Para mí, el Tarot de Aleister Crowley o Tarot
de Thoth es una de las barajas más
hermosas e impactantes que he conocido. Cada carta es una sinfonía de
simbolismo oculto de una gran belleza y las imágenes me resultan sumamente
evocadoras, me predisponen a meditar, a sumergirme en ellas. Reconozco que
provocan tantas simpatías como rechazo, y esa es una constante en la vida y en
la obra de Crowley, rara vez deja indiferente, tanto para bien como para mal.
Sería muy largo hacer aquí una reseña de su
biografía, porque es extensa y llena de sombras pero también de luces, por
supuesto, en su momento le dedicaré una o dos entradas (o más) en el apartado
de Fuentes y Biografías e incluso algunas de sus aventuras merecen ser contadas
en El Baúl. Pero, para entender su baraja, al menos he de dar aunque solo sea
unas breves pinceladas.
Aleister Crowley, cuyo verdadero nombre era
Edward Alexander, nació en Leamington, Gran Bretaña, en 1.875, en el seno de
una familia tremendamente puritana, pero su estancia en la Universidad de
Cambridge despertó en él un interés inusitado por el ocultismo. Inició una
búsqueda de respuestas que le llevó a la Golden Dawn, pero su carácter extremo
y sus mútliples inquietudes hicieron que su paso por la Orden fuera
conflictivo.
Durante años se dedicó a viajar por todo el
mundo, decidido a empaparse de la Magia de distintas tradiciones. Además tuvo
tiempo de crear una orden a su medida, la Astrum Argentum. En el Cairo entró,
supuestamente, en contacto con un demonio milenario llamado Aiwass.
Años después sería iniciado en la Ordo Templi
Orientis, una escuela ocultista en la que la Magia sexual tenía un enorme peso.
En 1.920 fundaría la Abadía de Thelema en Cefalú (Sicilia). Aparte de su
prolífica carrera como Mago, creador de tendencias, escritor y ocultista, lo
que nos interesa es la creación de su Tarot. En la década de los 30 conoció a
Frieda Harris, una egiptóloga y pintora surrealista, esposa de un parlamentario
británico y miembro de la Astrum Argentum. Ella fue la diseñadora de la baraja
que Crowley ideó, pero lo que iba a ser un trabajo de pocos meses, se prolongó
durante unos cinco años, de 1.938 a 1.943, en parte por los cambios de opinión
de Crowley que obligaron a Frieda a rehacer una y otra vez las cartas. En
cualquier caso, la baraja que ha llegado a nuestros días es tan potente e
inspiradora que bien mereció la pena que se tomara su tiempo para crearla.
La obra resultante
fue bautizada como el Tarot de Thoth, de igual forma que el anterior Tarot de
Etteilla, aunque guarda pocas similitudes con este. Se dice que Crowley se baso
en el Liber T, que contendría un compendio de las cartas del Tarot,
recopilación de Samuel Liddell Mathers (uno de los fundadores de la Golden
Dawn) para su orden. En realidad las cartas de Crowley son la suma de sus vastos
conocimientos ocultos, teniendo como fuente
las más variadas disciplinas tales como Cábala, Astrología, Yoga, etc.,
que fue adquiriendo a lo largo de su intensa y prolífica vida, pues no solo era
un estudioso del ocultismo, sino que, por encima de todo, fue un tenaz
practicante de este Arte.
En 1.944 se publicó el “Libro de Thoth”, un
libro que explicaba la baraja creada por Crowley y Harris, con las imágenes en
blanco y negro. Tras varias ediciones del libro, donde se incluían ya las cartas
coloreadas, sería en el año 1.977 cuando se publicaría la primera baraja como
tal.
Tras los largos, pero necesarios,
prolegómenos, pasemos a conocer este fascinante mazo:
Las primeras impresiones que recibí al mirar
esta baraja fueron: color y fuerza. Después, no pude evitar fijarme en los
cambios de nombres de algunas cartas y la potencia de los Arcanos Menores, en
los que veremos, más adelante, algunas alteraciones en las Figuras de la Corte.
Es una baraja tan llena de simbolismo que
sería muy largo detallar una por una cada carta, tal vez más adelante, cuando
termine la descripción del Tarot Rider-Waite-Colman, me anime a describirlas
más minuciosamente, pero en esta serie de artículos solamente haré una breve
reseña, con el deseo de despertar la curiosidad por conocer más y animar, a
quien así lo quiera, a adentrarse en el estudio de este Tarot.
