Tarot Gilded |
En
la carta de la Torre vemos como un rayo sacude una construcción, aparentemente
sólida, hasta los cimientos. Debido al fuerte impacto, dos figuras, una
masculina y otra femenina se precipitan al vacío.
La
torre que vemos en la carta no es más que la representación física de la creación
humana, las concepciones erróneas y el ego que van conformando nuestra
personalidad, configuran esa estructura en la que basamos nuestra seguridad,
que nos aleja del resto, aislándonos entre los muros de nuestro propio Yo, por
eso la torre se eleva en la cima de una escarpada pendiente, para que nada ni
nadie pueda acceder fácilmente.
El
aspecto sólido y compacto de nuestra torre, es solo apariencia, pues sus
fundamentos son las falsas percepciones, por lo tanto se verá expuesta a
cualquier ataque, corriendo el riesgo de que la eche abajo, como es el caso de
la embestida del rayo. Nuestro ser está por lo general tan dormido, tan
anestesiado con los mil estímulos que nos ofrece el mundo de los sentidos, tan desconectado
de su propia esencia que, de improviso, un hecho inesperado lo puede zarandear
bruscamente con el fin de hacer que despierte de su letargo.
Muchas
personas tienen problemas para diferenciar los significados del arcano de la
Torre y los de la Muerte, pues ambos representan cambios, por lo general
drásticos. Simplificando un poco, podrían explicarse de la siguiente manera: La
Muerte es un cambio necesario, generalmente sabemos que algo no funciona bien
en nuestra vida y necesitamos cerrar ese capítulo, aunque muchas veces nos
resistimos al cambio porque nos hemos acomodado a la situación; pero es un
cambio que intuimos necesario e inevitable. En cambio, la Torre, representa ese
brusco despertar, absolutamente inesperado, imprevisto, es ese hecho que ni nos
hemos planteado y que sucede de forma abrupta introduciendo un cambio forzoso
en nuestra existencia.
Y
lo que sucede realmente no es más que nuestra vida necesita tomar un nuevo
rumbo, pero no tenemos consciencia de ello. Quienes me conocéis, ya sabéis que
no soy muy amiga de los términos que se ponen de moda y se utilizan para casi
cualquier cosa, incluso cuando no viene a cuento, pero voy a utilizar una de
estas frases que hoy en día se repiten hasta la saciedad para explicar el
efecto que tiene en nuestra vida la Torre, y no es más que obligarnos a salir de
nuestra “zona de confort”.
Imagínate,
por ejemplo, que llevas años de relación con tu pareja, todo va bien, tenéis
una vida en común, habéis pasado por momentos buenos y también por momentos
complicados. Pero todo se ha superado, vivís con una rutina establecida, en un
entorno seguro, una relación sólida… hasta que un día, sin que lo esperes, puesto
que no habías recibido ninguna señal que pudiera presagiar algo así, tu pareja
te dice que ya no quiere seguir contigo, ha conocido a alguien y te deja por
esa otra persona.
O,
pongamos otro caso. Llevas mucho tiempo trabajando en X empresa. Te has
instalado en una rutina cotidiana, ningún síntoma de cambio a la vista, todo
funciona de una manera previsible, tu cumples con tus obligaciones y la empresa
cumple con las suyas… hasta que un día, te llaman de la dirección para que
acudas a una reunión, y te comunican que la empresa está al borde de la quiebra
y que en unos días declararán la suspensión de pagos, cerrarán el negocio y tú
te encontrarás sin empleo.
Tarot de Dalí |
Os voy a poner un caso cercano que he conocido hace unos pocos días, le ha
sucedido a una persona a la que conozco y aprecio. Durante años ella y su
pareja han vivido en una casita de varios pisos en régimen de alquiler. En la
parte superior tienen su vivienda, en las dos plantas inferiores está su
negocio. Jamás han tenido un problema con su casera, por lo contrario, la
relación siempre ha sido fluida y muy cordial. Una noche reciben una llamada de
la casera, les informa que una persona tiene un gran interés en comprar la
casa, la oferta es buena y ha aceptado. La noticia ha sido absolutamente
inesperada y de la noche a la mañana, se ven obligados a buscar una nueva
vivienda y un local para seguir desarrollando su actividad, puesto que en unas
semanas se realizará la compra-venta.
