domingo, 22 de agosto de 2010

LA LLAVE DEL MAL

El sur del estado de Luisiana (Estados Unidos) es una zona húmeda y pantanosa, durante décadas las plantaciones eran trabajadas por esclavos traídos de África, con sus muy particulares creencias mágicas. El conjunto de esas prácticas recibe el nombre de Hudú (o Hoodoo), que no se debe confundir con Vudú (o Voodoo), que sería más bien una religión.




Precisamente el Hudú es la práctica sobre la que el director Ian Softley se basó en el año 2.005, para hacer su película “La llave del mal” (en algunos países se tituló “La llave maestra”). El reparto es de lujo, especialmente las dos mujeres protagonistas, la historia interesante y el ambiente francamente agobiante. Si bien no arrasó en taquilla, me parece una de las películas más atrayentes que se han hecho en los últimos años dentro del género que podríamos denominar: terror psicológico.

Caroline Ellis (Kate Hudson) trabaja cuidando ancianos en una residencia. Un paciente acaba de fallecer y siente que necesita un cambio de aires. Ella se implica demasiado con sus pacientes y por eso no soporta comprobar que sus compañeros son fríos y distantes en el trato con los ancianos; así que decide buscar otro trabajo. En un periódico encuentra un interesante anuncio en el que solicitan una cuidadora para un domicilio particular.

El sueldo es bueno y la ubicación ideal, puesto que se trata de una enorme casa situada en la zona de los pantanos, pero que está cerca de Nueva Orleans . El enfermo es Ben Devereaux (John Hurt), un hombre mayor, aunque no anciano, que ha sufrido una embolia. Ha quedado impedido por completo y su mujer Violet (Gena Rowlands) no puede hacerse cargo de él sin ayuda. Caroline es contratada, pero la relación con Violet es muy tensa, es una mujer extraña, dominante y sumamente supersticiosa. Caroline siente, además, que Ben tiene miedo de su esposa y quiere ayudarle. Tal vez logre que el abogado del matrimonio Devereaux, Luke Marshall (Peter Sarsgaard) se ponga de su lado.



Violet da a Caroline una llave maestra que abre todas las puertas de la casa salvo una. En el ático hay escondida una habitación que guarda muchos secretos de los primeros habitantes de la casa y es que en ella se produjeron años atrás sucesos desgraciados y extraños. Las viejas tradiciones locales pesan demasiado y Caroline, para proteger a Ben, se verá envuelta en una serie de creencias y prácticas ancestrales que pondrán a prueba su escepticismo.

El Vudú es una religión que tomó forma a partir de las creencias animistas que los esclavos procedentes del África Occidental llevaron consigo a América. La unión de estas creencias con las católicas, creó las distintas derivaciones de esta religión que se basa principalmente en la magia simpática y, muy especialmente, en el contacto con entidades superiores. Su extensión por los distintos países americanos fue tomando distintos matices, siendo lo que se conoce como Vudú propiamente dicho especialmente característico de Haití, otras derivaciones serían la Santería, la Umbanda, el Candomblé, etc., según el lugar.

El Hudú es la derivada del Vudú que arraigó en el sur estadounidense, especialmente en la zona del sur de Luisiana, que es en la que se ubica la película. Las prácticas se basan sobre todo en conjuros, de hecho a esta creencia se la conoce también como “Conjure”. Se podría decir que el Hudú se se caracteriza por utilizar la Magia de hechizos (según se dice, rozando la Magia Negra en muchos casos) y el Vudú, aunque también practica la Magia, tiene una fuerte carga religiosa.

El Hudú no tiene un sistema de aprendizaje, ni mucho menos iniciaciones, como sí ocurre con el Vudú. Se utilizan muchos elementos naturales: hierbas, huesos, aceites… y también se caracteriza por usar muñecos y bolsas gris-gris. Estos dos conceptos tendrán en su momento su propia entrada, puesto que son sumamente interesantes.

En “La llave del mal”, las prácticas que se realizan son de Hudú y se nos explica magníficamente el principal ingrediente para que la Magia, de todo tipo, funcione: “Creer”. Si no tenemos fe en que el ritual o conjuro que se realiza va a funcionar, no sirve de nada. Esta es la clave para entender cómo funcionan los hechizos de Magia Negra. Para que estos tengan efecto es absolutamente imprescindible que la “víctima” sepa que le están realizando un trabajo. La explicación es así de simple: autosugestión.

Nadie puede, a nivel espiritual, obligar a hacer algo a otra persona si esta no quiere; se use el tipo de Magia que se use, pero sí que se puede conseguir que una persona se autosugestione. Un supuesto brujo que amenaza a alguien con un conjuro de Magia Negra, si tiene un cierto ascendente sobre la víctima o es reconocido como un mago negro o, simplemente es una persona con un alto poder de fascinación psicológica, conseguirá que el supuesto objeto de su hechizo empiece a auto-convencerse de que algo malo va a sucederle.

El trabajo más duro, por parte del mago negro ya está hecho, a partir de ahí su víctima no tiene más que achacar cada fallo que tenga, cada cosa mala que le suceda al supuesto conjuro y poco a poco irá alimentando su autosugestión. Y una vez que el miedo ha arraigado en la víctima, esta queda a merced del brujo negro, pero no porque tenga poderes mágicos, simplemente porque ha conseguido introducir la semilla de una creencia en una persona, y esta la ha ido acrecentando, apropiándose de ella como si fuera cierta. Es tan elemental que sorprende que alguien, especialmente con ciertos conocimientos de Ocultismo y Magia, pueda caer en ello, pero así sucede a diario. Todo este mecanismo se basa en el miedo, junto con el odio, la fuerza negativa más poderosa.

En fin, buenos actores, buena película, excelente música y no os perdáis las caras de Papá Justify y Mamá Cecile, escalofriantes. Os animo a ver la película, seguro que no os vais a sentir defraudados. El primer enlace es para descargar, el segundo para ver sin descarga:

http://wikiwiki131-filmsterror.blogspot.com/search?q=la+llave+del+mal

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