La obsesión del ser humano por medir el
tiempo, tal vez como un vano intento de controlarlo, ha sido una constante a lo
largo de la historia. Prácticamente todas las culturas han creado su propio
sistema de ciclos temporales basados en sus particulares cálculos y
observaciones. La doctrina hindú describe una serie cíclica de cuatro eras, los
Yugas, que se caracterizan por una progresiva decadencia social y moral según
se desciende desde el período más elevado al más bajo y oscuro. Se trata de una
rueda que avanza impecablemente y cuyas etapas se suceden una tras otra
abarcando períodos muy largos de tiempo:
Estas cuatro Eras o Yugas son:
Krita o Satya Yuga, la Edad de Oro o Edad de
la Verdad
Treta Yuga, la Edad de Plata o Edad del Ritual
Dvapara Yuga, la Edad de Bronce o Edad de la
Duda
Kali Yuga, la Edad de Hierro o Edad Oscura
Es interesante apuntar que hay múltiples
interpretaciones para la duración de estas Eras o Yugas, pues existen
importantes diferencias según las fuentes consultadas. Para que nos podamos
hacer una idea de la magnitud temporal a la que me refiero, os voy a mostrar
una de las muchas divisiones de estos períodos, puede que la más conocida, pero
en una segunda entrega veremos que hay variaciones notables entre las distintas
versiones. Y esto es realmente importante, pues no hay consenso a la hora de
establecer en qué Yuga nos encontramos en la era actual: ¿Será Dvapara Yuga o
tal vez Kali Yuga?
Si hay algo que tienen en común las distintas
fuentes es que no se trata de períodos iguales de tiempo, cada uno de ellos
tiene una progresión descendente según avanza la rueda. Así, según la versión a
la que me refería anteriormente, Krita Yuga duraría 1.728.000 años, Treta Yuga
1.296.000, Dvapara Yuga 864.000 y Kali Yuga 432.000. Cada ciclo completo de los
cuatro Yugas forma lo que se denomina Maha Yuga o Gran Era.
Veamos de forma general las características
principales de cada una de estas etapas:
Satya o Brita Yuga: La palabra sánscrita Satya
significa honestidad o verdad, es un término muy familiar para aquellas
personas que practiquen Yoga, pues es uno de los Yamas de los 8 caminos del
Yoga según Patanjali (¡y el nombre del centro en el que yo practico Yoga!).
Es la Edad Dorada, en la que los humanos son asistidos
por los dioses y todo lo manifestado está cercano a la perfección. Es un tiempo
de conocimiento y meditación, una Era Espiritual en la cual la comunión del ser
humano con lo Superior es absoluta y en la que el poder creador mental es el
que genera cualquier cosa que se precise.
Aquí no existen términos tales como la pobreza
y la riqueza, como tampoco la enfermedad o la tristeza. Tampoco serán
necesarias las armas, pues ya no habrá enemigos al ser la humanidad una
verdadera fraternidad colaborando entre sí, por lo que son prescindibles los
líderes políticos y religiosos, no existen tampoco leyes de ninguna clase; nada
de esto es necesario.
Treta Yuga: Tras el anterior período glorioso,
comienza la involución, entramos en la Edad de Plata. Esta es la Era del
Ritual, la conexión que en Satya Yuga era absoluta con lo más elevado, se va
debilitando, por lo tanto se ha de recurrir al sacrificio ritual para
comunicarse con los dioses y pedir sus favores. La humanidad pierde su poder
creador, por lo que ha de conseguir su sustento a través de su trabajo y
esfuerzo. El clima ya no es tan propicio, se acabó la eterna primavera de la época
anterior.
Todos estos factores favorece la aparición de
líderes que gobiernen bajo leyes humanas, que no divinas, e inevitablemente
surgen las armas y los ejércitos como forma de organizar y controlar a la
sociedad.
Una de las características de Treta Yuga es la
aparición de la dualidad, de la separación; lo que antes era unión armónica se
vuelve división.
Dvapara Yuga: Sigue la línea descendente y
entramos en la Edad de Bronce (o de Cobre según las fuentes). En esta etapa la
humanidad ahonda en su división, lo espiritual pierde un terreno que gana la
ciencia. La separación de los dioses es ya un hecho. Esta es la que se denomina
la Era de la Energía. Ahora el ser humano adquiere el conocimiento por medio de
la ciencia y utiliza sus propios recursos para obtener lo que necesita. Ya no
existe intermediación alguna de los dioses. Se trata de personas independientes,
pero a la vez más vulnerables.
Kali Yuga: En lo más hondo de la escala está
la Edad de Hierro. Kali es una palabra sánscrita que se podría traducir como
discordia, por lo tanto ya nos podemos ir haciendo una idea de qué clase de
energías son las que predominan. Es una Era de Oscuridad, lo que se denomina la
Edad de la Materia. En este período, afortunadamente el de menor duración de
los cuatro Yugas, la humanidad cae en la más absoluta decadencia. El egoísmo,
el materialismo y la violencia son solo algunas de las principales
características de estos años tan tenebrosos. Todos los procesos se aceleran,
parece como si el tiempo transcurriera más rápido.
Según decía Helena Blavatsky: “Kali Yuga es la
edad oscura y nefasta en la que el mundo expía el Karma de los tres Yugas
anteriores”. Ya no hay ningún contacto con entidades superiores, de hecho, el
materialismo predominante hace que sea imposible que cualquier ser elevado, por
mucho que se empeñe, pueda descender tanto sus vibraciones. Se podría decir que
la humanidad se encuentra sola, enfrentada a sí misma.
Estos son los cuatro Yugas explicados de una manera muy breve y concisa. Al tratarse de una rueda constante, de igual manera que se desciende desde el punto máximo que es Satya Yuga hasta el más bajo que es Kali Yuga, luego hay un movimiento ascendente en el que se hace el recorrido contrario, desde Kali Yuga, hasta Satya Yuga. Próximamente conoceremos varias de las clasificaciones temporales existentes.
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