La figura central es una suerte de saltimbanqui o tal vez bufón, con sombrero alargado, que parece hacer malabares con una lemniscata y dos pentáculos. Recordemos que el número dos representa la doble polaridad en todo lo existente, sea visible o invisible, siempre hay un par de opuestos que, cuando guardan equilibrio perfecto, desembocan en la creación y en la armonía.
El símbolo del infinito, ese ocho horizontal que conocemos con el nombre de lemniscata, rodea las monedas, de tal manera que parece querer recordarnos que este equilibrio de fuerzas es eterno, y siempre está produciéndose; no importa lo que hagamos, sea grande o pequeño, trascendente o insignificante, la ley de la polaridad estará presente.