Son muchas las personas que se conforman con tratar de adivinar lo que va a suceder gracias al Tarot. No está mal, ni está bien, es simplemente uno de tantos usos que se le pueden dar al Tarot. Cuando tomamos los Arcanos Mayores como arquetipos psicológicos, podemos hacer un trabajo de meditación y de introspección con ellos que resulta muy útil. Hay varias formas de trabajar con los Arcanos Mayores. Todas muy válidas e interesantes, yo quiero dar a conocer algunas que he ido recopilando a lo largo del tiempo, y luego que cada cual elija las que más le gusten, si es que le interesa alguna.
Hay una serie de pautas básicas que sirven para todo tipo de trabajo que vayamos a realizar con las cartas. Realmente es algo que entra dentro de la simple lógica, pero no está de más recordarlo: En primer lugar relajación mental y física, este requisito es básico para cualquier trabajo, sea a nivel mental o espiritual, que vayamos a realizar.
Hay que intentar buscar un lugar que nos resulte cómodo y estar seguros de que durante el tiempo que hagamos el ejercicio, no vamos a ser molestados; esto implica que se desconecten teléfonos (si, si, ya se que hay gente que no puede vivir desconectada de su teléfono móvil, salvo el caso de tener a alguien hospitalizado o alguna situación similar, yo pregunto ¿realmente es imprescindible las 24 horas del día? Si la respuesta es sí, tal vez no estaría de más que meditaras en primer lugar sobre el tipo de dependencia que tienes con respecto al móvil).
Si hay alguien más en la casa, podemos pedirle que no nos moleste puesto que vamos a hacer un ejercicio de meditación, que por favor atienda el teléfono o si hay una visita inoportuna, se encargue de ella. Doy por sentado que lo vamos a hacer en nuestro tiempo libre, no en horas de trabajo y mucho menos en el lugar de trabajo.
En segundo lugar es muy importante que creemos un ambiente que nos resulte agradable y cómodo. Si te sientes bien encendiendo unas velas e incienso, adelante, hazlo. Si el olor del incienso te marea o repugna, evidentemente no se te ocurra encenderlo. Estos elementos no son imprescindibles, son simples ayudas que nos facilitan el estado de recogimiento adecuado, pero nada más. Quien piense que por el simple hecho de encender una vela, ya tiene la mitad del trabajo realizado, se confunde totalmente.
Es importante que nuestro campo de visión esté despejado, por favor, no meditar sobre un Arcano, teniendo al lado el cenicero lleno de colillas, la lata de refresco, las llaves, la figurita de adorno o el abrecartas. En la mesa de trabajo, solamente el Arcano y aquellos elementos que nos ayuden a meditar, como ya hemos dicho antes: velas, incienso, o también flores frescas, alguna imagen que nos inspire especialmente, etc. Y si podemos prescindir de todo ello mejor, eso quiere decir que no necesitamos ninguna clase de apoyo. Huelga decir que la temperatura y la iluminación deben ser agradables, que no tiritemos de frío, ni forcemos la vista para ver la imagen porque estemos sumergidos en la penumbra.
Es interesante destinar un cuaderno para ir anotando, a modo de diario, las impresiones que recibimos durante el trabajo de meditación. Pero las anotaciones deben hacerse después de no durante, sino cuando hayamos terminado la meditación. No es admisible hacer pausas dentro del trabajo meditativo, para apuntar si se nos ha ocurrido tal idea o hemos asociado tal símbolo a tal pensamiento, eso lo reservamos para el final.
Por supuesto, es conveniente tener una baraja exclusivamente dedicada a estos fines. Sería un lío mental trabajar un día con el Loco de Marsella para pasar al día siguiente al de Rider-Waite o al del Tarot Esotérico. No importa que baraja sea, pero siempre la misma. Aquella que nos resulte inspiradora o sus imágenes nos transmitan más. Cada cual que se busque la suya, lo que para una persona funciona bien, no quiere decir que para otra vaya a funcionar. Somos distintos y lo bueno es que existen múltiples mazos de todos los estilos y para todos los gustos. Merece la pena dedicar el tiempo que sea necesario a encontrar la baraja adecuada para estos propósitos.
El primer trabajo que puede hacerse con los Arcanos es el de la simple observación de la carta. En este tipo de meditación lo único que se hace es concentrarse en la imagen. No se trata de una meditación activa, ni mucho menos. Los pasos a seguir son muy sencillos. Una vez relajados, ponemos ante nuestro campo de visión el Arcano sobre el que vamos a trabajar, pongamos por caso el Loco. Posaremos nuestra vista sin forzarla suavemente sobre la carta. Dejemos que nuestros ojos vaguen por toda la imagen sin prestar atención a ningún elemento en concreto, simplemente observemos. Durante un tiempo indeterminado solo vamos a mirar.
