Hay una serie de tiradas muy sencillas que se pueden realizar con todo el Tarot o bien solo con los Arcanos Mayores. Ente ellas, una de las más usadas y conocidas es la tirada del Pasado - Presente - Futuro. Solamente necesitamos 3 cartas. De lo más simple y a la vez, de lo más completo.
Para realizar una lectura no se necesitan grandes cosas. Lo principal es sentir que la mente y el cuerpo están relajados, también es importante sentir que en ese momento tenemos predisposición para trabajar con el Tarot. No siempre nos apetece, hay días en los que la mente está perezosa y se nos hace muy cuesta arriba realizar una lectura, por muy simple que esta sea. Es muy frecuente que cuando una persona quiere que le hagamos una lectura, presione para que se la hagamos de forma inmediata. No es buena idea si no nos apetece o nos sentimos torpes en ese momento. Hay que decir que no y si es preciso, explicar el por qué de la negativa, la otra persona debería entenderlo. Lo que no debe hacerse es una lectura bajo presión.
Por supuesto si tenemos alguna molestia física, una enfermedad, o nos sentimos tristes o enojados, descartemos el trabajo con el Tarot hasta que nos encontremos mejor. Una lectura realizada con un estado de ánimo abatido, va a tener un carácter tremendamente negativo y pesimista. Hay que saber leer los mensajes que envía nuestro cuerpo, es más listo de lo que pensamos y él será quien nos diga si es el momento adecuado o no.
Supongamos que nos encontramos en un estado óptimo y que decidimos realizar la lectura. El cuerpo y la mente están relajados y en estado receptivo. La persona que nos consulta formula su pregunta, si hacemos la tirada sin consultante, seremos nosotros mismos quienes preguntemos, poniendo todos nuestros sentidos en la pregunta. Uno de los puntos clave para que la lectura sea de provecho, consiste en hacer preguntas correctas. Una pregunta mal formulada o llena de vaguedades, dará un resultado sin sentido
Es una tirada muy concreta y directa. Muy adecuada para problemas cuyo origen desconocemos y no sabemos muy bien como afrontarlos. El Pasado nos indica el origen del problema en concreto, nos remite al momento en que el problema se originó.
El Presente nos indica cómo está en este momento el problema, la situación tal como está ahora. Por último el Futuro nos va a mostrar un desarrollo posible, que no el único. Nos va a indicar el posible resultado que se va a producir teniendo en cuenta la evolución de la situación actual.
Lo interesante del Tarot es que nunca nos presenta una sucesión de hechos inamovibles, sino que nos muestra un posible resultado teniendo en cuenta los distintos factores que entran en juego, de tal modo que siempre queda la puerta abierta a la posibilidad de enderezar el rumbo y ser nosotros mismos quienes decidamos nuestro propio destino. Nunca debemos olvidar algo: el Libre Albedrío. Es muy importante que tratemos de explicar este pequeño pero decisivo detalle a la persona que nos quiera consultar: el futuro está por construir, no hay nada determinado, puede haber tendencias, corrientes que influyen, pero nada más.
En el dibujo hemos visto como sería la colocación de las cartas para esta tirada: de izquierda a derecha damos los valores: 1 Pasado. 2 Presente y 3 Futuro. No hay una norma fija a la hora de barajar ni de colocar las cartas. A mi me gusta extenderlas sobre la mesa y mezclarlas repetidas veces, advierto que yo utilizo cartas invertidas. Después las coloco boca abajo sobre la mesa y antes de la interpretación doy la vuelta a todas las cartas. Hay personas que prefieren ir descubriendo las cartas según las van interpretando, otras directamente las colocan hacia arriba… cada uno lo hace como más le gusta.
El hecho de tener todas las cartas vueltas antes de empezar a interpretar, me da una visión general del tema. Es muy frecuente que los golpes de intuición vengan en el primer momento, puesto que una vez que empiezas a observar con detenimiento la tirada, la racionalización entra en juego y es más difícil que la intuiciones no estén mediatizadas por la parte racional del cerebro. En mi caso es así, en otros casos puede funcionar de otra manera, cada cuál que investigue cual es la forma de hacer las cosas con la que se siente más cómodo.
