Estamos viviendo tiempos extraños, difíciles.
Esta situación es absolutamente novedosa; nos enfrentamos a un confinamiento
para el que no tenemos ninguna preparación. De un día para otro, nuestra forma
de vida se ha visto completamente alterada. El impacto psicológico es tremendo,
el económico también. En nuestras manos está cómo afrontemos este período tan
complicado. Con este artículo quiero aportar mi granito de arena ofreciéndote
ideas y herramientas no solo para hacer más llevadero este trance, sino también
para que lo veas como una oportunidad de crecer y fortalecerte.
Pocos consejos médicos puedo dar, puesto que
no es mi campo, solo puedo recomendar que estés al tanto de las directrices que
se están dando desde los organismos oficiales competentes, tanto en la prevención
y cuidados físicos, como en las normativas que regulan la cuarentena, que en
cada país se han decretado. Hagamos uso del sentido común y de la solidaridad
ahora más que nunca, no solo se trata de que yo no me contagie, es importante
no convertirnos en un agente propagador del Covid-19. Así que, por favor,
seamos responsables y extrememos las precauciones.
Cada persona está viviendo una situación
única. Hay quienes siguen trabajando fuera de sus casas y quienes pueden
hacerlo desde las mismas, quienes han tenido que cesar en sus actividades
temporalmente o incluso definitivamente. También quienes viven a solas y
quienes tienen situaciones familiares diversas. Probablemente no hay dos casos
iguales. No es lo mismo crearte tus propias reglas, a tu aire, que compartir
espacio con otras personas. Del mismo modo, que no es lo mismo una pareja
adulta que una familia en la que hay distintas franjas de edad, lo que implica
varios tipos de necesidades. Y un factor que hay que tener muy en cuenta, en
los casos en los que están conviviendo varias personas es la calidad de las
relaciones familiares.
Una buena medida, para todo el mundo, es
establecer unos horarios… ¡y cumplirlos!, en los que alternemos obligaciones
con momentos de esparcimiento. De este modo, podemos establecer una rutina que
sea productiva, sin caer en el desánimo y el exceso de preocupación. Si hay
estudiantes en la casa, ateniéndonos al nivel en el que estén, es importante confeccionar
un horario que tenga en cuenta las horas lectivas combinándolas con unas horas
de juego, ocio,…adecuándonos a la edad. Si trabajas en casa, hay que aplicar el
mismo criterio. Me parece fundamental que, en el caso de familias, haya un
reparto de tareas de la casa, pero también que se dedique un tiempo a
actividades comunes: juegos, ver una película toda la familia junta, hablar de
lo que está sucediendo y cómo se está viviendo (algo muy aconsejable y
liberador), pero también momentos de intimidad, en los que cada uno de sus
miembros tenga su propio espacio para que haga lo que quiera.
Tanto si vives con más gente, como si no
tienes a nadie más en casa (en este caso es todavía más aconsejable), puedes
aprovechar para dedicar un tiempo a ponerte al día con esas cosas pendientes
que vamos aplazando y que llevan meses esperando que hagamos algo al respecto.
Ahora es un buen momento para hacer limpieza de armarios, cajones, escritorios,
realizar esos pequeños arreglos que pueden ir desde coser el bajo de un
pantalón a pegar la pata de esa silla que lleva ni se sabe cuánto bailando, o
limpiar los filtros de la campana extractora de la cocina, o vaciar de basura y
archivos duplicados en tu ordenador, seleccionar y almacenar la enorme cantidad
de fotos que has acumulado en el teléfono móvil liberando así la memoria ¿cuánto
tiempo hace que no pasas el antivirus o haces una limpieza del sistema, tanto
del móvil como del ordenador?
Y ahora me quiero centrar en la parte mental –
espiritual, que es lo que me interesa especialmente. Lo primero es cuidar
nuestra alimentación. Es momento de usar la imaginación, de aprovechar lo que
tenemos en casa para hacer comidas lo más saludables que podamos. Dejemos los
dulces, refrescos y alimentación artificial en general para momentos puntuales,
podemos hacer el domingo o el sábado una comida especial, para romper la
rutina, en la que nos regalemos de forma excepcional. Pero pensemos que esto es
una carrera de fondo, así que cuidemos nuestra dieta diaria, de forma sensata y
equilibrada.