Aproximadamente unos cinco minutos después de la observación, vamos a fijarnos más detalladamente, pero se trata de observar, no de analizar. Vamos a dejar que sea nuestro propio subconsciente el que nos envíe ideas con respecto a la carta. Pero repito, observemos, no analicemos, ni juzguemos, no se trata de sacar conclusiones de lo que nos parece o nos deja de parecer la carta, se trata de empaparnos de sus imágenes y de que, con la práctica, la carta pase a formar parte de nuestro inconsciente, de tal manera que llegará un momento en el que con la sola evocación de la carta, su imagen exacta aparecerá en nuestra mente.
Tomando el ejemplo del Loco, primero observaríamos la carta en su conjunto, sin pararnos en detalles. Luego, empezamos a fijarnos con más detenimiento en todos aquellos elementos que llamen nuestra atención, podemos empezar a recorrer la imagen por el sol, o bien las montañas, o tal vez podamos preferir detenernos en la figura del Loco, su vestimenta, su cabello, su hatillo, sus botas… dejemos que nuestro subconsciente nos vaya guiando sin forzar nada, simplemente seamos espectadores, no participemos.
Es interesante destinar un cuaderno para ir anotando, a modo de diario, las impresiones que recibimos durante el trabajo de meditación. Pero las anotaciones deben hacerse después de no durante, sino cuando hayamos terminado la meditación. No es admisible hacer pausas dentro del trabajo meditativo, para apuntar si se nos ha ocurrido tal idea o hemos asociado tal símbolo a tal pensamiento, eso lo reservamos para el final.
Por supuesto, es conveniente tener una baraja exclusivamente dedicada a estos fines. Sería un lío mental trabajar un día con el Loco de Marsella para pasar al día siguiente al de Rider-Waite o al del Tarot Esotérico. No importa que baraja sea, pero siempre la misma. Aquella que nos resulte inspiradora o sus imágenes nos transmitan más. Cada cual que se busque la suya, lo que para una persona funciona bien, no quiere decir que para otra vaya a funcionar. Somos distintos y lo bueno es que existen múltiples mazos de todos los estilos y para todos los gustos. Merece la pena dedicar el tiempo que sea necesario a encontrar la baraja adecuada para estos propósitos.
El primer trabajo que puede hacerse con los Arcanos es el de la simple observación de la carta. En este tipo de meditación lo único que se hace es concentrarse en la imagen. No se trata de una meditación activa, ni mucho menos. Los pasos a seguir son muy sencillos. Una vez relajados, ponemos ante nuestro campo de visión el Arcano sobre el que vamos a trabajar, pongamos por caso el Loco. Posaremos nuestra vista sin forzarla suavemente sobre la carta. Dejemos que nuestros ojos vaguen por toda la imagen sin prestar atención a ningún elemento en concreto, simplemente observemos. Durante un tiempo indeterminado solo vamos a mirar.
Aproximadamente unos cinco minutos después de la observación, vamos a fijarnos más detalladamente, pero se trata de observar, no de analizar. Vamos a dejar que sea nuestro propio subconsciente el que nos envíe ideas con respecto a la carta. Pero repito, observemos, no analicemos, ni juzguemos, no se trata de sacar conclusiones de lo que nos parece o nos deja de parecer la carta, se trata de empaparnos de sus imágenes y de que, con la práctica, la carta pase a formar parte de nuestro inconsciente, de tal manera que llegará un momento en el que con la sola evocación de la carta, su imagen exacta aparecerá en nuestra mente.
Tomando el ejemplo del Loco, primero observaríamos la carta en su conjunto, sin pararnos en detalles. Luego, empezamos a fijarnos con más detenimiento en todos aquellos elementos que llamen nuestra atención, podemos empezar a recorrer la imagen por el sol, o bien las montañas, o tal vez podamos preferir detenernos en la figura del Loco, su vestimenta, su cabello, su hatillo, sus botas… dejemos que nuestro subconsciente nos vaya guiando sin forzar nada, simplemente seamos espectadores, no participemos.
Una vez terminemos la sesión, ya podemos escribir aquellas impresiones o ideas que nos han ido surgiendo. Muchas veces nos vemos gratamente sorprendidos por la cantidad de información que puede llegar a evocar la simple contemplación de una carta. En otras ocasiones, no podremos escribir nada. Los Arcanos comunican lo que quieren y cuando quieren. El hecho de que un día no recibamos información, no quiere decir que no la recibamos en días sucesivos.
Si alguien trabaja con diarios mágicos, no estaría de más que también escribiese las dificultades o los avances que va teniendo en este tipo de trabajo. Pero esto ya es una cuestión de cada uno.
Este es un ejercicio aparentemente sencillo, pero tiene su complicación. Estamos hablando de no permitir a la mente consciente que dirija el desarrollo y eso es algo muy difícil de conseguir. Ya conocemos lo saltarina que es nuestra mente, va de un tema a otro sin descanso, tiende siempre a juzgar, clasificar y etiquetar. Y lo que yo propongo es justo lo contrario: no clasifiques la carta por su imagen, me agrada o me desagrada, son emociones con las que siempre funcionamos en la vida, pero que en este caso debemos desechar si queremos conseguir el objetivo de este trabajo.