Vamos a ver un ejemplo con una pregunta concreta para ver cual sería el desarrollo de la secuencia: Una consultante imaginaria, a la que llamaremos Silvia, tiene problemas con su pareja; siente que desde hace tiempo las cosas no van bien y, aunque no ha sucedido nada en concreto, la relación se ha ido enfriando hasta un punto que teme por la continuidad de la misma. Bien, ya tenemos una pregunta concreta: ¿Qué está sucediendo con la relación de Silvia? Y con esta tirada lo que vamos a descubrir es: El origen del problema, que sería el Pasado (carta 1), el estado en el que se encuentra dicha relación en este momento, el Presente (carta 2) y, teniendo en cuenta lo que nos digan las dos cartas anteriores, lo que previsiblemente va a pasar con dicha relación, el Futuro (carta 3).
Este es el resultado que han dado las cartas:
Pasado: Sol invertido
Presente: Colgado
Futuro: Ermitaño.
Cuando hacemos una lectura con las posiciones de las cartas previamente establecidas hay que atenerse a esas posiciones, otra cosa es que la intuición nos “susurre al oído”, por supuesto es importante escucharla pero si, como en este caso, hemos dado un valor a cada posición debemos mantener dichos valores. Si, por ejemplo, tenemos al Sol en la posición de Pasado, no debemos interpretarlo como predicción, sino como origen o raíz del problema. Otra cosa es que analicemos el conjunto de cartas en general, pero cada posición debe respetarse.
En primer lugar, demos un vistazo general al conjunto de cartas para ver que sensaciones nos transmite: podemos ver que no estamos ante una tirada muy alegre. El Sol, carta altamente positiva, aparece invertido, su acompañamiento no es precisamente “la alegría de la huerta”, tenemos al Colgado y al Ermitaño, así que ya podemos notar que la pareja, efectivamente, no está pasando por un momento dulce.
Analicemos una por una las cartas: En el Pasado el Sol invertido nos habla de orgullo, soberbia, sería bueno preguntar a Silvia a quién reconoce en esta carta: ¿es ella?, ¿es él? ¿o son ambos orgullosos y poco dispuestos a ceder? En temas amorosos muchas veces el Sol, que en su posición natural transmite alegría y positividad, cuando aparece invertido nos puede llamar la atención sobre la sensación de soledad que existe tras una fachada de alegría, no perdamos de vista que más adelante encontraremos al Ermitaño.
En el Presente el Colgado habla de frialdad en las relaciones, en el momento actual la pareja ha entrado en un punto muerto, se ha estancado. Siguiendo la línea secuencial Sol invertido-Colgado, ¿no sugiere una relación que empieza a decaer y ninguno de los dos componentes hace nada al respecto? Si en el Presente tuviésemos una carta fuerte y de lucha como podría ser la Fuerza, podríamos decir que al menos uno de los dos está luchando por enderezar la situación, pero el Colgado avisa de una pasividad por ambas partes.
Llegamos a la carta de Futuro: el Ermitaño. En vista de las dos cartas que hemos visto anteriormente y teniendo en cuenta lo que significa esta carta, la previsión podría hacer referencia a una separación, al menos temporal, de la pareja. Tengamos en cuenta que el Ermitaño tiene varios significados, tal vez podría advertirnos: “Se precisa buscar el consejo de alguien”. Pero en este caso, el conjunto de cartas va mostrando, en tres etapas, la decadencia de una pareja, que puede desembocar en soledad.
