Hace poco tiempo, buscando imágenes de los Arcanos del Tarot por internet, me topé de forma “casual” con la obra de Niki de Saint Phalle. Reconozco que nunca había oído hablar de esta artista y la escultura que apareció ante mis ojos fue precisamente la de la Luna. No se trataba de una obra demasiado sofisticada. En un ambiente exterior, un gigantesco cangrejo se alzaba entre lo que parecían dos perros. Con sus pinzas sujetaba una Luna menguante de labios intensamente rojos.
La Templanza |
La imagen me impresionó tanto que intenté encontrar más información. Lo primero que supe es que era parte de una obra tremendamente ambiciosa: Nada menos que representar los veintidós Arcanos Mayores en un entorno completamente natural. La visión de la artista es tan original que es casi imposible que no llame poderosamente la atención. Las desmesuradas proporciones una parte de las esculturas, chocan con la sencillez casi escueta de otras. Es una clara desproporción que hace más llamativo, si cabe, el Jardín del Tarot.