Otro punto que es importante es el ejercicio
físico. Ahora más que nunca, deberíamos dedicar un tiempo a diario para
compensar la falta de actividad física con rutinas que suplan la falta de
movilidad a la que este enclaustramiento nos somete. No desaproveches ninguna
ocasión para caminar por la casa, para ejercitarte, especialmente si no tienes
demasiado espacio. En los enlaces que verás más abajo te propongo algunas
páginas que te pueden ayudar para hacer ejercicio de forma más específica. Es
indispensable tanto para la mente como para el cuerpo y, lo que es más
importante aún, para la estabilidad anímica.
Y centrándonos en esa estabilidad, resulta muy
positivo dedicar un tiempo a actividades que nos gusten, al mismo tiempo que
entretienen la mente y nos ayudan a soltar tensión; hacer crucigramas, sudokus,
puzles, leer, tejer, pintar, dibujar… elige alguna (o más de una) actividad de
este tipo para explayarte y relajarte. Tal vez parezca pueril, pero dedicar un
rato al día, por ejemplo, al baile, puede ser liberador. Para todas estas
actividades, internet puede sernos muy útil. Busca canciones que te gusten, que
te levanten el ánimo (no es el momento de baladas lacrimógenas) y baila, aunque
seas un auténtico pato, qué más da, canta como un grajo, no importa, pero
regálate ese momento de diversión, te sorprenderás de lo gratificante que es transportarte
durante un rato a esa adolescencia que ya quedó atrás, nadie te ve, y si te
ven, qué más da. Disfruta, suelta y llénate de energía, no importa si hay más
gente contigo o solo estás tú, da igual. Te sorprenderán los resultados. Garantizado.
Es importante mantener lo más posible el
contacto social y más si no tienes a nadie más en casa. De nuevo internet se
convierte en un verdadero aliado. Por medio de vídeo llamada, aplicaciones tipo
skype, etc., podemos hablar con nuestros seres queridos viéndonos las caras,
incluso puedes enseñar a los abuelos el traje de robot de la niña confeccionado
con retales caseros, o el dibujo creativo – artístico del niño… es una forma de
que la familia se sienta unida por unos instantes. Yo ya he tenido alguna charla
a través de estos medios con amigas, quedando un día para tomarnos una caña,
como habríamos hecho en un bar antes de la cuarentena, brindamos con una
cerveza o un vino o un refresco y charlamos. Acuérdate de forma especial de las
personas mayores de tu entorno, aquellas que están pasando en soledad la
cuarentena, sean de la familia o del vecindario, descuelga el teléfono durante unos
minutos para tener una conversación, para saber que están bien, para que te
cuenten sus inquietudes, esto puede suponer una inyección de ánimo inimaginable.
Si me permites un consejo, es importante
mantenerse al tanto de las noticias para saber qué está pasando y conocer las
nuevas normativas que se van decretando, pero no te recrees con horas de
información (que a veces es des-información) saturando tu mente.
Hay más cosas que puedes hacer para pasar el
tiempo de forma productiva y positiva, y aporto aquí unos cuantos enlaces para
motivarte, busca por internet y vas a encontrar mucho más, ahora tienes tiempo
para explorar.
Prueba a pintar mandalas, enfocan tu atención
y hacen que pasen los minutos volando:
También puedes visitar museos online:
Un ejercicio fabuloso para la mente es
aprender algo nuevo. Está demostrado que el aprendizaje de una materia nueva,
crea nuevas conexiones sinápticas en tu cerebro, por lo que ahora es un buen
momento para aprender un idioma, o perfeccionar aquel que dominas, aquí tienes
un enlace a una página gratuita, pero puedes encontrar muchas más, es cuestión
de investigar un poquito:
También puedes aprovechar el tiempo, a la vez
que ejercitas tu mente, para hacer algún curso de tu interés. En estas dos páginas puedes encontrar una
gran variedad de cursos que abarcan distintos tipos de materias: matemáticas,
informática, psicología, arte, nutrición. Los hay gratuitos, los hay de pago, y
algunos incluso tienen un certificado, lo que más adelante puede resultar muy
útil para incluir en tu currículum, tú eliges:
Para compensar la falta de ejercicio, hay que
movilizar el cuerpo, levántate del sillón y actívate. Puedes encontrar muchas
páginas que, de forma gratuita, te van a ayudar a mantener la forma física a la
vez que te oxigenas y centras tu mente. No importa si no has sido deportista en
tu vida, hay para todos tipo de personas. Tienes donde elegir, yo te recomiendo
algunos enlaces, pero investiga por tu cuenta y seguro que encuentras aquello
que mejor te venga. Aquí puedes encontrar yoga, pilates, cardio, ejercicio de
mantenimiento, para todos los gustos y niveles.