Ahora bien, si tomamos el Tarot exclusivamente como un método predictivo, nos podríamos quedar en este punto. Pero cuando trabajamos con el Tarot como un método de intuición y consejo, la tirada cobra un cariz mucho más positivo. ¿Cómo se puede hacer esto? Muy sencillo. Las cartas nos advierten de un enfriamiento en la pareja, puede que nuestra consultante, Silvia, sea consciente o no de este hecho, tal vez el orgullo les haya llevado a ambos a no arreglar sus diferencias, a no hablar de lo que no les gusta o de lo que no aprueban en el otro; al no expresar lo que sienten han comenzado a distanciarse, sintiéndose solos dentro de su propia relación. En el Presente no están haciendo nada por solucionar el problema y bien sabemos que cuando un problema no se soluciona no desaparece por arte de magia, sino que empieza a retroalimentarse hasta que se convierte en algo enquistado y de mayores proporciones. El Futuro augura que esta soledad, que de momento es solo interior, puede convertirse en un hecho físico.
Antes decía que siempre hay que tener en cuenta el Libre Albedrío, en este momento es cuando Silvia puede tomar una decisión respecto a su futuro, no sintiéndose condicionada por la carta del Ermitaño, sino teniendo en cuenta lo que significa. Ahora Silvia sabe que si no hace algo al respecto, su relación puede acabar con una separación. Es el momento de tomar consciencia, si es que no lo ha hecho ya, de que tiene que hacer algo si quiere recuperar su relación. Sabe cuál es el problema, cómo se ha originado y qué está sucediendo en este momento. No es buena idea decir lo que tiene que hacer o dejar de hacer, simplemente debemos sugerir, pero la decisión final tiene que ser de ella. Si Silvia consigue enderezar la relación, evidentemente habrá cambiado su futuro, de tal forma que el Ermitaño, era sólo uno de los posibles futuros, pero no el único futuro.
Como en todo en esta vida, hay que saber parar a tiempo, es importante dar por terminada la lectura en el momento oportuno. En el ejemplo de Silvia, hemos detectado el problema, sugerido un posible cambio de futuro, ella ya tiene materia para reflexionar, aqui nuestra misión ha concluido, ahora son Silvia y su pareja quienes tienen que hacer lo que tengan que hacer. Aunque parezca increible, hay personas que no son capaces de desconectar tras una lectura, no es buena idea. Con la práctica, aprendemos cuál es el momento oportuno.
Como último acto, después de la lectura, por favor, no dejemos las cartas abandonadas de cualquier forma; son buenas amigas y lo menos que podemos hacer es colocarlas y guardarlas en su caja. Tratemos a las cartas con respeto y cariño, creemos en nosotros el hábito de su cuidado, seguro que ellas nos lo van a agradecer. No olvidemos que son algo más que pedazos de cartulina, son imágenes vivientes que nos hablan y nos aconsejan. Yo estoy segura de que cuanto más las cuidas, más te ayudan.
Supongamos que nos encontramos en un estado óptimo y que decidimos realizar la lectura. El cuerpo y la mente están relajados y en estado receptivo. La persona que nos consulta formula su pregunta, si hacemos la tirada sin consultante, seremos nosotros mismos quienes preguntemos, poniendo todos nuestros sentidos en la pregunta. Uno de los puntos clave para que la lectura sea de provecho, consiste en hacer preguntas correctas. Una pregunta mal formulada o llena de vaguedades, dará un resultado sin sentido
Es una tirada muy concreta y directa. Muy adecuada para problemas cuyo origen desconocemos y no sabemos muy bien como afrontarlos. El Pasado nos indica el origen del problema en concreto, nos remite al momento en que el problema se originó.
El Presente nos indica cómo está en este momento el problema, la situación tal como está ahora. Por último el Futuro nos va a mostrar un desarrollo posible, que no el único. Nos va a indicar el posible resultado que se va a producir teniendo en cuenta la evolución de la situación actual.
