No quedaría completo este mínimo resumen de las Llamas sin hacer una mención a la Triple Llama. Esta anida en nuestro corazón y podríamos definirla como la semilla de divinidad que existe en cada uno de nosotros y que posee todo el potencial creador y toda la perfección.
La Triple Llama está compuesta por tres Llamas que ya conocemos bien: La Llama Rosa, representa el Amor Divino, la Llama Azul, el Poder de Dios y la Llama Dorada, la Sabiduría Divina.
En los seres que no han comenzado a evolucionar, esta Llama Triple es diminuta y está encerrada en una especie de cápsula sin aire, como si estuviera aletargada esperando a ser despertada. Por el contrario, en los seres más desarrollados, la cápsula ya se ha roto y ha empezado a expandirse. Una vez que comienza su expansión es vital que sea alimentada convenientemente a fin de que crezca cada vez más.
La Triple Llama representa la Sagrada Trinidad, podríamos decir que es nuestro centro de creación dentro del cuerpo más denso que poseemos, el físico. Por un lado tenemos la Llama Rosa, que ya vimos en su momento que representa el Amor, la Adoración y la Abundancia, es la parte femenina de este triángulo de Llamas, en el otro extremo encontramos la Llama Azul, que es la Fe, la Fuerza y la Protección Divina, que se correspondería con la parte masculina.
Por último, en el centro, encontramos la Llama Amarilla o Dorada, que sería la Sabiduría y la Inteligencia Divinas, sólo aplicando las características de las otras dos Llamas, conseguiremos alcanzar lo que esta tercera Llama representa.
Evidentemente, la Triple Llama se encuentra en estado latente, hasta que empezamos a despertar espiritualmente, es entonces cuando tratamos de “poner en movimiento” las tres Llamas, que están adormecidas, pero vivas y, despertándolas, avivamos las cualidades de Dios en nosotros que encarnan.
Recordemos que, para la Metafísica, todo es energía, ni buena ni mala, solamente energía y somos nosotros con nuestros pensamientos, palabras, actos e intenciones quienes calificamos la energía que nos llega de forma constante. Al avivar la Triple Llama, con sus cualidades divinas, lo que hacemos es acrecentar todo lo bueno que estas Llamas, tanto de forma individual como en general, representan.
Por eso es importante empezar cuanto antes a calificar la energía de forma positiva, pues será de esta forma como la Triple Llama irá creciendo dentro de nosotros. Para muchos, la Triple Llama no sería otra cosa que el Cristo Interno y, a colación de esto último, tal vez pueda resultar interesante leer la definición que el metafísico Rubén Cedeño hace de ella:
“En Resumen general repasando el Cristo Interno, todos llevamos a “DIOS” dentro del corazón manifestándose como un fuego o “Llama Triple”. Un fuego dorado que es la Sabiduría de DIOS, un fuego Rosado que es todo el AMOR de DIOS y un fuego azul que es toda la Voluntad de DIOS.
Todo ser humano lleva esta llama triple dentro, lo que pasa es que algunas personas debido a la negación de DIOS o nuestro derecho soberano a ser hijos de Dios, no han permitido que las llamas crezcan lo suficiente y están tan pequeñitas, y a causa de las creaciones humana negativas las hemos envuelto en una capsula como de acero.
Ahora, el pensar positivo, con una actitud diferentes estas llamas comienzan a crecer rápidamente y esa capsula se rompe y el individuo se inicia a vivir una vida diferente. Si nosotros imaginamos esas tres llamas moviéndose, nos damos cuenta de que si se une la Rosada con la Azul forman la llama de color Violeta. Y si como la rosa simboliza el Amor y la Azul el Poder, la Voluntad de Dios, la llama Violeta, que es la combinación de esos rayos viene a producir el perdón, la transmutación, el orden y la libertad”.
El video que he colgado al comienzo de la entrada puede servir como ejercicio para trabajar, de forma combinada, con la Llama Violeta y la Triple Llama… por probar, nada se pierde ¿no?
En los seres que no han comenzado a evolucionar, esta Llama Triple es diminuta y está encerrada en una especie de cápsula sin aire, como si estuviera aletargada esperando a ser despertada. Por el contrario, en los seres más desarrollados, la cápsula ya se ha roto y ha empezado a expandirse. Una vez que comienza su expansión es vital que sea alimentada convenientemente a fin de que crezca cada vez más.
La Triple Llama representa la Sagrada Trinidad, podríamos decir que es nuestro centro de creación dentro del cuerpo más denso que poseemos, el físico. Por un lado tenemos la Llama Rosa, que ya vimos en su momento que representa el Amor, la Adoración y la Abundancia, es la parte femenina de este triángulo de Llamas, en el otro extremo encontramos la Llama Azul, que es la Fe, la Fuerza y la Protección Divina, que se correspondería con la parte masculina.
Por último, en el centro, encontramos la Llama Amarilla o Dorada, que sería la Sabiduría y la Inteligencia Divinas, sólo aplicando las características de las otras dos Llamas, conseguiremos alcanzar lo que esta tercera Llama representa.
Evidentemente, la Triple Llama se encuentra en estado latente, hasta que empezamos a despertar espiritualmente, es entonces cuando tratamos de “poner en movimiento” las tres Llamas, que están adormecidas, pero vivas y, despertándolas, avivamos las cualidades de Dios en nosotros que encarnan.
Recordemos que, para la Metafísica, todo es energía, ni buena ni mala, solamente energía y somos nosotros con nuestros pensamientos, palabras, actos e intenciones quienes calificamos la energía que nos llega de forma constante. Al avivar la Triple Llama, con sus cualidades divinas, lo que hacemos es acrecentar todo lo bueno que estas Llamas, tanto de forma individual como en general, representan.
Por eso es importante empezar cuanto antes a calificar la energía de forma positiva, pues será de esta forma como la Triple Llama irá creciendo dentro de nosotros. Para muchos, la Triple Llama no sería otra cosa que el Cristo Interno y, a colación de esto último, tal vez pueda resultar interesante leer la definición que el metafísico Rubén Cedeño hace de ella:
“En Resumen general repasando el Cristo Interno, todos llevamos a “DIOS” dentro del corazón manifestándose como un fuego o “Llama Triple”. Un fuego dorado que es la Sabiduría de DIOS, un fuego Rosado que es todo el AMOR de DIOS y un fuego azul que es toda la Voluntad de DIOS.
Todo ser humano lleva esta llama triple dentro, lo que pasa es que algunas personas debido a la negación de DIOS o nuestro derecho soberano a ser hijos de Dios, no han permitido que las llamas crezcan lo suficiente y están tan pequeñitas, y a causa de las creaciones humana negativas las hemos envuelto en una capsula como de acero.
Ahora, el pensar positivo, con una actitud diferentes estas llamas comienzan a crecer rápidamente y esa capsula se rompe y el individuo se inicia a vivir una vida diferente. Si nosotros imaginamos esas tres llamas moviéndose, nos damos cuenta de que si se une la Rosada con la Azul forman la llama de color Violeta. Y si como la rosa simboliza el Amor y la Azul el Poder, la Voluntad de Dios, la llama Violeta, que es la combinación de esos rayos viene a producir el perdón, la transmutación, el orden y la libertad”.
El video que he colgado al comienzo de la entrada puede servir como ejercicio para trabajar, de forma combinada, con la Llama Violeta y la Triple Llama… por probar, nada se pierde ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te informo que los datos personales que proporcionas al rellenar este formulario tienen como única finalidad gestionar los comentarios, por lo que no son recogidos ni guardados en ningún fichero.
Más información en la página de Aviso legal y Política de privacidad.