De los múltiples usos del Tarot, uno de
los que me parecen más interesantes es el orientador. En su día, en la sección
de Tarot Espiritual, propuse trabajar con el Tarot para saber qué mensaje nos daban las cartas Tarot para ese día. Se trata de un trabajo de introspección en un nivel más
espiritual, más profundo; hoy lo que propongo es una tirada más práctica para saber
cómo nos va a ir el día en lo concreto, qué retos se nos pueden presentar, cómo
van a ir las cosas en general. Esto significa partir del principio del día con
ventaja, pues podemos saber si será un día conflictivo o tranquilo. Y así
podremos actuar en consecuencia. Hay otro aspecto que en un artículo posterior
comentaré, y es la carta del día como consejo, pero hoy nos centraremos en el
uso de la carta del día como método de orientación.
Aquí me gustaría hacer una
advertencia: es fundamental no caer en la obsesión. Cuando utilizamos el Tarot
habitualmente, es fácil traspasar esa delgada línea que separa lo que es la
simple información de la dependencia. Hay personas que se obsesionan hasta el
punto de no dar un paso, no tomar una decisión por nimia que sea, si no hacen
una lectura para que las cartas les digan lo que deben hacer. Debemos tomar las
riendas de nuestra vida, equivocarnos y atinar, aprendiendo de nuestros errores
y aciertos; las cartas son un “plus”, nos pueden dar algunos datos para saber
cuáles pueden ser las energías predominantes en un momento concreto, pero no
debemos delegar en ellas todas nuestras elecciones.