También se conoce esta carta como: “El señor del descanso de la lucha”. De nuevo nos encontramos ante un Arcano de aspecto inquietante. A primera vista podría parecer el sepulcro de algún guerrero medieval bajo una colorida vidriera, lo que tal vez nos indicaría que se encuentra en una catedral o al menos en algún recinto de carácter religioso. Junto a la vidriera se observan tres espadas colgando de la pared. Si nos fijamos, en la parte inferior del supuesto sepulcro, podemos ver otra espada, esta vez en posición horizontal.
En la vidriera vemos reflejada una imagen bíblica. En la mitad izquierda vemos la figura erguida de Cristo que bendice con su mano derecha (la mano de otorgar) a una figura arrodillada en la parte derecha. Parece representar una de las muchas curaciones que el Maestro realizó a lo largo de su periplo apostólico. Esta vidriera da un carácter espiritual a la imagen, que más que contrastar, compensa la materialidad que puede sugerir la piedra del sepulcro. Junto a la vidriera encontramos tres espadas alineadas con la punta hacia abajo.