Como
se pueden ver por estos ejemplos, el cambio que nos trae la Torre es sorpresivo
y radical, de pronto las bases en las que asentábamos nuestra vida, nuestras
creencias, nuestra relación, etc., se viene abajo y nos vemos en la obligación
de comenzar una nueva etapa. Por lo general no se trata de una leve alteración,
sino de un giro absoluto, lo que hace que nos pille desprevenidos y la
situación puede desbordarnos haciendo que nos cueste asimilar lo que ha
sucedido. Ese cambio te fuerza a cambiar de una manera inevitable, y no hay
vuelta atrás
Veamos,
pues qué aplicaciones prácticas podemos encontrar en la meditación con esta
carta.
Si
hay dos términos que definen a la perfección la Torre son Desintegración y
Regeneración. Del mismo modo que para crear un edificio nuevo, primero debemos
destruir la construcción anterior desde sus cimientos, para constituir nuestro
nuevo Yo, debemos primero desintegrar el Yo primigenio. A no ser que esa
desintegración previa a la regeneración se produzca de forma consciente y
voluntaria, cuando llega el momento, se producirá ese evento sorpresivo e
inesperado que nos despierte y nos fuerce a cambiar (el rayo). Evidentemente,
hay muchos grados o niveles de despertar, se puede producir en circunstancias y
eventos más banales, o en temas mucho más elevados.
Y
la cuestión aquí sería ¿cómo saber cuando he de cambiar tal o cual situación?
¿cómo adelantarme a la acción del rayo y ser yo quién emprenda el cambio
necesario? Muy sencillo, por la introspección. Indagando en mi interior,
aprendiendo a conocerme, a entender por qué hago lo que hago, por qué pienso
como pienso, por qué digo lo que digo, por qué siento lo que siento. Esta es la
única forma de saber quién y qué soy. Si me conozco, si soy capaz de
entenderme, podré estar en disposición de modificar aquello que hay en mí que
me perjudica y no será la vida la que me obligue a rectificar de forma abrupta.
Así
pues, meditar con la Torre nos puede ayudar a viajar a nuestro interior y
profundizar en él. Podemos utilizarla en combinación con la Papisa, pues es una
carta muy adecuada para este propósito. Te dejo el enlace para que puedas
refrescar sus posibilidades meditativas:
Por
otro lado, tenemos que tener en cuenta que las cosas no nos suceden porque haya
un diosecillo sentado en una nube, con demasiado tiempo libre y que se
entretiene en mandarnos desgracias para divertirse viendo como reaccionamos.
Más bien, es el flujo de la vida el que nos corrige cuando desviamos el camino,
reconduciendo las acciones sin delicadeza, sin contemplaciones. Las razones
pueden ser kármicas o evolutivas, pero sea cual sea el motivo de los cambios
producidos, podemos trabajar con la Torre para cambiar nuestra forma de
aceptarlos, entenderlos y asimilarlos. En muchos casos, la brusca embestida
vital que nos provoca la Torre, trae consigo algo positivo a largo plazo, es
frecuente que no seamos capaces de verlo en el momento, ya que la sacudida nos
deja en un estado de parálisis, pero el tiempo acaba demostrando que el cambio
fue para mejor.
Tarot Nueva Visión |
En
su obra “El Tarot, camino iniciático”, Dámaso Lagos Vargas nos ofrece un breve
pero intenso objeto de meditación sobre la Torre:
“Por último medita en
esto, y que te sirva:
“Si pudieras ver que
casi todo
lo que sabes,
no son sino las
ruinas de
torres destruidas…
Probablemente
cesarías
de
construirlas…”
La
Torre se asocia con la letra hebrea Peh que significa boca. En algunas
versiones se relaciona con la letra Ayin.
En
Alquimia, se relaciona con el Atanor (el horno del alquimista).
En
el Árbol de la Vida se sitúa en el sendero entre Netzach y Hod.
La
relación astrológica es con el planeta Marte.
Color:
Rojo.
excelente!!
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