Lo interesante del Tarot es que nunca nos presenta una sucesión de hechos inamovibles, sino que nos muestra un posible resultado teniendo en cuenta los distintos factores que entran en juego, de tal modo que siempre queda la puerta abierta a la posibilidad de enderezar el rumbo y ser nosotros mismos quienes decidamos nuestro propio destino. Nunca debemos olvidar algo: el Libre Albedrío. Es muy importante que tratemos de explicar este pequeño pero decisivo detalle a la persona que nos quiera consultar: el futuro está por construir, no hay nada determinado, puede haber tendencias, corrientes que influyen, pero nada más.
En el dibujo hemos visto como sería la colocación de las cartas para esta tirada: de izquierda a derecha damos los valores: 1 Pasado. 2 Presente y 3 Futuro. No hay una norma fija a la hora de barajar ni de colocar las cartas. A mi me gusta extenderlas sobre la mesa y mezclarlas repetidas veces, advierto que yo utilizo cartas invertidas. Después las coloco boca abajo sobre la mesa y antes de la interpretación doy la vuelta a todas las cartas. Hay personas que prefieren ir descubriendo las cartas según las van interpretando, otras directamente las colocan hacia arriba… cada uno lo hace como más le gusta.
El hecho de tener todas las cartas vueltas antes de empezar a interpretar, me da una visión general del tema. Es muy frecuente que los golpes de intuición vengan en el primer momento, puesto que una vez que empiezas a observar con detenimiento la tirada, la racionalización entra en juego y es más difícil que la intuiciones no estén mediatizadas por la parte racional del cerebro. En mi caso es así, en otros casos puede funcionar de otra manera, cada cuál que investigue cual es la forma de hacer las cosas con la que se siente más cómodo.
Vamos a ver un ejemplo con una pregunta concreta para ver cual sería el desarrollo de la secuencia: Una consultante imaginaria, a la que llamaremos Silvia, tiene problemas con su pareja; siente que desde hace tiempo las cosas no van bien y, aunque no ha sucedido nada en concreto, la relación se ha ido enfriando hasta un punto que teme por la continuidad de la misma. Bien, ya tenemos una pregunta concreta: ¿Qué está sucediendo con la relación de Silvia? Y con esta tirada lo que vamos a descubrir es: El origen del problema, que sería el Pasado (carta 1), el estado en el que se encuentra dicha relación en este momento, el Presente (carta 2) y, teniendo en cuenta lo que nos digan las dos cartas anteriores, lo que previsiblemente va a pasar con dicha relación, el Futuro (carta 3).
Este es el resultado que han dado las cartas:
Pasado: Sol invertido
Presente: Colgado
Futuro: Ermitaño.
Cuando hacemos una lectura con las posiciones de las cartas previamente establecidas hay que atenerse a esas posiciones, otra cosa es que la intuición nos “susurre al oído”, por supuesto es importante escucharla pero si, como en este caso, hemos dado un valor a cada posición debemos mantener dichos valores. Si, por ejemplo, tenemos al Sol en la posición de Pasado, no debemos interpretarlo como predicción, sino como origen o raíz del problema. Otra cosa es que analicemos el conjunto de cartas en general, pero cada posición debe respetarse.
En primer lugar, demos un vistazo general al conjunto de cartas para ver que sensaciones nos transmite: podemos ver que no estamos ante una tirada muy alegre. El Sol, carta altamente positiva, aparece invertido, su acompañamiento no es precisamente “la alegría de la huerta”, tenemos al Colgado y al Ermitaño, así que ya podemos notar que la pareja, efectivamente, no está pasando por un momento dulce.
Analicemos una por una las cartas: En el Pasado el Sol invertido nos habla de orgullo, soberbia, sería bueno preguntar a Silvia a quién reconoce en esta carta: ¿es ella?, ¿es él? ¿o son ambos orgullosos y poco dispuestos a ceder? En temas amorosos muchas veces el Sol, que en su posición natural transmite alegría y positividad, cuando aparece invertido nos puede llamar la atención sobre la sensación de soledad que existe tras una fachada de alegría, no perdamos de vista que más adelante encontraremos al Ermitaño.