No hay un número determinado de días para dedicar a este ejercicio, yo pienso que es mejor que cada uno decida las pautas que va a seguir y luego atenerse a ellas. En mi opinión un mínimo de tres días por Arcano estaría muy bien, pero eso lo debe decidir cada uno. Y como siempre en todos estos tipos de trabajos, no hay un tiempo determinado de duración e cada ejercicio, siempre digo que es mejor menos tiempo pero de calidad que muchas horas de trabajo inconexo y disperso.
a
Si alguien trabaja con diarios mágicos, no estaría de más que también escribiese las dificultades o los avances que va teniendo en este tipo de trabajo. Pero esto ya es una cuestión de cada uno.
Este es un ejercicio aparentemente sencillo, pero tiene su complicación. Estamos hablando de no permitir a la mente consciente que dirija el desarrollo y eso es algo muy difícil de conseguir. Ya conocemos lo saltarina que es nuestra mente, va de un tema a otro sin descanso, tiende siempre a juzgar, clasificar y etiquetar. Y lo que yo propongo es justo lo contrario: no clasifiques la carta por su imagen, me agrada o me desagrada, son emociones con las que siempre funcionamos en la vida, pero que en este caso debemos desechar si queremos conseguir el objetivo de este trabajo.
No hay un número determinado de días para dedicar a este ejercicio, yo pienso que es mejor que cada uno decida las pautas que va a seguir y luego atenerse a ellas. En mi opinión un mínimo de tres días por Arcano estaría muy bien, pero eso lo debe decidir cada uno. Y como siempre en todos estos tipos de trabajos, no hay un tiempo determinado de duración e cada ejercicio, siempre digo que es mejor menos tiempo pero de calidad que muchas horas de trabajo inconexo y disperso.
a
Hola, Cristilof.
ResponderEliminarEstoy releyendo todas las entradas del Tarot espiritual ( y ejercitándome). Me encantan.
Pero aquí tengo una pregunta, aunque a lo mejor está explicado en otra entrada, pero no lo encuentro. La pregunta es ¿Qué es exactamente un diario mágico?
Muchas gracias y otra vez felicitarte por el blog.
Hola, Aprendiz de Tarot
ResponderEliminarComo siempre, agradezco tu visita y tu interés. Los diarios mágicos son diarios, como los normales que escriben muchas personas en los que relatan día a día lo que les pasa, lo que sienten, piensan, etc.; pero en este caso se van anotando todos los hechos relacionados con la Magia que se van dando en tu vida.
Si realizas meditaciones, visualizaciones, rituales, ... en tu diario mágico escribes tus impresiones, los obstáculos que has encontrado, los logros y objetivos conseguidos.
En el caso concreto del Tarot puedes escribir los símbolos que han aparecido en tus meditaciones o la conversación que has tenido con algún personaje, lo que has sentido al visitar tal carta, las dificultades para contactar con aquella otra...
En fin hay muchas posibilidades, en mi opinión es muy interesante llevar un diario y repasarlo de vez en cuando, verás como vas evolucionando y te ayuda a aprender de errores y de aciertos.
Muchas veces que ocurre que, cuando repasas lo escrito tiempo atrás, te das cuenta de que algunas cosas que no entendías en su momento, ahora las ves totalmente claras, puesto que has aprendido y sabes más.
Por supuesto es algo muy privado y personal, tal como es un diario convencional.
Espero que te haya aclarado la duda y... ¡que te animes a llevar tu propio diario!
Un saludo afectuoso
Muchas gracias por la completa respuesta. Me parece una idea estupenda, e intentaré llevar mi propio diario mágico.
ResponderEliminary me encanta la entrada sobre el delfín, nunca tuve muy claro que le había pasado al pobre.
Besos
Hola de nuevo, Aprendiz de Tarot
ResponderEliminarMe alegra que te interese llevar un diario mágico aunque, como en todo lo que tiene que ver con la Magia, solo la perseverancia da resultados, hay que llevarlo al día... verás como si lo haces así, te resultará de gran utilidad. Eso sí, debes tenerlo como un objeto muy personal, nada de enseñarlo por ahí ni comentarlo, los trabajos de Magia deben ser privados y el diario entra dentro de esta categoría.
Lo del delfín es una historia tremendamente apasionante y, para mí, las pruebas de ADN lo único que han hecho es crearme más dudas.
Hay tantos misterios en la historia que no se han aclarado o que se han aclarado de una forma precipitada y un tanto chapucera, que merece la pena conocerlos. Ya iremos viendo unos cuantos. Y, como no, si conoces alguna historia intrigante, será un placer que la compartas con los amigos del blog
Un saludo y... ánimo con tu diario