El Loco es una figura enmarcada por lo que
podría ser el óvalo primario o de la creación, formado por varias espirales. De
la figura, llama la atención que no tiene un aspecto andrajoso, como en otras
versiones, por el contrario viste completamente de verde y su expresión
divertida está rematada por un casco con cuernos, como Dionisio, es una figura
que evoca la Magia Wiccana; incluso el racimo de uvas nos habla de fertilidad y
crecimiento. Sorprendentemente, son dos animales los que acompañan al Loco, por
un lado el cocodrilo en una actitud más pasiva, por otro un tigre que muerde su
pierna, pero el Locol parece no inmutarse.
El Mago es una carta aparte. Existen hasta
tres versiones distintas, que sepamos. En el cuadro inferior puedes
compararlas. Sé de algunas barajas que incluyen las tres, pero yo no tuve tanta
suerte y en la mía solo venía la tercera, que es la que normalmente se
comercializa. En todas ellas aparecen los atributos de Mercurio, con quien se
suele relacionar esta carta. Si en la primera vemos a un Mago que podría
recordarnos a la diosa india Vishnu por sus múltiples brazos; la segunda nos
hace pensar en la danza de Shiva. La tercera, la más habitual, y que Crowley
dio por buena, es claramente el dios Mercurio, que recuerda claramente a la
figura de Hermes (el Mercurio griego) del escultor Giovanni da Bologna.
Le rodean una serie de objetos de valor
simbólico: una moneda, fuego, una vara, una flecha, un pergamino, una esfera
alada, una copa y una daga. En el ángulo inferior izquierdo, vemos una figura
que parece retorcerse como si quisiera alcanzar alguno de los objetos, según
nos dice el propio Crowley en “El libro de Thoth”, se trata del Hanuman, el
dios-mono. Coronando la cabeza de este peculiar Mago, podemos apreciar el
caduceo, atributo característico de Mercurio.
La Sacerdotisa es la representación de la
diosa Isis, la Artemisa griega. Está coronada por la luna, que se atribuye a
esta carta, y cubierta por los sutiles velos que esconden el conocimiento de
quienes no merecen acceder a él. Sobre los muslos, otros atributos propios de
esta diosa como son el arco y las flechas, recordándonos que una de las facetas
de Artemisa es la diosa-cazadora. Esta es una carta de fertilidad, como puede
apreciarse por las uvas y la piña que aparecen en la parte inferior, son los
frutos que nos proporciona la Madre Tierra. También en la parte inferior
podemos apreciar claramente el camello que representa la letra hebrea Gimmel,
que suele asociarse con este Arcano.
La Emperatriz es una bella figura femenina
sentada en una pose una tanto forzada, como una torsión yóguica. Según nos
cuenta Crowley, es el símbolo de la sal alquímica. Pero, lógicamente, también es
la representación de los atributos de Venus, vemos que en su mano derecha
sostiene el loto de Isis. En la parte superior del trono hay un pequeño gorrión
y una paloma, que se relacionan con Venus. A sus pies el escudo con el águila
bicéfala blanca y junto a él la hermosa imagen del pelícano que alimenta a sus
crías, tan querida y cargada de significado para los Rosacruces.
El Emperador, es una imagen que desprende una
energía apabullante con ese colorido en tonos rojos y naranjas; un simple
vistazo ya nos transmite la fuerza de Marte, el regente de Aries. También nos
remite a dicho signo astrológico la aparición, tras la figura humana, de dos
carneros del Himalaya, animales indómitos y salvajes, en contraposición al
cordero sumiso y domesticado por el poder que apreciamos en la parte inferior,
reflejando al ser sometido a las Leyes. La postura que nos muestra el Emperador
es más cercana al Tarot de Marsella que a la versión de Waite, y forma un
cuatro aunque también es el símbolo del azufre alquímico. En sus manos sostiene
el cetro con una cabeza de carnero y el orbe coronado con una cruz clásicos del
Arcano IV.
