El Dos de Copas es una carta que tiene un simbolismo muy fuerte. Al verla, es inevitable evocar la imagen de uno de los Arcanos Mayores: Los Amantes. Vemos a la pareja en esta ocasión sus cuerpos cubiertos con vestidos y copa en mano, en pie, frente a frente separados tan solo por un caduceo. Sobre ellos, en sustitución del Ángel, vemos un león alado. El cielo es de un azul muy pálido, es el color del elemento agua, en su versión más suave y delicada, como lo es toda la iconografía de la carta, nada de colores fuertes, o figuras retorcidas, o actividad extrema. Todo es suavidad y armonía.
El fenómeno de la creación se produce a todos los niveles por la conjunción de dos fuerzas: una que es activa y otra que es pasiva, una emite y la otra recibe. La ausencia de una de las dos fuerzas, hace que sea imposible la creación de nada. Nuestra pareja de hoy reproduce este principio Hermético. El hombre es la parte activa y positiva, la mujer la parte pasiva y negativa. No me cansaré de repetir que cuando se habla de activo y negativo, no se refiere a que una cosa es buena y otra es mala, simplemente que una cosa se mueve y la otra permanece quieta, es absolutamente necesaria esa doble polaridad para la generación de un resultado.