestros papeles y que siempre nos proponemos colocar, aunque acabamos posponiéndolo sine die.
Ordenar no es sólo colocar, es también limpiar, deshacerse de lo que ya no sirve; el ser humano es un acumulador nato de objetos inservibles por si algún día los puede necesitar. Aquello que no se utiliza desde hace años, no tiene sentido guardarlo. No me refiero a tirar esas fotos antiguas, ni aquella carta que tiene gran valor sentimental; hablo de deshacernos definitivamente de las instrucciones de aquel aparato que hace tiempo tiramos a la basura y que aún seguimos guardando, o de aquellos tickets de compra que no sabemos ni de qué son, o la caja de cerillas rota de aquel bar en el que conocimos a ese chico tan maravilloso hace diez o doce años, del que, por cierto, no recodamos ni la cara… Hablo de esas cosas que ni sabemos que tenemos, si ignorábamos que estaban ahí, no tienen demasiado valor para nosotros ¿no?, así que no estaría de más tirarlas a la basura. Es bueno recordar siempre la Ley de Correspondencia, lo que se da en un plano, tiene su reflejo en los otros. Empecemos por el más accesible, el material.
Tarot Morgan Greer |
También el orden se puede buscar en los niveles mentales. Para conseguir avanzar en el camino espiritual es necesario tener nuestras ideas y prioridades perfectamente estructuradas, una buena manera de hacer esto es confeccionar dos listas, en una se reflejarían aquellos objetivos y cualidades que creemos son importantes para nuestro desarrollo, tanto espiritual como el material; en la otra lista podríamos apuntar todas las situaciones y rasgos de nuestra personalidad que sentimos como limitantes para conseguir los objetivos marcados en la anterior lista.
Si, por ejemplo, en nuestra primera lista hemos anotado como cualidad deseable el optimismo, en la segunda lista podemos apuntar todas aquellas acciones y pensamientos que creemos nos impiden desarrollar esa característica, quizás la propensión a desanimarnos ante el primer contratiempo, la fijación en los pensamientos negativos, la costumbre de buscar en todo el defecto antes que la virtud, etc. Y ¿qué papel cumple aquí el Emperador? Pues, muy sencillo, meditar sobre él nos ayudará a tener las ideas más claras a la hora de confeccionar ambas listas.
Una de las más interesantes aportaciones del Emperador consiste en ayudarnos a asentar los pies en la tierra, nos recuerda que, si estamos en el plano material, es por alguna buena razón, por lo tanto no debemos descuidar los asuntos más terrenales. Aquellas personas que tienen tendencia al “escapismo” hacia otros planos y otras realidades, pueden servirse de la carta del Emperador para recordar que coexistimos en varios planos y lo deseable es armonizar la influencia de cada uno de ellos y no el refugiarnos en uno para huir de los otros.
La figura del Emperador nos retrotrae a personajes que luchaban para conquistar y proteger lo conquistado. En cierto modo, trabajar con esta carta nos puede ayudar también para afianzarnos en nuestras propias conquistas concretando en lo material, por decirlo de algún modo, nos ayuda a “mandar en lo nuestro”, cuando sintamos que nos invade la indecisión o la inseguridad, trabajemos con el Emperador para reafirmarnos en nuestro propio territorio.
Tarot Connolly |
Sintetizando, el trabajo con la carta del Emperador nos va a ayudar en distintos ámbitos: primero para desarrollar la lógica y el razonamiento, así como la iniciativa y la resolución activa de los problemas. Además favorece el orden en todos los planos de nuestra existencia. Nos sirve para asentarnos cuando tenemos deseos de huir de la realidad.
El Emperador se relaciona con la letra hebrea Heh, cuyo significado es ventana. Para algunos la asociación es con la letra Daleth.
En Alquimia se relaciona con el azufre.
En el Árbol de la Vida se sitúa en el sendero entre Chockmah y Tipheret
La relación astrológica es con el signo Aries.
Color: Rojo.
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