Tras
unas cartas plácidas y amigables, llega el Cinco de Bastos para remover las
energías. Es una imagen muy explícita. Vemos a cinco jóvenes empuñando largas
varas en lo que parece, más que una pelea o riña, alguna clase de juego o
competición. Hay quien ve esta carta como la representación de un conflicto o
lucha. Pero una atenta observación de las imágenes, al menos a mí me hace ver
que se trata más bien de una especie de entrenamiento, de medir fuerzas entre
varios muchachos, sin ánimo de dañarse. Vemos que las varas no apuntan al pecho
de alguno de ellos, ni se embiste con ellas al adversario, están apuntando
hacia arriba, unas más, otras menos.
Si
repasamos los Arcanos Menores del número cinco de los otros palos,
comprobaremos que son cartas un tanto difíciles: el de Oros es la carencia, el
de Copas es la pérdida, la decepción, el de Espadas es un conflicto más serio.
Podría decirse que el de Bastos sería un conflicto menor. El cinco, en general,
es un número que nos invita al cambio, así que es un mensaje muy interesante a tener
en cuenta cuando aparezca en una tirada.