Erzsébet Báthory |
Mae West dijo: “Cuando soy buena soy muy buena, pero cuando soy mala soy mejor”, y más o menos ese debió ser el lema de la protagonista de El Baúl de hoy. La condesa de Báthory se propuso superar en todo a los varones sanguinarios que pueblan la historia, tipo Gilles de Rais, y lo consiguió con creces. Se dice que desde niña mostró cierto desequilibrio; tal vez sea así. En cualquier caso, la mujer del retrato que vemos aquí al lado, con ese rostro aniñado y tímido, es una de las mayores asesinas en serie documentadas de la historia.
Erzsébet Báthory (o Isabel Báthory), nació en Nyírbátor, Hungría, el año 1.560. Su familia pertenecía a la alta aristocracia húngara, así que como excusa de sus actividades tan peculiares, no puede esgrimirse el argumento de ser una pobre desdichada, analfabeta y de nula erudición, muy al contrario, recibió una esmerada educación y dominaba varios idiomas a la perfección. Como era costumbre en aquella época, desde niña fue prometida a un joven noble con el que se casaría a los quince años, el Conde Ferencz Nádasdy.