En la
carta del Nueve de Bastos encontramos un solo personaje. A primera vista,
parece un hombre joven apoyado en una larga vara, con una venda en la cabeza,
como si estuviese herido y le faltasen las fuerzas. Pero nada más lejos de la
realidad. Si nos fijamos en la expresión de su rostro, vemos un gesto de
tensión que se mezcla con hostilidad. Está alerta, tal vez ya ha sufrido un
ataque y no quiere verse sorprendido de nuevo, por lo tanto vigila con
desconfianza mientras sus manos se aferran a la vara, probablemente está preparado
para atacar o defenderse si se da el caso.
Contemplando
con detenimiento la figura, se puede apreciar que es un joven fornido, no hay
más que ver sus recios muslos, así que si tiene que pelear, peleará sin
problemas. La venda en la cabeza nos demuestra que ya ha luchado y ha salido
herido, pero entero. Me gusta mucho la definición que nos ofrece Joanna Watters
en su obra “El libro completo del Tarot” (Gaia Ediciones): “Esta es la carta
del “cansado por la batalla”, e invariablemente aparece cuando alguien se
encuentra en lo más reñido de una severa prueba de resistencia”.