Incluso puedes aprovechar este retiro forzoso
para dedicar un tiempo a esas molestias que arrastras desde hace tiempo con una
práctica más concreta, te recomiendo este canal hecho por fisioterapeutas profesionales,
en el que encontrarás ejercicios para distintas dolencias: escoliosis,
tendinitis varias, fascitis, lumbalgia, artritis, etc.
Estas son solo algunas sugerencias. Busca por
la red más ideas: cursos de cocina, tratamientos de belleza naturales, aprender
algún baile de salón o tradicional, música, lectura, juegos virtuales, etc.
También utiliza los recursos que tienes en casa: juegos de mesa, cartas, puzles…
Puedes hacer algo creativo y que a la vez es liberador: escribe. Sobre qué lo
hagas, es lo de menos, deja volar tu imaginación y escribe un relato, o quizás
puedes volcar en el papel todo lo que llevas dentro, cómo te sientes, tus
miedos y esperanzas.
Y para el final he dejado lo que atañe al
ámbito espiritual, algo que es importante siempre, pero ahora más que nunca.
Para guardar el equilibrio, hay que atender y cuidar todas las facetas:
emocional, material, mental y espiritual. Con frecuencia animo desde este blog
a dedicar un cierto tiempo a la introspección, a conectar con nuestro Yo
Superior o como queramos denominarlo.
Un rato de meditación al día puede ayudarnos a
desconectar de lo exterior, pausando el tiempo para adentrarnos en el silencio
interior. Puedes meditar sin ayuda o recurrir a meditaciones guiadas, hay un
gran número de recursos en la red que puedes aprovechar, te ofrezco un par de
canales que te pueden ayudar, pero amplía tu búsqueda hasta que encuentres lo
que más te atraiga.
Puedes también retomar o iniciar el
aprendizaje de disciplinas con las que sientas afinidad: Cábala, Wicca,
Astrología, Numerología, etc. Indaga, selecciona y céntrate en aquellas fuentes
con las que sintonices. Y, por supuesto, te propongo que profundices en el
estudio y la práctica del Tarot. En este blog tienes recursos más que
suficientes para iniciarte. O si llevas un tiempo estudiando, adquirir más
conocimiento y, sobre todo ejercitarte. Revisa las distintas secciones del blog
encontrarás tiradas, descripciones de cada una de las cartas y un acercamiento
al Tarot más espiritual que también puede inspirarte.
En breve publicaré la última carta que queda
por repasar, el Rey de Bastos, así que ya no habrá excusa. Visita otras
páginas, recaba en otras fuentes inspiración, pero, por favor, no lo reduzcas a
un mero trabajo intelectual de recopilación de datos. Usa tus cartas, tócalas,
siéntelas, contempla sus imágenes, medita sobre lo que ves en ellas, realiza
tiradas, concéntrate en entender lo que te están diciendo.
Espero que estas sugerencias que te comparto te resulten útiles, no dudes en utilizar los comentarios para opinar sobre ellas, aportar ideas y enlaces que puedan ayudar a otras personas a hacer más llevadero este período difícil que nos está poniendo a prueba. Intentemos transmutar esta situación en una oportunidad de auto conocimiento y de crecimiento.
Gracias !!
ResponderEliminarGracias a tí, Diana por tu visita y comentario. Espero que encuentres ideas que sean de utilidad y que este período que estamos viviendo te aporte riqueza interior.
EliminarSaludos
Ainsss, si hubiera visto este post hace tiempo.
ResponderEliminarHe probado en hacer dibujos Con Mandalas y me encanta!!
Es una gran afición.
Un saludo
Hola, ConMandalas. Como suele decirse; "Nunca es tarde, si la dicha es buena". Estas ideas sirven para cualquier momento, aunque la intención era hacer más llevadero ese período raro y sórdido que tuvimos que atravesar, intentando sacar una enseñanza positiva de lo negativo que vivimos.
EliminarEl ejercicio de pintar, y también dibujar, mandalas es relajante, entretenido y aporta muchos beneficios a todos los niveles. Es muy aconsejable y celebro que los disfrutes, pueden llegar a ser absorbentes.
Saludos y gracias por tu comentario.