EL COLGADO SEGÚN AHIMSA LARA RIVERA

Tarot Hanson Roberts

El acercamiento al Tarot se puede abordar desde múltiples enfoques que, según los intereses y forma de ser de cada persona, se sentirá más o menos afinidad. Siento especial simpatía por un libro de Ahimsa Lara Rivera que propone el uso del Tarot como método de sanación, tanto del cuerpo y la mente como del alma. El libro se llama “La sanación con el Tarot” (editorial Edaf). Y hoy quiero invitaros a leer la maravillosa presentación que la autora hace del Colgado.

He de hacer una advertencia: la edición que yo tengo del libro es la 4ª, del año 1.995, este dato es importante para entender la explicación astrológica que podéis leer en el segundo párrafo. No importa que haya pasado el tiempo, la esencia es totalmente actual, así que os recomiendo que leáis atentamente puesto que es un texto muy ilustrativo sobre el significado del arcano y sobre todo, nos da algunas pistas de aplicaciones prácticas.

“El arcano número DOCE nos señala el final de un ciclo humano donde la clave futura está en equilibrar los opuestos entre recursos y realidad material; esta lámina nos enseña que, para la salud del planeta, no podemos seguir cortando árboles en el pulmón del mundo, la Amazonia, sin pagar más adelante tamaño error; no podemos seguir liberando CO2 sin discriminación, ya que el Sol nos abrasará vivos o nos congelará; en una palabra, el alquimista del siglo XX debe dejar de buscar fuera el oro material para encontrar dentro de sí la Piedra Filosofal, el elixir de larga vida o la inmortalidad; recuerda que tú que me lees, individualmente eres como Hércules, quien debió realizar DOCE trabajos para reafirmarse a sí mismo; tú y sólo tú puedes limpiar los establos de tu propia mente; si sólo uno lo hace adecuadamente, quizás el resto de la especie lo imitará; aunque mientras funcionen las ideas de separatividad será muy complejo que esto ocurra.

El arcano número DOCE nos está contando que es tiempo de purificar la mente; es hora de ser Acuarianos, hijos de la Nueva Era; es tiempo de “morir” y “renacer” de las propias cenizas. Plutón, señor de la muerte y regeneración, está en Escorpio y desde 1.984 y estará ahí hasta 1.995; en 1.990 se dio la gran conjunción de Urano, Neptuno y Saturno en Capricornio; ahora Saturno está en el signo de Piscis y permanecerá en él hasta abril de 1.996; el planeta kármico estará dos años y medio en el signo más kármico, con lo que seguramente se producirán muchas dificultades en todos aquellos que estén enganchados a las memorias del pasado o a querer seguir “chupando” del bien común; estos padecerán de ansiedad y realidad concreta, problemas que sólo se paliarán con humildad y el entendimiento psicológico de los demás, estando todos dispuestos a trabajar duro por los más desafortunados, obteniendo el don de la profundidad, estabilizando la psique y llegando a un entendimiento real de lo material y lo espiritual; debemos de dejar de compadecernos y lamentarnos de nosotros mismos, debemos dejar de lamentar los errores del pasado y hacer algo lúcido y concreto por el presente o futuro; debemos ser alquimistas de nuestro propio ser; debemos atemperarnos y llevar nuestra mente al verdadero Nirvana, sin aditivos anormales; la lámina número doce es la más indicada en meditación para hacerte llegar a ello, ya que es generadora de un vacío útil y necesario para la integración mental; en un momento dado, en nuestro camino iniciático los ataques serán a través de la imaginación, es decir; tendremos miedos terribles, miedos que sólo el raciocinio lúcido nos hará transmutar adecuadamente; tendremos tanto temor y miedo que algunas películas nos parecerán cuentos de hadas al lado de nuestra realidad perceptiva; sólo hay un camino: depurar y limpiar la mente, obteniendo un sentir más puro y solidario; renunciar y sacrificar, a esto es a lo que nos puede ayudar el arcano número doce, El Colgado, quien representa al sacrificio y la renuncia de lo mundano por la trascendencia hacia el sí mismo, es la necesidad del descanso del guerrero, la necesaria renuncia al ego antes que nada; por ello, en esta lámina se nos habla de un ciclo que ha terminado como punto de iniciación menor; las siguientes diez láminas nos harán entrar en la iniciación mayor.


Tarot Dodal



Esta lámina representa una suspensión en el vacío. Nos sugiere la ley de polaridad y ritmo, en cuanto a que cada polaridad acaba siendo reemplazada por su complementaria. La figura dibujada en el arcano número doce sugiere la idea del sacrificio, pero si observas el rostro de este personaje, verás una sonrisa feliz, lo cual indica que él mismo decidió esa suspensión en el vacío como una parada imprescindible para sopesar el camino recorrido y un descanso mental y físico más intenso necesario antes de cada acción inmediata. El Colgado o Ahorcado, como se le llama en el Tarot clásico, es esa parte de nosotros que un buen día decide ir a la búsqueda de los orígenes. Esta posición, cabeza abajo en el yoga, es una de las asanas más purificadoras, ya que el realizarla de modo disciplinado ayuda a deshacer los nudos o paredes opresoras que son nuestras defensas emocionales, las cuales son derrumbadas a través de dicho ejercicio. El Colgado parece querer nutrirse del cálido y nutricio flujo y reflujo del arriba y abajo. Está así como queriendo decirnos que hay que hacer un profundo análisis de los orígenes, o como Buda decía: “Si deseas desatar un nudo, conoce primero cómo fue trabado, quien conoce los orígenes de las cosas también conoce su disolución”.

El Discipulado es el nombre que yo le doy a esta lámina, ya que para mí representa la posibilidad del encuentro con el Yo verdadero o Maestro interior, al que es necesario escuchar en el silencio para adquirir la sabiduría que desata los nudos de la personalidad inferior, liberándonos de ella. Es posible que cuando medites, en esta lámina tengas dicho encuentro; no lo desestimes, ya que un guía, más que útil, es esencial para toda liberación o transformación. En la mitología puedes observar esto que te digo; Osiris (hemisferio izquierdo), inducido mediante engaño a tumbarse en un cofre, es encerrado en él y arrojado a un río, más tarde llega al mar, luego a tierra firme, incorporándose en el tronco de un árbol, para terminar siendo el armazón de una casa.

Tarot el Bosco

Estas cuatro etapas representan a nuestros cuerpos mentales, emocionales o astrales, etéricos o perceptivos, sensoriales o materiales, físicos y utilitarios, cada una de estas formas son adquiridas con el descenso del espíritu a la materia. También Teseo se libera del laberinto (mente confusa), a través de seguir el hilo conductor de Ariadna (alma guía). ¿Recuerdas el énfasis de tu abuelita, quizás, cuando te hacía rezar a tu Ángel de la Guarda? Bien, en esta lámina los antiguos sabios nos llevan de vuelta a los orígenes, recordándonos que toda liberación de cautividad es cosa de cada uno, y que si sabemos encontrar la ayuda interna, la escuchamos discerniendo sabiamente, resolveremos y realizaremos nuestro destino a través de un libre albedrío potencial y no sólo teórico.

Meditando en esta lámina te aseguro que podrás desatar las cadenas o nudos que te atan al Samsara (vida tras vida), convirtiéndote con el tiempo y las transformaciones progresivas en tu propio maestro”.