lunes, 16 de agosto de 2010

CORNELIO AGRIPPA

Enrique Cornelio Agrippa de Nettesheim nació en la ciudad de Colonia (Alemania) el 14 de septiembre de 1.486. Su vida es una sucesión de huídas por sus ideas, casi cinematográficas. Fue un hombre multidisciplinar, puesto que abarcó amplios campos profesionales: fue médico, abogado, alquimista, soldado, cabalista… pero sus inquietudes no fueron entendidas y, de hecho, sufrió durante toda su existencia la incomprensión de sus contemporáneos, hasta tal punto que nunca logró establecerse definitivamente en ningún lugar.

Su familia pertenecía a la pequeña nobleza del pueblo del que proviene su segundo apellido, Nettesheim. Inició sus estudios académicos en Colonia (Alemania) y durante un tiempo también estudió en París aunque, por motivos que no se conocen con certeza, no llegó a doctorarse.


Volvió con veinte años a Colonia, para regresar de nuevo a París dos años después, pero en esta ocasión con la intención de realizar estudios sobre Ocultismo. Según parece, en su familia ya había recibido unas ciertas nociones de Astrología, ahora sus inquietudes se centraban especialmente en la Alquimia.

Tras su estancia parisiense, se trasladó a España, donde empezó a trabajar al servicio del rey Fernando el Católico. Se cree que esto no era más que una tapadera para su verdadera intención, que no era otra que iniciarse en los estudios de la Cábala, que en aquella época se encontraba en pleno apogeo, especialmente en Cataluña.
En 1.509 se instaló en Dole, en la Borgoña francesa para enseñar Teología en la universidad y también, de una forma discreta, enseñaba Cábala. Pronto se ganó la confianza de la reina Margarita de Austria, quien se sentía fascinada por sus ideas, francamente avanzadas, sobre la defensa de la igualdad de sexos (teniendo en cuenta la época, hay que reconocerle un mérito extraordinario). Su relación con la Cábala le hizo ganar muchas antipatías, así que acabó por instalarse a Inglaterra. Donde se cree tomó contacto con la Orden Rosacruz.

En el año 1.515 se instaló en Pavía y se casó, a los pocos años se trasladó a Colonia. Allí empezó a ejercer como médico, llegando incluso a formar parte del cuerpo médico de Luisa de Saboya, madre de Francisco I de Francia. Su concepto de la medicina era holístico, consideraba que cuerpo y alma están unidos y por lo tanto la salud de ambos guardaba una estrecha relación.

Eran ideas muy arriesgadas para la época y, tras tener que renunciar a su cargo, inició un periplo por distintas ciudades europeas en las que, a pesar de la protección de Margarita de Austria, se encontraba contantemente con la acusación de ejercer la magia por parte de las autoridades civiles y religiosas. También se decía que realmente no le contrataban como médico, sino como astrólogo.

Entre tanto movimiento, Agrippa encontró tiempo para escribir su obra fundamental “Filosofía Oculta” (Occulta Philosophia) que era un compendio de sus conocimientos sobre cosmogonía y su creencias sobre Dios, la misión del Hombre (él siempre escribía esta palabra en mayúscula puesto que entendía que el Hombre portaba una chispa de la divinidad) y la Creación en general.

En realidad la obra está dividida en tres volúmenes y en cada uno de ellos se abarca una perspectiva de la Magia: Elemental, Celestial y Ceremonial. Su lenguaje es, sin duda, mucho más accesible y menos críptico que en otras obras suyas, como es el caso de “De la incertidumbre y la vanidad de las Ciencias” o “La Magia de Arbatel” (hay quien duda de su autoría).

En esta frase, Agrippa resume su concepto del hombre de forma formidable: “El Hombre es la obra de Dios, es su imagen en la tierra y es también un resumen del mundo universal, por lo que recibe el nombre de microcosmos, o pequeño mundo”.

Falleció el día 18 de febrero de 1.535 en el hospital de Grenoble (Francia). Aquí podéis encontrar algunas de sus obras, aunque me gustaría hacer primero una aclaración: los enlaces que pongo son para bajar libros en internet, para mí, nada es comparable a un libro físico, pero entiendo que son caros y que, en muchas ocasiones, pensamos que un libro nos va a interesar porque alguien nos lo recomienda con entusiasmo y, una vez comprado y leído, comprobamos con horror que no nos interesa en absoluto y que ha sido un dinero mal invertido, luego acabamos regalando o arrinconando el libro. La idea de los enlaces es que podáis ojear los libros que recomiendo y, el que quiera que se los descargue, pero si realmente os interesan, veréis que es una magnífica inversión que merece la pena:

http://www.quedelibros.com/autor/21/Agrippa-Heinrich-Cornelius.html

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