Con
esta carta completamos el repaso del palo de Bastos y, por consiguiente, de toda
la baraja. Ha sido un largo camino, pero hoy, por fin, se cierra el círculo de
los 78 Arcanos. Y despedimos este trayecto con un Rey de Bastos potente y
poderoso.
Centrémonos
en la figura central, que se encuentra sentada en un trono y sosteniendo una
vara larga con su mano derecha. No es un anciano; como en todas las cartas de
los Reyes del Tarot Rider-Waite-Colman, se trata de un hombre maduro, pero aún
joven, distinto al caso del Tarot de Marsella en el que algunos de sus Reyes
(Oros y Copas) son mucho más mayores y su edad se refleja en la barba blanca.
Su
postura no es relajada, pero tampoco tensa, está alerta, yo diría que
vigilante, preparado para actuar en cualquier momento. Casi se podría pensar
que está esperando que lleguen retos y desafíos para afrontarlos de forma
contundente y sin dilaciones. Toma decisiones y las ejecuta sin
contemplaciones. Recordemos que los Bastos son Fuego, por tanto, acción y
energía. Su cabeza está adornada con una corona cuya forma me lleva a pensar en
unas llamas flameantes. Es uno de los muchos símbolos que evocan el elemento Fuego,
como el color de la túnica que viste y así como el velo bajo la corona que
cubre su cabeza.
Sus
pies se asientan firmemente en la tarima de piedra, que es la solidez, sus
zapatos son verdes, al igual que la parte superior de su capa, que nos habla
del contacto con la naturaleza, así como de la fertilidad. El collar dorado
sobre su pecho representa su dignidad real. La capa amarilla viene adornada con
salamandras, símbolo del Fuego. El trono sobre el que está sentado, no tiene
reposabrazos, no necesita apoyos, se basta y se sobra por sí mismo. Está
adornado su alto respaldo con figuras de leones rampantes, que representan el
signo solar, correspondiéndose con Leo, y unas salamandras, formando un círculo
a modo de Ouroboros.
Cuando
hicimos el repaso del Caballo de Bastos, presenté una comparativa sobre el
símbolo del Fuego, las salamandras, en tres cartas: Sota, Caballo y Rey.
Recomiendo repasar esos párrafos. No voy a volver a repetir lo mismo en esta
ocasión, pero si quiero remarcar la consecución de esa idea que arrancó en la
Sota y que se expandió con la acción del Caballo, ahora es el dominio absoluto,
el Rey es el producto de ese logro. También quiero llamar la atención sobre la
pequeña salamandra que encontramos en el ángulo inferior derecho. ¿Qué os
sugiere esta imagen? Para mí, ver la salamandra junto al Rey, en la tarima
sobre la que se eleva el trono, me refuerza en el pensamiento ese poder que ha
adquirido con su elemento, el Fuego, y ahora ambos comparten reinado.
Con
su mano derecha sostiene una larga vara representativa de los Bastos; como ya
hemos visto en otras cartas de este palo, brotan una hojas verdes en la parte
superior.
El
fondo es un cielo azul, sin una nube, nada hay capaz de perturbar la mente del
Rey y, si se diera el caso, ya se encargaría él de despejar la amenaza de forma
implacable. El suelo es de color naranja, similar al que veíamos en la carta
del Emperador, recordándonos la fuerza combativa y poderosa de Marte.
Significados generales: Como las otras figuras del palo
de Bastos, físicamente puede representar a personas de ojos y cabello claros.
Su carácter sería el que se relaciona con los signos de Fuego: Aries, Leo y
Sagitario. Es un hombre maduro, que habitualmente se asociaba con el hombre
casado. Puede representar al consultante, el padre, abuelo, amigo, esposo, etc.
pero también puede ser alguien guarda una relación profesional o económica con
el consultante y está en una posición de poder: Jefe de estado, gobernante, director
de una empresa, supervisor, socio, profesor, etc.
Carácter:
Honesto, honrado, noble, con sentido de la responsabilidad. Emprendedor,
capacidad de mando y de tomar iniciativas. Muy educado y con un gran sentido de
la justicia. Líder.
Oportunidades
y desafíos que se nos presentan. Capacidad para adelantarse a cualquier
inconveniente y solventarlo. Relación con un hombre maduro.
Es
una carta buena para negocios, comercio, inventos, estudios. Momento idóneo
para iniciar un negocio o proyecto laboral. Poder adquirido por méritos
propios. Tradicionalmente solía representar a un hombre de campo.
Invertida:
Severo, austero, demasiado estricto. Tal vez se trata de un superior tan
exigente que bordea el despotismo. Puede llegar a ser manipulador y egoísta.
Mal aspectada, esta carta puede referirse a una persona viciosa, alcohólica.
Abuso
de poder, tiranía. Severidad excesiva. Acciones demasiado viscerales e
impulsivas. En las relaciones puede hablar de una de las partes de la pareja
que quiere imponer su criterio a toda costa, o que se deja llevar por los
celos. Trabajo insatisfactorio, demasiada presión y exigencia. Éxito parcial.
Tarot precisa de estudio, y práctica, con un maestro. Y comprobar que se sabe. Verificando resultados.
ResponderEliminarGracias por tu aportación. Un saludo.
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