Continuando el
recorrido por el palo de Espadas, llegamos al Arcano número 9. Se trata de una
carta con una imagen que refleja gran tristeza, que transmite una sensación de
desamparo. En una habitación oscura, presidida por nueve espadas alineadas
horizontalmente, una figura incorporada en una estrecha cama, se tapa la cara
con ambas manos.
Centrando la
atención en la figura humana, se abre el primer debate: ¿es un hombre o una
mujer? He leído versiones para todos los gustos, incluso una que apunta a que
se trataría de una figura andrógina. Pero creo que el sexo de este personaje es
lo de menos, lo importante está en las emociones que transmite.
Ese gesto
desolado puede deberse a que ha tenido una pesadilla y se ha despertado
bruscamente. Puede ser también que se trate de una noche de insomnio, en la que
los problemas, los miedos y preocupaciones abruman tanto a la mente que esta es
incapaz de encontrar un momento de descanso. O puede tratarse de un dolor tan
hondo, tan sentido que nuestro personaje llora con desconsuelo. Sea cual sea el
motivo que hace sufrir tanto al personaje de la carta, pesadilla, dolor o mente
a 1.000 revoluciones, el caso es que se trata de una imagen que refleja de una
forma muy gráfica uno de los grandes temores del ser humano: quedarse a solas
con sus propios pensamientos.