En el Presente el Colgado habla de frialdad en las relaciones, en el momento actual la pareja ha entrado en un punto muerto, se ha estancado. Siguiendo la línea secuencial Sol invertido-Colgado, ¿no sugiere una relación que empieza a decaer y ninguno de los dos componentes hace nada al respecto? Si en el Presente tuviésemos una carta fuerte y de lucha como podría ser la Fuerza, podríamos decir que al menos uno de los dos está luchando por enderezar la situación, pero el Colgado avisa de una pasividad por ambas partes.
Llegamos a la carta de Futuro: el Ermitaño. En vista de las dos cartas que hemos visto anteriormente y teniendo en cuenta lo que significa esta carta, la previsión podría hacer referencia a una separación, al menos temporal, de la pareja. Tengamos en cuenta que el Ermitaño tiene varios significados, tal vez podría advertirnos: “Se precisa buscar el consejo de alguien”. Pero en este caso, el conjunto de cartas va mostrando, en tres etapas, la decadencia de una pareja, que puede desembocar en soledad.
Ahora bien, si tomamos el Tarot exclusivamente como un método predictivo, nos podríamos quedar en este punto. Pero cuando trabajamos con el Tarot como un método de intuición y consejo, la tirada cobra un cariz mucho más positivo. ¿Cómo se puede hacer esto? Muy sencillo. Las cartas nos advierten de un enfriamiento en la pareja, puede que nuestra consultante, Silvia, sea consciente o no de este hecho, tal vez el orgullo les haya llevado a ambos a no arreglar sus diferencias, a no hablar de lo que no les gusta o de lo que no aprueban en el otro; al no expresar lo que sienten han comenzado a distanciarse, sintiéndose solos dentro de su propia relación. En el Presente no están haciendo nada por solucionar el problema y bien sabemos que cuando un problema no se soluciona no desaparece por arte de magia, sino que empieza a retroalimentarse hasta que se convierte en algo enquistado y de mayores proporciones. El Futuro augura que esta soledad, que de momento es solo interior, puede convertirse en un hecho físico.
Antes decía que siempre hay que tener en cuenta el Libre Albedrío, en este momento es cuando Silvia puede tomar una decisión respecto a su futuro, no sintiéndose condicionada por la carta del Ermitaño, sino teniendo en cuenta lo que significa. Ahora Silvia sabe que si no hace algo al respecto, su relación puede acabar con una separación. Es el momento de tomar consciencia, si es que no lo ha hecho ya, de que tiene que hacer algo si quiere recuperar su relación. Sabe cuál es el problema, cómo se ha originado y qué está sucediendo en este momento. No es buena idea decir lo que tiene que hacer o dejar de hacer, simplemente debemos sugerir, pero la decisión final tiene que ser de ella. Si Silvia consigue enderezar la relación, evidentemente habrá cambiado su futuro, de tal forma que el Ermitaño, era sólo uno de los posibles futuros, pero no el único futuro.
Como en todo en esta vida, hay que saber parar a tiempo, es importante dar por terminada la lectura en el momento oportuno. En el ejemplo de Silvia, hemos detectado el problema, sugerido un posible cambio de futuro, ella ya tiene materia para reflexionar, aqui nuestra misión ha concluido, ahora son Silvia y su pareja quienes tienen que hacer lo que tengan que hacer. Aunque parezca increible, hay personas que no son capaces de desconectar tras una lectura, no es buena idea. Con la práctica, aprendemos cuál es el momento oportuno.
Como último acto, después de la lectura, por favor, no dejemos las cartas abandonadas de cualquier forma; son buenas amigas y lo menos que podemos hacer es colocarlas y guardarlas en su caja. Tratemos a las cartas con respeto y cariño, creemos en nosotros el hábito de su cuidado, seguro que ellas nos lo van a agradecer. No olvidemos que son algo más que pedazos de cartulina, son imágenes vivientes que nos hablan y nos aconsejan. Yo estoy segura de que cuanto más las cuidas, más te ayudan.
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