El Hierofante es una figura casi hipnótica,
con esa barba que recuerda a los relieves sumerios. Crowley atribuye a esta
carta la letra Vav, que significa Clavo, y vemos que sobre el rosetón, con la
rosa de cinco pétalos de la parte superior, están suspendidos nueve clavos. En
las cuatro esquinas de la imagen, vemos las figuras que representan las cuatro
facetas del ser (que ya conocemos de la Rueda de la Fortuna y el Mundo):
águila, Ángel, león y toro. Pero también aparecen elefantes, que en palabras
del autor: “son de la naturaleza de Tauro”. En la parte inferior, ante el
Hierofante, vemos a la mujer escarlata con una espada y una media luna, en la
superior, una paloma revoloteando y una serpiente. Sobre el pecho del
Hierofante, un niño de pequeñas dimensiones dentro del pentagrama, simboliza al
dios Horus.
Los Amantes es una carta repleta de simbología
que nos muestran los pares de opuestos, la dualidad. El Ermitaño, con la cara
cubierta, dirige la ceremonia de la unión entre la Emperatriz y el Emperador,
las Bodas Alquímicas. Ante ellos vemos a Caín, sosteniendo en una mano la maza
con la que mató a su hermano y en la otra una lanza, y a Abel, llevando flores
y entregando a la Emperatriz una copa. Por encima de las figuras principales, están
Adán y Eva. Un Cupido revolotea la escena con su arco y sus flechas. Junto a
Caín y Abel, siguiendo la ceremonia con atención, vemos al león y al águila.
El Carro es dirigido por un auriga de dimensiones formidables
absolutamente cubierto por su armadura de color ámbar, incluso lleva bajado el
casco, por lo que no podemos ver su rostro. En sus manos sostiene una esfera que
representa al Grial. En palabras de Crowley: “El dosel de la Carroza es del color azul
del cielo nocturno de Binah. Las columnas son las cuatro columnas del Universo,
el régimen del Tetragrammaton. Las ruedas escarlata representan la energía
original de Geburah que pone en marcha el movimiento giratorio”. Una sorpresa
en la parte inferior, tirando del Carro nos encontramos no las dos figuras
habituales, que suelen ser un par de caballos o esfinges, sino cuatro, que
representan, una vez más, las facetas humanas: toro, águila, león y Ángel, por
supuesto en una posición, más que estática, expectante.
El Ajuste es el equivalente a la Justicia. Es
una carta que me llama la atención por los tonos azules y verdes oscuros que
dan una sensación de frialdad al conjunto. Predominan los pares de opuestos que
se pueden apreciar en las distintas esferas que adornan la imagen. Nos
recuerdan el equilibrio que predomina en toda la existencia. Por supuesto, es
inevitable la balanza que sirve para medir con precisión cada una de nuestras
acciones. En el centro nos encontramos una figura femenina erecta,
sosteniéndose sobre las puntas de sus pies. Sobre sus ojos podemos apreciar un
antifaz, en vez de la consabida venda que portan no pocas figuras representando
a la Justicia. Con sus manos sujeta una espada en vertical, con la punta hacia
abajo. Crowley quiso representar con esta carta a la diosa Maat, con sus alas
compuestas por plumas de avestruz.
El Ermitaño es una carta absolutamente fascinante. No nos encontramos con la figura del venerable anciano que solemos ver en la inmensa mayoría de los mazos de Tarot. Con su corpulenta envergadura, parece darle la espalda al mundo, indiferente a él. Contrasta con otras versiones su larga melena grisácea y las vestiduras de un rojo vivo, muy alejado de los sobrios marrones o grises que solemos ver. En su mano derecha sostiene una lámpara iluminada por un fulgurante sol que ilumina por completo la escena. Rodeando la figura, múltiples espigas de trigo aún verdes, la fertilidad de Virgo, signo que se atribuye a este Arcano, que se abren ante su cara para mostrar una serpiente enroscada que Crowley nos explica que es el primitivo dios Tifón. En la parte inferior derecha, vemos una representación más de la fertilidad de la que nos habla esta carta, una especie de espermatozoide iridiscente. Otra referencia mitológica que encontramos en el Ermitaño es el perro de tres cabezas en la parte inferior izquierda, el temible Cancerbero que guardaba las puertas del Hades.
http://askthecards.info/tarot_card_decks/aleister_crowley_thoth_tarot_reading.shtml
Encontrarás las siguientes entregas aquí:
https://lapuertadeltarot.blogspot.com/2018/10/tarot-de-aleister-crowley-ii.html
https://lapuertadeltarot.blogspot.com/2019/01/tarot-de-aleister-crowley-iii.html
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